Peugeot 308 2022, más que preparado para competir con el incombustible Golf
Peugeot ha desvelado al fin la tercera generación de su compacto, el Peugeot 308. Además de presentar mejores credenciales que nunca para batir al incombustible Volkswagen Golf, este modelo llega con una nueva imagen de marca bajo el brazo. Los franceses vuelven a sus orígenes, salvando las distancias, con su nuevo emblema.
Con carrocería de 5 puertas, familiar SW y una completa gama mecánica que incluye por primera vez hibridación, el nuevo Peugeot 308 ha dado un salto cualitativo que lo posiciona incluso como una alternativa a los compactos premium. La ganancia en calidad y tecnología refuerzan este planteamiento.
El modelo se comercializará en España en los acabados Active Pack, Allure, Allure Pack, GT y GT Pack. En cuanto a precios, estos parten de los 23 000 euros sin descuentos, aunque en el caso del diésel de acceso la cifra asciende a 26 000 euros. Como es de esperar, la hibridación es la opción más costosa, con un precio de salida de 34 700 euros.
Las primeras unidades llegarán a los concesionarios españoles a lo largo del mes de octubre.
Vestido de gala a la francesa
Desarrollado sobre la tercera versión de la plataforma modular EMP2 del Grupo Stellantis (unión de FCA y PSA), el Peugeot 308 altera sus dimensiones notablemente para dar lugar a una imagen más agresiva y una planta más elegante. Su longitud aumenta en 11 centímetros, la batalla incrementa en 5,5 centímetros y la altura se reduce en 2 centímetros.
Con este drástico cambio el compacto francés luce una imagen más esbelta, con un largo capó bastante horizontal que termina en una parrilla muy vertical. El modelo recuerda un poco a la primera generación del BMW Serie 1 en ese aspecto, salvando las distancias.
Todo el frontal se ha diseñado para lucir con orgullo el nuevo escudo, con una gran parrilla de patrón diamantado y unas ópticas muy delgadas que pasan a contar con la luz diurna en formato vertical. Este recurso viene siendo usado en cada vez más modelos y hace referencia al colmillo del león que utilizan los fabricantes como emblema.
Se ha jugado con los volúmenes y los reflejos para ganar sensación de anchura en los pasos de rueda.
Según el acabado, las ópticas pasan a ser Matrix LED en lugar de Full LED, mientras que en la parte posterior se mantienen sin cambios, pero en 2 variantes: triple barra diagonal con la luz antiniebla y de reversa desplazadas al paragolpes. Como en el 208, se prescinde de una barra continua de luz, aunque en su lugar hay una moldura negra que une ambos pilotos.
Otro detalle interesante es la ubicación del escudo en la aleta justo antes del corte de la puerta, al más puro estilo de Ferrari. Desconocemos si será un extra o no, pero no se puede negar que llama la atención. Por último, serán 7 los colores disponibles: verde, azul, rojo, negro, gris y dos tipos de blanco.
Nueva generación del i-Cockpit
Si con el nuevo emblema y la nueva línea de diseño los fabricantes quieren mostrar al exterior la imagen de marca, con el habitáculo se pretende hacer lo propio para los afortunados que monten en el coche. Ha pasado casi una década desde que conociéramos la primera iteración del i-Cockpit y ahora estamos ante la 3ª generación de este concepto.
El i-Cockpit se distingue de cualquier diseño interior por la disposición de sus mandos. La instrumentación, ahora digital de 10” y con gráficas en 3D, se ubica por encima del salpicadero, con un volante más pequeño de lo normal localizado más abajo (para facilitar la lectura) como seña de identidad principal.
El maletero cubica 412 litros en el compacto y 608 litros en el familiar SW.
Las formas generales pasan a ser más barrocas pero mejor terminadas, con un salpicadero en varios niveles y las tomas de aire en todo lo alto. La zona central queda presidida por una pantalla de 10” semi-integrada. Esta se complementa con otra pantalla de menor tamaño justo debajo, personalizable para controles de atajos.
Por debajo de ambas sí encontramos controles físicos de tipo aviación. No son los botones de la climatización, sino accesos directos a diferentes funciones. Un túnel central elevado separa ambas plazas delanteras, quedando aquí ubicados los comandos para los modos de conducción y, en las versiones automáticas, un pequeño selector de marchas.
Oferta mecánica
Sumergidos en una etapa de transición entre tecnologías, los fabricantes se inclinan a crear productos específicos de nicho con la nueva-futura tecnología (vehículos eléctricos) o a ofertar gamas mecánicas completísimas con las que adaptarse al gusto y necesidad del mayor número de personas. Con dicha situación, podemos hablar del nuevo Peugeot 308 como un coche del segundo grupo.
Esto es algo totalmente justificado, teniendo en cuenta que será un coche de volumen y el que popularizará la nueva imagen de la marca. Con todo, nos encontramos con 3 versiones térmicas (gasolina y diésel) y dos híbridos enchufables.
En cuanto a las versiones térmicas, en gasolina se ofertará un mismo bloque 1.2 PureTech de 3 cilindros disponible con 110 y 130 CV. Este último estará disponible con un cambio automático EAT8, además del manual de 6 relaciones de serie. Por su parte, en diésel solo encontramos el 1.5 BlueHDi de 130 CV con cambio manual y automático.
Las dos variantes enchufables son las ya vistas en otros modelos del grupo. La más básica ofrece 180 CV combinados y una autonomía eléctrica de 60 kilómetros, mientras que la opción de 225 CV aún debe de homologar la autonomía eléctrica según el ciclo WLTP.
En ambos casos, se parte de un motor gasolina de 150 y 180 CV respectivamente, al que se le acopla un motor eléctrico de 81 kW para alcanzar la potencia conjunta que nunca es la suma de ambas. Indiferentemente del nivel de potencia, todas las variantes se complementan de una alternativa del cambio automático (conocida como e-EAT8).