Ford Fiesta ST vs Ford Escort RS Cosworth: ¿pueden las viejas glorias mantener el ritmo?
Los mitos son historias cuya credibilidad es cuestionable, pero que, salvo casos excepcionales, son aceptadas por todos. Sin embargo, en ocasiones un mito se viene abajo con una buena dosis de ciencia y realidad. Para los aficionados al automovilismo la década de los 90 fue extraordinaria, con coches como el Ford Escort RS Cosworth
Fue durante esta etapa cuando asistimos a la llegada de los últimos deportivos puros, sin alardes tecnológicos. Son estos coches los que con su peligrosidad y actitud sobradamente deportiva se han convertido en leyenda, en mito si me lo permiten. Uno de ellos es el Ford Escort RS Cosworth, un coche de rallyes para la carretera.
Los chicos de Fifth Gear en Reino Unido han comparado en circuito al joven y a la vieja gloria de Ford Performance.
Ford Escort RS Cosworth
Por méritos propios, la variante más picante del Escort ha quedado grabada en la mente de muchos. En nuestro país es bien recordado gracias a Carlos Sainz, quien condujo uno en sus días de gloria en el Mundial de Rallys. Dicha versión tuvo que homologarse para carretera, lo que dio lugar a unos de los compactos más locos de la historia.
Bajo el capó dispone de un bloque de 2,0 litros con un turbocompresor de la vieja escuela –con mucho retardo en su entrada– y que estaba afinado por Cosworth. Contaba con 227 CV y tracción a las cuatro ruedas, una salvajada para la época, más cuando en la báscula solo marcaba 1300 kilos. Solo necesitaba 6,0 segundos para alcanzar los 100 km/h.
Estéticamente, el Ford Escort RS Cosworth lucía en consonancia con su rendimiento. Basado en la carrocería de tres puertas del popular compacto, se incluyeron aletas ensanchadas, un frontal exclusivo y una trasera remozada donde todo el protagonismo recaía en su alerón doble, todo un clásico.
Con el splitter frontal se convirtió en 1992 en el primer coche capaz de generar carga aerodinámica frontal.
Ford Fiesta ST
Qué se puede decir del Ford Fiesta ST que no sean halagos. Su deliciosa puesta a punto le ha puesto las cosas difíciles a utilitarios deportivos consagrados desde que naciese esta versión en la anterior generación. Con la actual iteración del mismo, la receta no hizo más que mejorar, pese a perder un cilindro por el camino.
Su pequeño propulsor 1.5 EcoBoost de tres cilindros ofrece unos sorprendentes 200 CV de potencia y 290 Nm de par, suficientes para firmar un 0-100 km/h en 6,9 segundos. En contrapartida con el Cosworth, solo son motrices las ruedas delanteras, aunque este defecto no hace más que dar lustre a su excelente rendimiento.
Obviamente, la tecnología se hizo hueco en el Ford Fiesta ST, y es que cuenta con varios modos de conducción que afectan a la respuesta de la dirección, acelerador y suspensión.
Pasado o presente: ¿cuál es mejor?
Con una ficha técnica muy parecida en la teoría, faltaba comprobar cuál de estos dos deportivos era el mejor. Los chicos de Fifth Gear, en Reino Unido, han comparado ambos modelos en circuito, y el resultado es sorprendente. El Ford Fiesta, con un motor más pequeño y perteneciendo a un segmento inferior –el Escort derivó en el Focus– es capaz de ridiculizar al mito de los 90.
El Circuito de Anglesey, donde se disputó la comparativa, cuenta con 3,4 kilómetros de longitud, distancia que el Fiesta recorrió en 3,5 segundos menos que su rival.
La puesta a punto, la entrega de potencia y las asistencias electrónicas y mecánicas han mejorado mucho en estos casi 30 años como se demuestra en el vídeo que sigue a estas líneas. No solo eso, sino que ahora esta deportividad es mucho más accesible. En su día el Ford Escort RS Cosworth era prohibitivo, mientras que el Ford Fiesta ST cuesta menos de la mitad que su antepasado.
Todos los derechos del vídeo pertenecen y quedan reservados a Fift Gear.