¿Cuándo se puede recurrir una multa?
Que nos pongan una multa puede ser la experiencia más tediosa por la que un conductor puede pasar. En ocasiones creemos que es injusto y nos pensamos si recurrir o pagar. Ahora bien, ¿cuándo se puede recurrir una multa?
Debería pagar o recurrir una multa
Como en todo en la vida, hay pros y contras en cada una de las decisiones. Por ejemplo si decides pagar la multa y lo haces dentro de los 20 días naturales siguientes a la notificación podrás obtener un 50 % de reducción sobre el precio de esta.
Pero si decides recurrir, perderás esta ventaja. Si además, pagas la multa para no perder el 50 % ya no podrás recurrir de ninguna manera.
Si decides recurrir tendrás que hacer unos trámites perdiendo parte de tu tiempo, aportando pruebas y documentación, y en algunas ocasiones, incluso testigos.
En cualquier caso, que hagas todo esto no te asegura que el recurso vaya a ser favorable para ti. Podría ser negativo y ahora tendrás que pagar la multa sin el beneficio de los secuestros aplicados si lo pagas en un plazo máximo de 20 días naturales.
Cómo se paga una multa
Si una vez sabido esto decides que lo mejor es pagar la multa y evitar complicaciones, puedes hacer a través de Internet usando una tarjeta, llamando al 060, en la DGT o en las entidades bancarias asociadas.
Si no sabes cuáles son estás últimas, puedes preguntar en la DGT o en una comisaría cercana, dependiendo de la institución que haya emitido la denuncia. No olvides guardar el justificante de pago o el numero de referencia o expediente que certifique que has abonado el importe total de la multa con el fin de evitar malentendidos que pudieran surgir en el futuro.
Cómo recurrir una multa y cuándo
Si pretendes recurrir una multa asegúrate de que tienes la razón. Piensa que no serás más que un civil luchando contra un organismo del estado, así que, a priori, llevas las de perder, a no ser que tengas pruebas contundentes de que se han equivocado.
Te contamos un caso real para que te hagas una idea. Una chica aparcó su vehículo frente a su puesto de trabajo, como cada mañana hacía en un lugar en el que estaba permitido. Cuál fue su sorpresa que al terminar su jornada laboral no encontró su coche, sino que en su lugar había una pegatina en el suelo que decía: “Su coche ha sido retirado por la grúa”.
La chica no entendía nada, hasta que se dio cuenta de que había una nueva señal que nunca había existido y que esa mañana tampoco estaba ahí. ¡Por supuesto que iba a recurrir la multa! Tuvo la suerte de que el lugar en el que aparcaba el coche cada día estaba frente a un bar, desde donde se grabó el vídeo de los ‘señores’ poniendo la nueva señal y llevándose los coches que estaban aparcados.
Este es un caso obvio de llevar razón ante una denuncia y poder recurrirla saliendo ganador del caso. Solo hay que reunir los requisitos para ello, los cuales son:
- Fotografías. Fotos de la situación en la que se encontraba el vehículo durante la supuesta infracción.
- Un certificado o prueba de que o bien el denunciado no estaba en ese lugar, o bien la denuncia fue puesta sin causa justificada.
- Testimonios de personas que estuvieran presente y vieran lo que había sucedido dando fe de que el supuesto infractor lleva razón.
- Si se trata de un error en el que se ha confundido tu vehículo con uno de semejantes características, tendrás que aportar documentación técnica que demuestre que tu coche no es el mismo que el de la denuncia.
Así que, si debes o no recurrir una multa, nadie mejor que tú para contestarlo. Todo dependerá del grado de razón que lleves y de las ganas que tengas de luchar por demostrarlo. A veces es mejor perder un poco de dinero que tiempo y energía y otras, es preferible luchar hasta el final. Eso lo tendrás que decidir tú.