Fugas de agua y daños que pueden impactar en el motor
Una fuga en el motor del coche puede dar lugar a problemas bastante graves. Por ello, os mostramos un conjunto de posibles fugas de agua y daños que pueden impactar en el motor. Así, será posible realizar un mantenimiento más eficaz y completo en nuestro vehículos.
Una fuga de refrigerante puede darse por un proceso normal debido a la condensación del fluido en verano, o bien a una avería en el sistema. En el primer caso, no es extraño ver una acumulación de agua en forma de charco bajo el vehículo durante los meses más calurosos del verano.
Pasos a seguir cuando el vehículo pierde agua
A continuación, os mostramos la secuencia de pasos a seguir en el caso de detectar fugas de agua y daños que pueden impactar en el motor:
1. Detecta el origen del problema
Como hemos comentado, que el coche pierda líquido como efecto de la condensación durante el verano no es algo raro. Por ello, si el coche está aparcado y se forma un charco bajo él, no significará necesariamente que haya una avería. Sin embargo, detectar esto debe llamarnos la atención y llevarnos a comprobar si existe algún problema en los conductos del vehículo.
Cuando veas el charco, prueba a conectar el aire acondicionado. Si este no enfría, entonces sí podemos estar ante una avería, por lo que habrá que acudir con el coche a un taller.
2. Posibles causas de la pérdida de agua
En el casi de que el vehículo pierda agua, el origen del problema puede estar en el depósito de refrigerante del coche. Esta ya es una cuestión bastante seria, ya que la fuga puede deberse a grietas en este depósito. El depósito se encuentra en el compartimento del motor, por lo que la fuga del refrigerante puede afectar a otros componentes del coche.
3. Qué ocurre cuando no se ve la fuga
Si, por otro lado, te encuentras en la situación de que el aire acondicionado del coche no enfría, pero aun así no ves ninguna fuga bajo el vehículo, el problema puede ser aún más grave.
Este tipo de problemas puede darse especialmente en los coches más antiguos, y puede suponer que una fuga interna afecte al motor hasta el punto de provocar daños en piezas como las bielas, los pistones o el cigüeñal. Esto dará lugar a una avería bastante costosa de reparar.
4. En el caso de contar con un sistema electrónico
Contar con un sistema electrónico de detección de averías en el coche, el problema puede ser fácilmente identificado. Si el coche se queda sin agua, los modelos más nuevos dentro del mercado avisarán al conductor de los bajos niveles de líquido o de que el motor está soportando temperaturas demasiado altas.
Además, según la programación del vehículo, puede ser que hasta el propio sistema obligue al coche a detenerse. Esto puede suponer una gran ayuda a la hora de evitar problemas más graves.
5. Detección de ruidos extraños
Si la pérdida de agua afecta a componentes como las bielas, el movimiento del motor generará un ruido bastante extraño antes de que este llegue a desbielarse.
El ruido se deberá a que las piezas rozan con otros componentes al haberse salido de su lugar. Por tanto, debes estar atento a cualquier ruido extraño que pueda salir del motor, y tratar de detectar el origen cuanto antes.
Inspección de la bomba de agua del vehículo
En el caso de ser consciente de la existencia de fugas de agua y daños que pueden impactar en el motor, podemos comprobar la bomba de agua para ver si ahí está el problema. Para ello, aflojaremos la correa de transmisión y desenroscaremos las aspas del ventilador.
Cualquier desgaste en los rulemanes de la bomba de agua puede suponer la ruptura de algún componente y la posible causa de fugas. Por tanto, un fuga gastada o con fugas debe ser inmediatamente reemplazada, ya que a menudo será más rentable a largo plazo que repararla.
Esta pequeña inspección puede darnos una idea del origen de la fuga y ponernos sobre aviso, para reparar el vehículo a tiempo y evitar averías más graves y costosas.