5 tips para conducir un coche eléctrico en invierno
Para conducir un coche eléctrico en invierno hay que poner algunas atenciones especiales. Ciertas precauciones técnicas y de conducción son indispensables para un viaje placentero en la temporada invernal.
La autonomía de este tipo de vehículos puede verse disminuida por las condiciones climáticas; asimismo, las carreteras se encuentran en un estado más peligroso para circular.
5 claves para conducir un coche eléctrico en invierno sin quedarte en el intento
Atención con las baterías
Las baterías bajan su rendimiento de manera considerable con las bajas temperaturas. No queda más remedio que realizar recargas en menores períodos de tiempo. Asimismo, en caso de viajes largos se deben planificar los puntos para la recarga de energía. Si bien los usuarios ya conocen cuál es la autonomía de sus coches eléctricos, en invierno disminuye.
Además del frío, durante esta temporada se utilizan otras funciones que afectan a las baterías. El sistema de calefacción, los limpiaparabrisas y las luces aumentan el consumo.
Para prevenir situaciones indeseadas es mejor calcular un poco menos de autonomía antes de quedar varados en la carretera. Además, usar bien la calefacción es confortable, pero tampoco es necesario llevarla al máximo.
El arranque puede ser el momento de mayor riesgo
El momento máximo de consumo de energía de los motores eléctricos se da cuando empiezan a girar. Es decir, en el momento de su arranque es cuando mayor fuerza alcanzan. No hay que acelerar demasiado al comenzar la marcha, ya que existe riesgo de derrapaje.
Asimismo, en aparcamientos o garajes con rampas hay que tomar precauciones. Lo ideal es colocar la carga en el coche sobre su eje motriz para mejorar la tracción.
Complementar los frenos con el uso del acelerador
En época invernal, conducir un coche eléctrico se dificulta por las carreteras más deslizantes. El uso de los frenos de forma brusca puede generar reacciones peligrosas. En esos casos se recomienda levantar el pie del acelerador para disminuir la velocidad; asimismo, esta técnica de ‘frenado’ favorece a la autonomía de la batería.
Utilizar la regeneración que traen de fábrica los coches eléctricos es de gran ayuda. Un equilibrio entre velocidad, desaceleración y funciones inherentes, son ideales bajo estas condiciones.
Conducción prudente y uso de funciones frente a los factores climáticos adversos
La niebla es un factor que disminuye la visibilidad de forma muy considerable. Tener pleno conocimiento de todas las funciones es fundamental al conducir un coche eléctrico en invierno. Para estos casos hay que utilizar los faros antinieblas, reducir la velocidad y mantener distancia entre vehículos.
Una conducción eficiente también aconseja evitar las luces altas que habitualmente se encienden para ver más lejos. Su encendido afecta negativamente en estas situaciones.
Si lo que caracteriza el traslado es la lluvia abundante, los neumáticos pasan a ocupar un lugar relevante. Con el asfalto repleto de agua las gomas no se adhieren lo necesario; los riesgos son fuertes derrapadas y despistes de la carretera. La solución pasa por la reducción de la velocidad y revisar que la presión de los neumáticos sea la adecuada.
Los vientos laterales son otros de los puntos que generan algún inconveniente en la conducción; de igual modo que con la lluvia, hay que ir más lento. Además, es preciso coger el volante con las dos manos y mantener la concentración para evitar un desliz.
Distribución equilibrada del peso
Todas las medidas para conducir un coche eléctrico en invierno deben apuntar a mejorar la eficiencia. Es beneficioso llevar el menor peso posible y distribuir el mismo de manera equilibrada; la exigencia en el funcionamiento es menor y se gana autonomía.
Conducir un coche eléctrico en invierno con atención aporta seguridad
Siempre hay que tener las mejores condiciones humanas y técnicas para salir en un coche. En invierno, son factores externos los que afectan a un viaje si no hay prevención. Por lo tanto, verificar las condiciones del coche eléctrico garantiza mayor seguridad.
Para viajar tranquilos y tener mejores posibilidades de buenas maniobras, hay que recordar:
- Los neumáticos deben tener la presión adecuada, en los niveles apropiados para el estado de la carretera.
- Equilibrar el peso que se transporta en el coche.
- No acelerar bruscamente en el arranque ni en bajadas.
- Identificar qué tipo de luces utilizar según el clima y la visibilidad.
- Mantener mayor distancia con otros vehículos.
- Planificar las recargas de baterías durante el trayecto que se realizará.
- Reducir la velocidad para favorecer las maniobras y el control del coche.
- Levantar el pie del acelerador para frenar.
Con estos consejos, la conducción de un coche eléctrico en invierno será más segura y con menos riesgos. Y es que la seguridad siempre es el factor más importante a la hora de circular con nuestro vehículo.