Toyota Aygo, el pequeño de la casa

Este pequeño utilitario del segmento A se mueve con soltura en su hábitat natural, que no es otro que el de la ciudad; gira en poco espacio, se aparca fácilmente, goza de buena habitabilidad y tiene un consumo bajo
Toyota Aygo, el pequeño de la casa

Escrito por Alberto Fuentes

Última actualización: 19 marzo, 2018

En 2015, Toyota, Citroën y Peugeot colaboraron juntas para la creación de un vehículo del segmento A. Por tanto, el 108, el C1 y el Aygo comparten muchas similitudes en chasis, motores y gran parte del interior. No ocurre lo mismo con la estética exterior, donde el Toyota Aygo quiso desmarcarse con un diseño más futurista.

Desde su llegada en 2005, este pequeño utilitario ha tenido muy buena aceptación por parte del público, pero a esta última generación le está costando más conseguir el éxito de sus antecesores.

Tal vez sea porque hoy día casi todas las marcas tienen un representante de este tamaño o porque vehículos como los nuevos SUV urbanos, o los magníficos modelos que se pueden encontrar en el segmento B, hacen mucho más grande el abanico de posibilidades.

Diseño del Toyota Aygo

La marca japonesa ha querido hacer un vehículo original y futurista, y con este modelo ha dado en el clavo. Se trata de un coche francamente llamativo, principalmente por los efectos que produce con la combinación de colores en la carrocería.

En el frontal de este Toyota Aygo destaca una ‘X’ de gran formato que cruza toda la parrilla hasta llegar a los retrovisores. Este diseño confiere al pequeño de la casa un aspecto deportivo y avanzado.

Toyota Aygo: trasera
Trasera del Toyota Aygo.

En la parte trasera pasa algo parecido, pues juega con los colores para conseguir formas originales. El portón se monta en negro, independientemente del color de la carrocería.

Habitabilidad

Este Toyota Aygo mide 3,45 metros de largo, en la media del segmento. Disponible con tres y cinco puertas, este pequeño resuelve muy bien el tema del espacio interior, donde cuatro adultos podrán acomodarse sin problema.

En las plazas delanteras ha mejorado respecto a su antecesor, ya que ahora el asiento del conductor también puede regularse en altura. El volante, igual que en el anterior modelo, también podemos ajustarlo en altura, aunque no en profundidad.

En el centro del salpicadero tenemos una pantalla táctil de siete pulgadas desde donde podemos controlar casi todas las funciones. Otra cosa que nos llama la atención es que no dispone de rejillas de ventilación centrales, únicamente en los laterales. Sinceramente, para el tipo de uso que se les da a estos vehículos no lo vemos como un inconveniente.

Toyota Aygo: interior
Interior del Toyota Aygo.

Aparte de la pantalla central, el salpicadero es bastante sencillo, sin grandes complicaciones, por los que resulta muy fácil adaptarse a su ergonomía y te sentirás cómodo al poco rato.

En la parte trasera, únicamente destinada para dos personas, hay el espacio suficiente para sentirte cómodo. Salvo que los pasajeros de las plazas delanteras midan más de 1,80 metros no tendremos falta de espacio con respecto a las piernas.

La zona más sacrificada de este Toyota Aygo es el maletero. Solo disponemos de 168 litros de capacidad, menos que rivales como el Seat Mii o el Mitsubishi Space Star, con 251 y 235 litros respectivamente.

Dinámica

Una puesta a punto de la suspensión bastante blanda hace que el Aygo sea un coche muy cómodo en ciudad, pues filtra los baches de forma notable. El diámetro de giro es muy pequeño, lo que favorece movernos con mucha soltura en la selva urbana.

Es en carreteras de curvas donde notamos un balanceo acusado de la carrocería. Obviamente, como pez fuera del agua, no es la zona de trabajo para la que fue diseñado. Aunque nos permitirá movernos por estas vías con cierta seguridad, su manejo está lejos de lo que ofrece un vehículo del segmento B en la actualidad, algo que le ocurre a casi todas sus alternativas.

En vías rápidas el Toyota Aygo saca pecho por su estabilidad lineal, y es sencillo mantener la trayectoria a pesar de tener una dirección muy desmultiplicada. Apenas se percibe el agarre que tienen las ruedas delanteras a través del volante.

Toyota Aygo: lateral
Lateral del Toyota Aygo.

Motor

Sí, lo ponemos en singular porque solo podemos equipar al japonés con un motor 1.0 atmosférico que entrega unos humildes 69 CV. En principio no parece muy esperanzador, pero cuando subimos a este Toyota Aygo en la báscula, y vemos que no llega a los 900 kilos de peso, nos damos cuenta de que es más que suficiente.

Disponible con cambio manual de 5 velocidades o automático, sus prestaciones varían en función de la elección. Necesita 14,2 segundos para pasar de 0 a 100 km/h con la caja manual y 15,5 segundos para la automática. La velocidad máxima no varía, con 160 km/h.

Debido a su baja cilindrada, es a partir de 2 000 rpm cuando empezamos a tener más fuerza a disposición del pie derecho. Mantiene un empuje muy lineal, y aunque en ningún momento otorga una aceleración fuerte, sí mueve con soltura el coche.

Los consumos, con 4,1 litros a los 100 km según el fabricante, se sitúan en la media de sus competidores. En uso normal es sencillo sacar medias de 5,5 litros.

Precios

Este Toyota Aygo parte de los 12 000 € que cuesta la versión x-play de tres puertas y cambio manual, y llega hasta los 13 750€ de la versión x-cite de cinco puertas y cambio automático. Es un precio un poco superior a sus rivales: un Seat Mii, por ejemplo, parte de los 9.900€, pero es cierto que el nivel de equipamiento que trae compensa la diferencia.

Este tipo de vehículos tienen como baza principal una estética atractiva, por encima de la habitabilidad o la dinámica. Un claro ejemplo de ello es el Fiat 500, el referente en este mundillo. Si este Toyota te entra por los ojos, el resto no te defraudará.