Venturi Volage Concept
Venturi es una marca nacida en Francia a mitad de los 80 con una sola misión: competir entre los grandes deportivos. Pero salvo en algunos muy puntuales momentos de gloria, la compañía no las ha tenido todas consigo. Uno de los mayores intentos fue con este Venturi Volage Concept.
Ya en el nuevo milenio decidieron apostar por un segmento con un solo dominador: el de los coches deportivos eléctricos. El Venturi Volage ha sido su apuesta más arriesgada: aunque hasta la fecha, las posibilidades de ver a este modelo circular libremente por las calles parecen estar cada vez más remotas.
Venturi Vs Ferrari
Gérard Godefroy y Claude Poiraud, dos empleados de una empresa de carrocería, desarrollaron un deportivo biplaza durante sus tiempos libres; después se atrevieron a presentarlo en el Salón de París de 1984.
El prototipo causó sensación, tanto como para que algunos inversores se empeñaran en financiar su producción en serie. Con la inyección de capital también se decidió la sustitución de la ‘y’ por la ‘i’ en el nombre. Estaba claro que Venturi iría tras Ferrari y los demás coches deportivos.
Durante las dos últimas décadas del siglo XX, la compañía sacó al mercado algunos modelos que destacaron, tanto por sus diseños vanguardistas, como por rendimiento y prestaciones. Coches como el Venturi 210, que ofrecían líneas tan futuristas, que varios lustros más tarde apenas han envejecido.
Además, desde Venturi también se fueron realizaron aportes interesantes a la industria; como ejemplo, la instalación de serie frenos de carbono en todos sus vehículos.
Pero la poca producción terminó por restar la rentabilidad de la empresa. Si bien siempre se visualizó como un fabricante de carácter ‘exclusivista’, el número de unidades vendidas era tan bajo que no alcanzaban a cubrir los costes de producción.
Como medidas desesperadas en busca de relevancia y de un público un poco más amplio, en 1992 entraron a la Fórmula 1. (Apenas obtuvieron un punto durante toda la temporada). También intentaron con una competición automotriz monomarca.
Nada funcionó y con el cambio de siglo se declararon en bancarrota. El fin de Venturi, el rival francés de Ferrari que nunca fue, parecía que había llegado.
La competencia a Tesla
En el año 2001, antes de la aparición de Tesla, Venturi decidió incursionar en el mercado de los coches deportivos eléctricos .
Los diseñadores mantendrían el perfil de exclusividad de sus anteriores etapas y sus modelos empezarían a ser fabricados solo por encargo y comercializados de manera directa.
Los cambios se hicieron evidentes a simple vista. Su línea de diseño se volvió extravagante, combinando elementos postmodernos con guiños a los inicios de la industria. A pesar que la mayoría de sus modelos no han pasado de ser prototipos, la marca sigue vigente.
Venturi Volage: el deportivo del futuro
Audaz es un buen adjetivo para definir lo que la compañía, ahora radicada en el Principado de Mónaco, busca con el Venturi Volage. Un roadster biplaza completamente eléctrico, desarrollado en conjunto con la gigante de los neumáticos Michelín.
Uno de los elementos más llamativos es la incorporación del sistema Michelín Active Wheel. Dos motores eléctricos acoplados en cada eje. Uno de ellos se ocupa de la suspensión, mientras que el otro ofrece 55 kW para poner en movimiento el coche. Esto lo convierte en la práctica en un verdadero 4×4, con 300 cv.
El Venturi Volage tiene un chasis construido en fibra de carbono, con 3.96 metros de largo, por 1.94 de ancho y 1.23 de alto. Sin motor de combustión fósil y prescindiendo de innumerables sistemas mecánicos relacionados.
Además de estar elaborado con materiales ligeros, el peso del Volage es de apenas 1.075 Kg. Equipa dos baterías de ión de 350 kW, con una autonomía que alcanza los 320 kilómetros a una velocidad promedio de 90 Km/h. Es capaz de pasar de 0 a 100 en menos de cinco segundos y velocidades máximas en torno a los 150 Km/h.
¿El deportivo del presente?
Durante su presentación al mundo en el ya lejano 2008, el Venturi Volage dejó en el aire algunas dudas. El tiempo para recargar sus baterías, aspecto que en líneas generales sigue siendo una de las materias pendientes de los coches eléctricos, es una de ellas.
El tiempo de carga estimado es entre cuatro y ocho horas, dependiendo de la potencia ofrecida por el fluido eléctrico. Otra cuestión son sus 150 kilómetros por hora de velocidad máxima; una cifra que parece realmente discreta, tratándose de un deportivo.