El Ford Focus ST Sportbreak 2019 es el deportivo para la familia
Sin hacer mucho ruido, y sin presentarlo en ningún Salón del Automóvil, Ford ha dado a conocer su nuevo Ford Focus ST Sportbreak, la variante ranchera de su espectacular deportivo vitaminado. Con los mismos credenciales que su hermano, ahora permite llevar a toda la familia y su equipaje a toda velocidad al destino, aunque con este coche nunca querrás parar.
Se expande así la gama prestacional del fabricante americano, el cual siempre se ha caracterizado por dotar a sus coches de un dinamismo superior al de la competencia. Como ocurría en la pasada generación, está disponible con mecánicas diésel y gasolina, esta última protagonista total.
En un momento crítico para los motores de gasóleo, Ford apuesta por él para su compacto deportivo.
Novedades de la versión ST
El nuevo Ford Focus ST Sportbreak trae consigo novedades estéticas que lo diferencian del resto de la gama Focus. Los cambios son los mismos que ya se vieron en la presentación del Ford Focus ST a principios de año, pero nunca viene de más recordarlos.
Todas las parrillas del frontal son ahora tipo nido de abeja, con la zona inferior del paragolpes pintada de oscuro, lo que une visualmente la zona de los antinieblas con la entrada central. Las llantas de 19 pulgadas son exclusivas para los ST, y esconden unos enormes discos de 330 milímetros con pinzas pintadas de rojo.
De serie monta neumáticos Michelin Pilot Sport 4S.
Por su parte, la zaga nos recibe con un generoso spoiler sobre el portón, un difusor del color de la carrocería y una doble salida de escape bastante comedida. Mires donde mires, no verás la palabra Focus por ningún lado: solo el logo ST. Menos cambios encontramos en el habitáculo, donde las novedades se limitan a un nuevo volante y los asientos firmados por Recaro.
La técnica del Ford Focus ST Sportbreak
Sin duda alguna, donde ha destacado el Ford Focus ST desde la primera generación ha sido en su apartado técnico, y en esta cuarta entrega no se ha perdido ni un ápice de deportividad. La opción menos recomendable es el 2.0 EcoBlue de 190 CV, no porque sea diésel, sino porque rompe con el espíritu del coche.
Es mejor optar por el 2.3 EcoBoost de 280 CV y 420 Nm de par, el cual promete un 0-100 km/h en menos de seis segundos y podrá asociarse a un cambio automático de doble embrague y 7 relaciones o a un cambio manual de seis velocidades. Este último viene acompañado de ayudas muy interesantes.
Por un lado, incluye un sistema automatizado que realiza la maniobra del punta-tacón y un sistema antilag para el turbo, un invento que ya estrenó el exclusivo Ford GT. Lo que sí que traen todos es la última idea de Ford para mejorar el funcionamiento del diferencial autoblocante.
Apodado eLSD, permite enviar el 100 % del par a una sola rueda –el coche es tracción delantera– gracias al uso de varios discos de embrague en el diferencial. A este sistema se suma la nueva suspensión adaptativa CCD, la cual responde a las irregularidades de la carretera cada dos milésimas.
Posicionamiento en el mercado
Cada vez hay más deportivos compactos en el mercado entre los que elegir, pero pocos son los que se ofrecen en la tan polivalente carrocería familiar. Entre los rivales encontramos al Seat Leon ST FR y el Skoda Octavia Combi vRS.
Con 608 litros de maletero, es uno de los deportivos más prácticos del mercado.
Sin embargo, no sabemos en que lugar queda el modelo del ovalo en comparación con sus rivales directos hasta que la marca anuncie los precios. Por el momento, solo conocemos las tarifas del modelo hatchback: 35 150 euros para la motorización de gasolina y cambio de marchas manual.