Grandes mitos de la historia del automóvil
Cuando comparamos los automóviles del pasado con los de ahora, o el tiempo que había que invertir en su mantenimiento y cuidado en el pasado y en el presente, se ven diferencias. Diferencias de las que muchos no se han percatado y han dado lugar a la existencia de mitos de la historia del automóvil que hoy ya tenemos identificados.
Como sabemos cuán importante es para ti mantener tu coche en buen estado y hacerle lo que realmente necesita y de buena forma, hemos decidido darte a conocer estos mitos, que no son más que eso: mitos.
Mitos de la historia del automóvil
El motor y el aceite
Durante años se ha tenido la creencia de que si el nivel máximo de aceite no baja durante el funcionamiento de un coche esto es algo bueno. Uno de los mitos más comunes y más falsos que existen. ¿Por qué?
El aceite es esencial para el funcionamiento de un coche. Si lo lleva es porque lo necesita para funcionar. Es decir, el coche tiene que ‘beberlo’, si no lo hace, algo está fallando y deberías acudir al mecánico. Tan malo es que el coche tire aceite como que no lo absorba.
Es necesario calentar
No son pocos los que encienden el motor durante unos minutos creyendo que hay que calentar este antes de arrancar. Esto sucedía con modelos muy antiguos que se ‘enfriaban’ demasiado, pero hoy día todo ha cambiado.
Los coches modernos están preparado para arrancar el motor nada más encender, y a no ser que pretendas calentar la calefacción, no tiene sentido este gesto. Los sistemas de inyección y la ECU ya no hacen necesario calentar el motor.
Los cambios de aceite
En esto hay muchos debates, debates innecesarios por cierto. Hay quienes creen que si se usa poco el coche, aunque hayan pasado años no es necesario el cambio de aceite. Bien, aunque el cambio de este se suele marcar en kilómetros, se hace basado en la idea de que el coche se usa frecuentemente o con cierta regularidad.
Sin embargo, si no lo usas mucho, no importa, tendrás que medir los cambios en base al tiempo, en vez de a los kilómetros ya que no se alcanzarían las temperaturas óptimas para el buen funcionamiento del motor. En relación a lo que mueves el coche, tendrás que determinar cuándo es el mejor momento para cambiar el aceite, o marcarte un tiempo como meta, por ejemplo cada año mínimo.
Mejor no cambiar de marca de aceite
¿Que hace diferentes a unas marcas de otras? Podríamos decir que el nombre y la reputación. Una aceite 15-40 por ejemplo, será un 15-40 en una marca como en otra. El mito de que si se cambia de marca se estropeará el motor, no es más que un mito.
Todos los aceites de marcas reconocidas y homologadas deben cumplir unos estándares de calidad, por lo que es imposible que dañes el motor por poner una u otra. Como sí podrías dañarlo es si no pones un aceite compatible con tu coche. Si tu coche está dando señales de una avería y ha coincidido con el cambio de marca, esto último no es la causa, así que ve al mecánico.
La prueba de la moneda
Esta prueba se lleva a cabo con los neumáticos y es uno de los grandes mitos de la historia del automóvil. Se trataba de poner una moneda pequeña en uno de los surcos de la goma con la cara boca abajo.
Si al sacarla se veía parte de la cara, era hora de cambiar las ruedas. La cuestión surgía cuando esto no sucedía pero los neumáticos son viejos. Volvemos a lo mismo que con el aceite, ¡hay que cambiarlo! Las cosas con el tiempo se deterioran, aunque no les hayas hecho kilómetros, las gomas se desatan por el uso, la corrosión y las inclemencias del tiempo.
No haga caso a los mitos y mantén tu coche bien mantenido, pues eso podría salvar tu vida y la de los que vayan contigo y a la vez, alargar la vida de tu vehículo.