Ventajas y desventajas de los techos rígidos y de lona en un descapotable
Ventajas y desventajas de los techos rígidos y de lona en un descapotable
La compra de un coche tipo descapotable suele estar motivada más por el corazón que por la razón. Son de ese tipo de compras impulsivas en las que unos pocos contras no son capaces de superar las ventajas de estos, por lo que terminamos queriendo uno. La elección del tipo de techo se ha vuelto un quebradero de cabeza.
Hasta la llegada de la electrónica a los automóviles, todos los descapotables contaban con techo de lona, de un material u otro, pero del mismo estilo. Sin embargo, poco a poco los techos rígidos escamoteables fueron ganando adeptos, lo que casi llegó a extinguir a la configuración original.
Por suerte, las tendencias cambian y el techo de lona vuelve a gozar de gran popularidad, hasta tal punto de que los pocos descapotables de techo rígido están mutando a Targa. Este fenómeno lo podemos observar en los actuales Porsche 911 Targa y el Mazda MX5 RF.
Techo de lona
Ventajas
Las ventajas de las que goza un descapotable con techo de lona no son pocas. Para empezar, el peso del conjunto es mucho menor, especialmente si el accionamiento es manual. A menor peso, menor consumo y desgaste de otros componentes, como neumáticos y frenos, al tener que mover y detener menos masa.
Obviamente, está el punto estético, mucho más favorable para estos. Además, las marcas ofrecen diferentes colores de tela para conjuntar el techo con la carrocería o el habitáculo. Este tipo de coches también se beneficia de un mayor espacio de carga, y es que un techo blando se pliega sobre sí mismo, por lo que ocupa menos.
Pese al alto precio de un techo de recambio, este es muy inferior a un equivalente rígido y todas sus partes. Además, un techo blando puede protegerse con fundas rígidas; se pueden tener dos coches en uno.
Desventajas
Entre las desventajas de este tipo de descapotable destaca la menor seguridad, ya que en caso de accidente, pese a las barras antivuelco, es mucho menos resistente. También está el tema del vandalismo, pues siempre pueden rajar el techo y acceder a nuestro coche, y uno nuevo no es precisamente barato.
El paso del tiempo también afecta al aspecto de nuestro techo. Como la ropa usada, la tela del techo a la intemperie durante muchos años termina estropeándose, perdiendo color, elasticidad, aislamiento, etc. Los ruidos también son mayores, ya sea del aire o la rodadura.
Techo rígido
Los experimentos con este tipo de techo comenzaron en los años 30, y durante los 50 los americanos perfeccionaron la técnica. Sin embargo, el éxito no llegaba. No fue hasta la década de los 90 cuando por fin este concepto triunfó gracias al primer Mercedes SLK y en el año 2 000 con el económico Peugeot 206 CC.
Al Mercedes se le adelantó el Mitsubishi GTO Spyder, pero sus pocas ventas lo han relegado al olvido.
Desde entonces, este tipo de descapotables han gozado de una gran aceptación, la cual vuelve a descender ahora que lo retro está de moda.
Ventajas
La principal ventaja de un techo rígido es la seguridad. Ya sea en caso de accidente o ante vándalos, este tipo de descapotables están mucho más protegidos comparado con los de techo de lona. El aislamiento ofrece un plus de comodidad, con menos ruido del exterior y menos probabilidad de filtración de agua.
Desventajas
El metal no puede plegarse, por lo que estos descapotales dividen su techo en secciones que se superponen una vez se retira. Debido a esto, el espacio que ocupan es mayor, lo que reduce la capacidad de carga al mínimo. Su consumo es superior dado el mayor peso del techo y todos sus componentes.
El factor estético también influye negativamente, sobre todo si el coche deriva de un cupé. Al tener techo rígido, cerrado nunca parecerá un descapotable, pero sus líneas no serán tan fluidas y naturales como en un cupé, por lo que quedan en tierra de nadie.
La mejor opción
La última palabra la tiene el comprador, sin duda alguna, pero esta es influenciada por sus necesidades, las cuales pueden favorecer la compra del decapotable que menos le gusta. Por historia y estilo, un descapotable de lona siempre se verá mejor, pero dependiendo de donde vivamos puede no ser la mejor opción.
En la zona norte del país, donde el clima es mucho más duro en invierno, los materiales con los que se fabrican las capotas sufren más, por lo que se deterioran más rápido y obligan a invertir dinero extra en el mantenimiento de la misma. En estos casos, una capota rígida ofrece mayor durabilidad y menos mantenimiento.
Si el clima no es problema donde vives, una capota de lona es la compra más conveniente. Además, con una de estas siempre tienes la posibilidad de comprar un techo dura para los inviernos, y dejarlo en el garaje en verano. Esto es imposible con un techo rígido, pues es el que hay y punto. Con el de lona puedes tener ambos.
A modo de conclusión, recomendamos la compra de un techo de lona como primera opción, que en caso de sufrir problemas en invierno puede solucionarse con un hard top temporal. Si no dispones del espacio necesario para guardar el techo duro cuando no lo uses, te recomendamos un coche con techo rígido.