Fiabilidad de los coches con motores tricilíndricos
No es la primera vez que los lanzamientos de la industria del motor generan una gran polémica internacional. Actualmente hay una interesante discusión sobre las ventajas y los perjuicios generados por los motores tricilíndricos.
Para quienes todavía no tienen una opinión formada sobre los motores tricilíndricos, veremos los aspectos centrales a continuación.
Ventajas de los motores tricilíndricos
Desde antes de su lanzamiento, los motores tricilíndricos han sido presentados como la ‘solución sustentable e inteligente’ para motores de combustión interna de vehículos pequeños o medianos.
Estas recomendaciones sobre motorizaciones tricilíndricas se deben a sus sencillas cilindradas y a la sobrealimentación, que ofrecen menor fricción mecánica y reducción de emisiones. Todo ello con la promesa de no sacrificar el rendimiento.
Pero, ¿cuáles son las reales ventajas y desventajas de optar por dicha mecánica? En principio, al quitar un tubo de combustión del motor, el coche se vuelve más ligero y ello favorece su eficiencia.
Además, al contar con menos piezas móviles, se facilita el trabajo del motor, lo que permite alcanzar una potencia similar al tradicional tetra-cilíndrico.
Los motores tricilíndricos suelen contar con el complemento de un turbocompresor, para lograr buenas marcas en el tacómetro de coches pequeños y medianos. Ello se suma a la economía proporcionada por el consumo inteligente de combustible y al beneficio de las emisiones reducidas.
Aspectos en contra de los motores tricilíndricos
A pesar de lo anterior, también existen ciertas desventajas comprendidas en los motores tricilíndricos. Como en otros aspectos del mundo del motor, la información es fundamental a la hora de adquirir un vehículo.
La mecánica con tres cámaras suele generar vibraciones y ruidos más notables durante su funcionamiento. Como ello ocasiona cierta molestia al conducir, los usuarios terminan teniendo una inversión extra para insonorizar su vehículo.
Sus cilindradas modestas pueden funcionar bien para las calles de la ciudad. No obstante, los motores tricilíndricos no se sienten exactamente cómodos en largos viajes por las carreteras más exigentes. Además, es impensable que ofrezcan prestaciones mínimamente similares a un vehículo todoterreno.
Motores tricilíndricos e impacto ambiental
Da la impresión de que el mundo del motor camina rumbo a la eliminación progresiva del uso de combustibles fósiles. Francia, por ejemplo, tiene previsto prohibir la venta de coches con motores a combustión en 2040.
Estos cambios se producirán, no solo porque se trata de recursos no renovables (es decir: un día se terminarán, queramos o no). También por reconocer su impacto negativo para el medio ambiente y, consecuentemente, para nuestra salud.
La eliminación de los combustibles fósiles lleva necesariamente a la sustitución de los motores a combustión. Claramente la idea es generar energías a partir de fuentes más limpias o sustentables. Por ello, desde ya hace algunos años, la industria automotriz viene invirtiendo en coches híbridos y 100% eléctricos.
No obstante, estos ‘vehículos sustentables’ todavía tienen un alto costo de producción y comercialización. Para adaptarlos a los nuevos tiempos, muchas marcas optan por soluciones paliativas para el problema de la contaminación.
Uno de estos caminos en la búsqueda de nuevas alternativas, es encontrado en el lanzamiento de los motores tricilíndricos, que prometen menos emisiones y mayor respeto ambiental.
No hay duda de que, al eliminar una cámara de combustión del corazón del motor, también se reduce la generación de residuos nocivos para el medio.
Sin embargo, no podemos considerar los motores tricilíndricos como una solución fiable para el problema de la contaminación ambiental. Si queremos priorizar la sustentabilidad en nuestra movilidad, debemos optar por vehículos eléctricos.
¿Y respecto a la fiabilidad?
La fiabilidad de los motores tricilíndricos todavía genera cierta polémica entre los expertos y aficionados por los coches. Muchos elogian su impresionante rendimiento con tan pocas cilindradas y un motor de ‘corazón apretado’. Pero muchos alertan de los riesgos de exponer sus componentes a trabajos muy forzados.
Los motores tricilíndricos son opciones fiables para el uso moderado en las calles controladas de la gran ciudad. Con velocidades medias y pavimento, estos vehículos pueden ofrecer un buen rendimiento y una considerable vida útil a sus usuarios. Todo ello con un consumo inteligente.
No obstante, las carreteras y los largos viajes no son buenas combinaciones para los propietarios de coches con corazones tricilíndricos. Además, tampoco son la mejor opción para los amantes de la velocidad y de los motores silenciosos.