¿Cómo elegir la tracción de tu nuevo coche?
La forma en que se distribuye la energía del motor en función del comportamiento de los neumáticos es un asunto significativo. A decir verdad, existen muchos sistemas y todos tienen sus ventajas y desventajas. Elegir la tracción del coche puede ser un asunto complejo.
Por lo general, este es una cuestión trascendental para los amantes de los automóviles todoterreno. Pero más allá de esta afirmación, todos los conductores deberían conocer las características de su sistema de tracción.
Esta información también es bastante útil a la hora de elegir un vehículo. Aquí veremos algunos puntos importantes para conocer un poco más sobre este complejo tema relacionado con la mecánica.
Tracción delantera: La que vemos en casi todos los coches urbanos
Si tenemos un coche urbano, lo más probable es que venga con un sistema de tracción delantera. Esta es bastante común, permite una conducción fluida y está diseñada para agarrar bien las curvas de la ciudad.
Claro que la misma no será suficiente para ir al campo o entrar en la arena. Tanto la tracción delantera como la trasera son insuficientes cuando salimos del pavimento y las condiciones controladas de las zonas urbanas. Así que si queremos más agarre debemos pensar definitivamente en otra alternativa.
Por eso, hoy en día tenemos una opción mucho más completa que es la tracción total. Esta es mucho más equilibrada, fuerte y precisa, aunque todo dependerá de los recorridos y lo que hagamos con nuestro coche.
La tracción total y el diferencial central
Estos mecanismos distribuyen con eficiencia la energía del motor en todas las ruedas de un vehículo. Y decimos “estos” porque existen muchos mecanismos de tracción total en el mercado actual.
De hecho, existe la tracción integral, la conectable, los sistemas Torsen y Haldex, el de acoplamiento viscoso, etc. Añadido a esto, ya se están haciendo muy populares los diferenciales electrónicos, manejados mediante botones. Dependiendo del suelo en donde manejamos, podemos elegir el tipo de tracción conveniente.
Además, dentro de estos mecanismos totales es importante determinar si tienen o no diferencial central. Incluso tenemos los vehículos 4×4 que no tienen este componente, manteniendo sistemas independientes en ruedas delanteras y raseras.
Algunos sistemas de tracción total
El sistema Torsen es una de las novedades del mercado, de los más eficientes con diferencia. Si el coche pierde adherencia, se envía más fuerza al eje que tiene un mayor agarre durante la manobra. La consecuencia también puede ser que el vehículo gaste mucho combustible y recursos energéticos. Por ello, las marcas lo usan cada vez menos.
Un sistema que es mucho más utilizado es el mecanismo Haldex. Su configuración otorga 90% de agarre en las ruedas delanteras y un 10% en las traseras. Cuando hay una pérdida de agarre, se genera una fuerza adicional para compensar. Esta alternativa tiene otro punto positivo: es relativamente económico.
Muy similar al Haldex es el sistema de acoplamiento viscoso, pero su funcionamiento promueve el desgaste disparejo de los neumáticos. Elegir la tracción de este tipo nos obligará a realizar el cambio de llantas cada 10.000 kilómetros, aproximadamente.
Los diferenciales electrónicos
Podríamos decir que estos dispositivos son el futuro de la tracción de los SUV. Nos referimos a sistemas que pueden ser controlados por el conductor desde una botonera. De esta forma, podemos elegir como se distribuye la tracción según el terreno en el que maniobramos.
El hecho de que los fabricantes de coches deportivos utilitarios lo usen, es muestra de su versatilidad. Recordemos que este tipo de automóviles se adaptan a la ciudad y las salidas vacacionales. Al menos eso es lo que persigue ese tipo de productos.
Hasta el momento, la mayoría de los diferenciales electrónicos tienen cuatro modalidades de agarre: para conducir sobre grava, asfalto, nieve y auto.
Lo recomendable es elegir la tracción total
Elegir la tracción del coche más segura es decantarse por la total. Sus diferentes variantes tienen mayor agarre que los utilizados en la delantera, o en las ruedas traseras. El mismo, además, nos permite salir de la carretera con mayores garantías.
Claro que estos mecanismos son los más costosos del mercado. Pero pensándolo bien, esta es una inversión que vale la pena y le da un valor agregado a cualquier coche. En el caso de que no vayamos a salir de la ciudad el agarre delantero es al menos la opción más genérica.