El segundo Volkswagen Amarok llega con genes de Ford
Los segmentos de nicho cada vez tienen menos modelos integrantes. Por ello, cada vez son más los fabricantes que los abandonan o buscan colaboraciones con otros con el objetivo de compartir gastos de desarrollo. Eso han hecho los alemanes con la nueva Volkswagen Amarok de segunda generación. Para crearla se han asociado con Ford.
Es el primer coche resultado de la estrecha colaboración que llevarán a cabo ambas marcas, en este caso emparentándose con el nuevo Ford Ranger. Otros modelos que resultarán de dicho acuerdo son la nueva Ford Torneo Connect, derivada de la Volkswagen Caddy y la Volkswagen Transporter, derivada de la Ford Transit.
Volkswagen se ha animado con una segunda generación tras vender más de 830.000 unidades desde 2010.
Más musculoso
La segunda generación de la Volkswagen Amarok gana tanto músculo como tamaño. Su longitud aumenta en 9,6 centímetros alcanzando los 5,35 metros. Por su parte, la distancia entre ejes aumenta en 17,3 cm hasta los 3,27 metros. Con el incremento de la batalla respecto a la longitud total se consigue reducir los voladizos, que traducido para un todoterreno significa mejorar las capacidades todoterreno, ya que los ángulos de ataque y salida son mejores.
En contrapartida, la anchura se ha reducido en 34 mm hasta los 1,91 metros. La altura depende del tipo de rueda aumentada, pero Volkswagen anuncia un aumento de 10 mm. De serie puede montar desde llantas de acero de 17 pulgadas hasta llantas de aleación de 21 pulgadas como la de las imágenes.
La capacidad de vadeo mejora en 30 centímetros hasta llegar a un total de 80 cm admisibles.
Compensando la menor anchura se ha trabajado en los pasos de rueda para esculpirlos y otorgarle una imagen mucho más dura y musculosa a la que también contribuye la nueva barra antivuelco colocada en la cama posterior. El frontal, por su parte, muestra un rostro mucho más expresivo y agresivo, mientras que la zaga se conforma con unos pilotos más esbeltos y el nombre del modelo grabado en relieve negativo en el portón.
Interior muy americano
Donde más se nota la mano de Ford en el desarrollo del nuevo Amarok es en el habitáculo. Aquí casi la totalidad de los elementos electrónicos vienen del almacén de piezas de la casa americana. Por ejemplo, la protagonista pantalla central tipo Tesla utiliza el sistema operativo de Ford, el SYNC4, ligeramente modificado para cumplir las necesidades de uso y estética de Volkswagen.
Según el acabado —habrá cinco disponibles— la misma podrá ser de 10 o 12 pulgadas. Recoge tanto el infoentretenimiento como la climatización, reduciendo al mínimo el empleo de botones físicos. Se acompaña de una instrumentación digital que podrá ser de 8 y 12 pulgadas según el nivel de equipamiento.
Más allá de la ruleta del volumen, los controles quedan reducidos al selector de cambio y a selector de modos de tracción. Lamentablemente, el freno de mano pasa a ser eléctrico, un gran pero en este tipo de vehículos donde su utilización suele ser más intensa.
Como su hermana de Ford, se fabricará en la misma factoría que esta en Sudáfrica.
Apuesta por el diésel
Con las cifras en la mano, el segmento de las pick-ups está remontando en el mercado europeo. Pese a su aumento de cuota, resulta difícil justificar el ofrecer una amplia gama mecánica; normalmente se suele ofrecer una o dos motorizaciones. La nueva Volkswagen Amarok sí que ofrecerá gran variedad mecánica, siendo posible gracias al ahorro de costes que ha supuesto el desarrollar el coche conjuntamente con Ford.
Dicha variedad consta de seis variantes diésel —según mercados serán menos— y una gasolina como tope de gama. Los diésel parten de un 2.0 TDI con 150 y 170 CV respectivamente. Sobre este está otra versión del 2.0 TDI, esta vez biturbo. Según el mercado, esta será de 204 o 210 CV.
El último diésel será un poderoso V6 de 3.0 litros que de nuevo dependerá del mercado para ofrecer 240 o 250 CV de potencia. Por su parte, el único gasolina de la gama es un 2.3 Ecoboost de origen Ford con 300 CV de potencia. De serie, las versiones con más de 210 CV tendrán un cambio automático de 10 velocidades, mientras que las demás podrán asociarse a un cambio DSG de seis velocidades o a un manual de idéntico número de relaciones.
Puede elegirse entre 2 configuraciones de tracción total 4Motion: 4×4 seleccionable o tracción total permanente.
Estos niveles de potencia son necesarios especialmente para el remolque. Volkswagen anuncia que la segunda generación aumenta su capacidad de carga hasta los 1.160 kg, mientras que el techo es capaz de soportar 350 kg.