Audi SQ5 TDI, el diésel contraataca
El SUV medio de la marca alemana abre las puerta a la que será la versión diésel más radical y efectiva del modelo. El nuevo Audi SQ5 TDI incluye novedades técnicas que hacen que te olvides por completo de la opción de gasolina.
A pesar del acoso que está sufriendo el diésel en los últimos tiempos, y de su pérdida de simpatizantes, lo cierto es que los compradores de este tipo de vehículos siguen prefiriendo el gasóleo o los sistemas híbridos para mitigar el consumo que conlleva una carrocería tan voluminosa.
Ahora bien, ¿quién dijo que esta decisión está reñida con la deportividad? La firma de los cuatro aros nos ha enseñado una nueva forma de aprovechar la energía con un modelo que promete diversión a raudales.
Diseño exterior del Audi SQ5 TDI
Poco cambia respecto al SQ5 TFSI, con una preparación deportiva muy al estilo Audi: discreta pero contundente. Aunque los detalles sean poco llamativos, el conjunto no deja dudas de que te encuentras frente a un modelo muy potente.
Lo más llamativo del frontal son las grandes bocas de entrada de aire a ambos lados, con unas tiras cromadas horizontales que combinan muy bien con la parrilla. Los focos tienen una tecnología LED muy moderna y elegante, pero todo con las formas sobrias a las que se aferra la marca.
La parte trasera es más discreta todavía, con unos cromados en la parte baja del paragolpes y unos pilotos también LED muy dinámicos, con la indicación de los intermitentes progresiva que ya tienen otros modelos de la marca.
A pesar de la poca imaginación que se ha dedicado a este Audi SQ5 TDI, cualquiera al que le guste este mundillo y vea las letras SQ5 en el portón trasero le guardará el respeto que merece.
Interior con todo lujo de detalles
Si el exterior te ha convencido, el interior te sacará de toda duda. Pocas marcas saben dar ese nivel de refinamiento a un interior y, además, en este SQ5 TDI se respira un aroma muy deportivo.
De primeras, el logo S iluminado da la bienvenida a los ocupantes en los umbrales de las cuatro puertas. Una vez dentro, la tapicería y piezas del interior en color negro encajan a la perfección con detalles como las costuras del volante y los asientos de corte deportivo.
De serie incluye detalles con acabado en aluminio pulido, pero como opción se puede adornar su interior con madera o con un acabado que simula a la fibra de carbono. En este modelo, la elegancia y la deportividad se igualan, con un resultado final y una calidad interior de referencia.
El espacio en las plazas traseras y el volumen del maletero no varía respecto a otras versiones del modelo, y con 550 litros de capacidad empata con sus mayores rivales: el BMW X3 y el Mercedes GLC.
Turbodiésel Mild-Hybrid con compresor eléctrico
Como no podía ser de otra manera, la electricidad pasa a ser un pilar fundamental de este modelo a pesar de contar con un motor diésel con un consumo ‘reducido’. En concreto, se ha incorporado un compresor eléctrico que, unido a un turbocompresor y a la tecnología Mild-Hybrid de 48V, consiguen una respuesta explosiva e instantánea bajo el pie derecho.
Todo con el fin de mejorar la eficiencia, pero sin dejar en un segundo plano la potencia bruta: 347 CV con una cifra de par de 700 Nm entre 2 500 rpm y 3 100 rpm. El V6 de 3,0 litros, junto con el sistema eléctrico, catapulta de 0 a 100 km/h al Audi SQ5 TDI en 5,1 segundos, un dato muy bueno para un coche de su tamaño y peso.
La energía que alimenta al sistema eléctrico se almacena en una batería de 10 Ah de capacidad y el compresor eléctrico apoya al turbocompresor para dar una salida de aire mucho más fluida y rápida, lo que se traduce en una ganancia de potencia a bajo régimen, cuando al motor le cuesta más extraer los gases hacia el escape.
La respuesta del acelerador va a ser lo más llamativo en comparación con otros vehículos similares. Para el día a día, al tener fuerza en todo momento y no tener que esperar a la llegada del turbo, mejorará claramente los consumos, con unos datos oficiales de 6,6 l / 100 km.
Lleva una caja de cambios automática de ocho velocidades Tiptronic, con marchas cortas para mejorar la respuesta en conducción deportiva y con las dos últimas más largas para mejorar el consumo.
Además, la tracción integral y un diferencial central autoblocante que distribuye el par entre los dos ejes son garantía de eficiencia y tracción en todo momento. La suspensión que se ha elegido para este todocamino deportivo es de cinco brazos en los dos ejes y es regulable en altura de serie, todo un detalle.
Precio del Audi SQ5 TDI
En verano de este año ya podrán empezar a disfrutarlo en los concesionarios alemanes con un precio de partida de 67 750 euros, 13 000 euros menos que su equivalente gasolina de 354 caballos. Le ha salido un duro rival dentro de casa…