Las averías más comunes de un motor de coche
Las averías más comunes de un motor de coche pueden ser de distintos tipos. Nos generan muchas incomodidades y dolores de cabeza, ya que se podría decir que el motor es el corazón del coche.
Atender al cuadro de mandos
Un coche tiene mecanismos interconectados de aviso –conocidos como testigos luminosos– cuando aparece algún fallo, que se detecta en el momento del encendido. Las luces del tablero se encienden para después, de forma natural, apagarse. Si alguna de ellas permanece encendida (alguno de los testigos integrados) es señal de algún problema.
Existen sensores que permanentemente están buscando o monitorizando alguna anomalía en el motor, en la presión –baja– de los neumáticos, etc. Las más comunes son:
- Nivel de aceite.
- Presión del aceite.
- Check Engine.
Nivel de aceite
Un bajo nivel de aceite puede provocar una de las averías más comunes de un motor de coche. Avisa si la cantidad de aceite que necesita el motor es insuficiente o hace falta agregarle más.
Es muy importante, pues si existiese una insuficiencia en el nivel de aceite, puede haber un problema mayor. La falta de aceite del motor implica que no tiene lubricación; las piezas que lo componen rozarán entre sí sin lubricante.
Así, estos niveles de aceite insuficientes tienen como consecuencia que aumente la temperatura de las piezas; ello puede llevarnos a gripar el motor, consecuentemente, con daños de mayor cuantía.
Presión del aceite
Antes de encender un coche, el aceite se encuentra a una baja temperatura. Por esta razón, el instrumento encargado de impulsarlo (la bomba) debe hacerlo con mayor fuerza.
A medida que el coche avanza, el aceite se calienta y no hace falta tanta presión. Si se descompensa ese mecanismo o si la presión es muy alta o muy baja, pueden surgir problemas bastante graves, ya que si no llega suficiente aceite al motor y, nuevamente, podemos griparlo.
Check Engine
Esta señal, al encenderse, puede indicar desde que la tapa de la gasolina esté suelta, hasta problemas de cierta gravedad en el motor, pasando por averías relacionadas con el sistema de contaminación. Son señales, por tanto, que envía el coche y que informan de la necesidad de que el vehículo sea llevado a un mecánico lo antes posible para una diagnosis.
Comportamiento inestable del auto
El motor de un coche está diseñado para que pueda funcionar con suavidad y que el desplazamiento sea predecible; por esta razón, hay que prestar atención a si este se sacude o se agita.
De igual modo, el coche no tiene por qué acelerarse sin que el conductor pise el acelerador. Esta también es una de las averías más comunes de un motor.
Estos temblores se pueden deber a la manifestación de un problema relacionado con las bujías (por lo general, desgastadas). También se puede deber a la obstrucción del filtro de combustible (para evitarlo, cámbialo cuando indique el manual) o a una toma de aire por un tubo de vacío suelto o rajado.
Para mitigar en gran medida todos estros problemas, lo recomendable es que un mecánico revise y realice el mantenimiento del motor una vez al año. Adicionalmente, nosotros mismos podemos vigilar el nivel de aceite cada cierto tiempo, según el kilometraje y la exigencia a la que sometamos a nuestri motor. Todo esto con la finalidad que el propulsor funcione de manera óptima.
Explosiones y vibraciones
Cuando existe un encendido anticipado de la gasolina en la cámara de combustión, sucede una pequeña explosión; incluso el conductor puede escucharla. Esto puede significar que existen detonaciones al interior de los cilindros del motor.
En este caso, uno o varios pistones pueden salir dañados y su arreglo suele ser muy costoso, y es que para subsanar la avería habría que abrir y sacar el motor completo. Eso, o bien comprar una unidad nueva o poner uno del desguace, si bien este tendrá uso y, aunque normalmente no nos dará problemas, hay que revisarlo con un mecánico antes de montarlo por si acaso.
Además, si aparece uno sonido similar a un chirrido, probablemente se trate de una anomalía en el sistema de arranque, o que simplemente la correa de la distribución se haya resecado, por ejemplo.
Por otro lado, cuando ocurre una vibración al hacer los cambios, puede tener relación con el motor o con la transmisión: embrague, caja de cambios, volante de inercia, cojinetes, etc.
Esto no quiere decir que el motor de un coche con desgaste no pueda generar ningún tipo de ruido. Pero cuando este ruido deja de parecer normal, hay que llevarlo al mecánico.
Los olores
Si existe un olor extraño en la cabina de un coche, es indicativo de que algo ocurre. Estos olores pueden ser residuos de aceite o refrigerante que logra filtrarse.
Si el olor es similar al de goma quemada, indica que la correa de distribución o las de servicio están en mal estado debido a un desgaste natural y falta de tensión. También puede oler a quemado si el alternador se esté gripando (incluso puede emitir un ruido similar a ‘gato’), pese a que todavía genera electricidad y en el cuadro no saltará el testigo o luz de la batería.
Humo
Cuando se observa un coche echando mucho humo o con un color extraño, se está ante un problema de motor, que se puede deber al desgaste de los segmentos de los pistones, una avería de junta de culata o a fallos de los inyectores. De cualquiera de las maneras, hay que llevar el coche al mecánico de confianza.