DeLorean DMC-12, el coche de las 88 millas por hora
Las décadas de los setenta y ochenta significaron un mundo para el automovilismo. Fueron tiempos de experimentación y mejora, la transición entre el coche básico que cumplía su función de transporte y el del camino a la modernidad, con múltiples gadgets y acabados que invitaban a quedarse en su interior.
Como todo en la vida, entre los todos los coches de la época hay algunos que han terminado olvidados, malogrados, mientras otros han mantenido un halo de fama tras ellos que, como buenos clásicos, cada año que pasa aumenta.
Uno de ellos, y es el que nos ataña en este artículo, es el tan especial y añorado DeLorean DMC-12, conocido por muchos como el coche de Regreso al futuro. Curiosamente, ni siquiera se producía cuando apareció en pantalla.
Su creador, John Zachary DeLorean, tuvo la genial idea de crear un deportivo capaz de rivalizar con lo mejorcito salido de Europa mientras trabajaba para General Motors. Lamentablemente, el proyecto fue rechazado y DeLorean dimitió con el fin de crear su propia empresa con la que cumplir su sueño.
A mediados de los setenta el proyecto se encontraba en el ecuador de su desarrollo. Con los primeros prototipos presentados a lo largo de 1976, no entraría en producción hasta la llegada de 1981 el que terminaría siendo el coche de la infancia de muchos, aquel que en un póster adornaba la habitación.
Concepción del DMC-12
Inspirado en el Lotus Esprit que salió de Gran Bretaña, la firma americana decidió contratar a Giugiaro para que se hiciera cargo del diseño del coche, el cual descansaría sobre un chasis de acero.
Es por ello que recuerda fuertemente al deportivo británico y al BMW M1, ambos trazados por los lápices del diseñador italiano. La principal característica del DMC-12 es su carrocería estampada en acero inoxidable, que dejó a casi la totalidad de las unidades producidas sin color exterior.
Otra de las características del DeLorean son sus puertas tipo alas de gaviota, que daban acceso a un habitáculo biplaza que, como curiosidad, cuenta con el volante del Peugeot 205 GTI, que se produciría más tarde, y la radio procedente de un Renault 18. Las dos firmas francesas también estaban presentes en la creación del motor V6 PRV de 170 CV, el cual fue desarrollado conjuntamente por ellos junto a Volvo, de ahí las siglas PRV.
Su concepción fue financiada, en parte, por el gobierno británico, por lo que DeLorean instaló la fábrica donde se produciría el coche en Dunmurry, Irland a del Norte. La producción dio comienzo en 1981, aunque pronto los altos costes dejaron a la marca sin fondos, y así la producción cesó solo un año más tarde tras 8 500 unidades fabricadas.
El DMC-12 estaba acabado, y para más inri, su creador fue acusado en 1983 de tráfico de cocaína, acusación de la que se libró un año más tarde. Por desgracia, lo consiguió al mismo tiempo que la marca se tuvo que declarar insolvente.
Sin embargo, tras tres años del fin del DeLorean, en 1985 vería la luz en el cine la película de Regreso al futuro, donde el protagonista –Doc– contaba con un DMC-12 convertido en máquina del tiempo. Esa que nunca vamos a olvidar los que crecimos a la par que la saga que marcó un hito en la historia de la gran pantalla.
Gracias al éxito de dicha saga cinematográfica y a la alta presencia del coche en ella, alcanzó cotas de fama que ni se imaginaban, la cual todavía perdura; se estima que el 50% de los poseedores de un DeLorean lo hacen por su aparición en el cine. Es un hecho, el DMC-12 se ha vuelto un coche de culto.
El retorno
En el año 2015, la empresa poseedora de los derechos de DeLorean anunció que fabricarían de nuevo el DMC-12. Ello, siguiendo los patrones de hace casi 40 años, todo a excepción del motor, el cual sería un propulsor moderno.
Este regreso del ‘coche inoxidable’ está motivado por una nueva ley americana, que permite la producción de coches que no cumplan las vigentes normas de homologación siempre y cuando se fabriquen en bajas tiradas. Una gran noticia para los admiradores y fanáticos de coches míticos e históricos como este.
Con la idea de comenzar a producir los nuevos coches a finales de 2016, la nueva DeLorean aún espera paciente la luz verde –diferentes fabricantes artesanales se encuentran en la misma situación– porque todavía no se han establecido cuáles son las reglas y condiciones para estos coches. Esto corre a cargo de la EPA y la NHTSA, pero ambas entidades no se han pronunciado sobre el caso.