Inconvenientes del cambio automático
Un correcto mantenimiento y atender las recomendaciones del fabricante son las claves. Los inconvenientes del cambio automático se presentan cuando no se presta atención a los consejos de especialistas.
La comodidad del cambio automático es indiscutible, pero las averías son más costosas. La complejidad de sus elementos exige una supervisión permanente y un correcto mantenimiento.
Confort y tranquilidad
Pero vale la pena y una conducción más segura es el resultado. Al no haber pedal ni palanca de cambios, la concentración en el manejo se incrementa. En atascos, con paradas y arranques reiterativos, solo hay que estar pendiente de acelerador y freno. Otro punto a favor es la suavidad de los engranajes.
Las ventajas son muchas. En principio, sólo hay que preocuparse por acelerar, frenar y conocer las velocidades: Parking (P), Reverse (R), Neutral (N) o Drive (D). Lo demás es retirar con delicadeza del freno el pie derecho, el único que se utiliza, para comenzar a andar.
Elevados costos
Inconvenientes del cambio automático son su precio, el mantenimiento exhaustivo y mayor consumo de combustible. En algunos modelos los frenos sufren, ya que estos vehículos no disminuyen velocidad con el motor.
Diferentes tipos
Para evitar los inconvenientes del cambio automático, es preciso conocer los tipos que existen.
- En el cambio manual automático, una central controla al pedal de embrague. Lo hace en función de la forma de conducir, las revoluciones y el tiempo adecuado para pasar a otra velocidad.
- En el cambio de doble embrague, las marcas pares e impares están controladas, cada una, por embragues robotizados. Estas computadoras también guían el conjunto doble de selectores de marchas.
- La transmisión variable continua es más sencilla. Solo dos poleas, con un diámetro interior variable, unidas por una cadena.
Cambio hidráulico, varios elementos
Cuando el cambio automático es hidráulico entran en juego varios elementos: un convertidor de par, especie de ventilador en contacto con el motor. Funciona con aceite, que le provee una bomba.
También cuenta con engranajes para cambios de cinco, seis y hasta nueve velocidades. Las válvulas hidráulicas, junto a los discos, inyectan el flujo adecuado de aceite al sistema y están controladas por sensores.
Varios inconvenientes del cambio automático
- La avería del tambor que aloja los discos puede obligar a la sustitución de tirones. En esos casos, las velocidades no responden.
- Las fugas de aceite también son otro inconveniente del cambio automático. Si el coche vibra cuando no está en marcha, es probable que el convertidor esté averiado.
- El mal estado de las válvulas hidráulicas puede ocasionar un flujo deficiente de aceite y por ende fallas en los discos.
- Cuando el convertidor se avería, solo funcionan la primera y segunda velocidad y el retroceso.
- La caja también funcionará mal cuando los sensores, o el módulo electrohidráulico que controla la apertura de las válvulas, registren fallos eléctricos.
- Si la bomba de aceite no envía la cantidad necesaria al resto del equipo, la transmisión no funcionará bien. Uno de los mejores consejos es cambiar el fluido cuando lo indica el fabricante evitará daños en las electroválvulas de las cajas de cambio de doble embrague.
Tendencia en auge
Cada día aumenta la tendencia en favor de estos modelos. La evolución del mecanismo, que supera a los cambios manuales, juega a su favor.
Hasta hace poco tiempo, los fabricantes ofrecían cajas de cambios automáticas solo para modelos de gama alta. Algunos de cuatro velocidades, para gama media, eran muy lentos y poco efectivos a la hora de frenar. Gastaban más gasolina.
Hoy hay una generación más suave, rápida y eficiente en el consumo, gracias a la electrónica. Se ofrece en vehículos de mediano y pequeño tamaño.
Recomendaciones importantes
Para evitar inconvenientes con el cambio automático es prohibitivo cambiar velocidades con el coche en marcha. Se somete la transmisión a una violencia extrema.
Las cajas automáticas están bañadas en fluido. Por esta razón, es importante seleccionar el adecuado y respetar sus intervalos de sustitución.
En el caso de averías, hay que proceder adecuadamente. Antes de remolcar el vehículo se debe ubicar la palanca en N, para evitar serias averías.
La P no es freno de mano. Se descarga el peso de vehículo sobre la caja de cambios y los componentes sufren una elevada tensión que los daña. Lo correcto es colocar primero el freno de mano y luego pasar la palanca a P. Así se evitarán los inconvenientes del cambio automático