Mercedes SL, un gran turismo descapotable chapado a la antigua
El Mercedes SL es un modelo un tanto peculiar dentro de la gama del fabricante germano. La diversificación que han sufrido todos los segmento en los que milita la marca han propiciado que este espectacular descapotable quede relegado a una posición de exclusividad, convirtiéndose en un coche de nicho.
Su andadura comercial comenzó en los años cincuenta y actualmente a la venta se encuentra la sexta generación, que data de 2011 y fue renovada en 2016. Con esta actualización se introdujeron mejoras en el sistema multimedia y un rediseño exterior e interior.
Mezcla de conceptos
El exterior de la sexta generación cuando salió al mercado expresaba a la perfección cual era el camino tomado por la marca cuando su eslogan era “Algo está pasando en Mercedes”. Sin embargo, ese tiempo ya pasó y con la última actualización se han introducido ideas más acordes con los últimos tiempos, por lo que el exterior del SL combina una mezcla de conceptos estilísticos.
Dos etapas en una carrocería. No es algo que suela acabar bien, pero en el caso del SL, resulta espectacular. Agresivo y elegante al mismo tiempo. El frontal, largo y bajo, cuenta con la parrilla Panamericana y unos afilados grupos ópticos con tecnología LED para todas sus funciones. Esta agresividad se calma en un perfil donde el único elemento destacado es la toma de ventilación tras el paso de rueda delantero, homenaje al primer SL, todo un clásico.
Por su parte, la zaga apenas ha variado y es de agradecer, ya que el diseño inicial estuvo muy conseguido. Desde 2016, los paragolpes cuentan con nuevas formas y los pilotos se han actualizado.
No querrás bajarte del habitáculo
Al igual que el exterior, el interior combina elementos de la pasada generación de Mercedes con los últimos lanzamientos. Recientes son el sistema multimedia y sus controles, al igual que el volante. Por lo demás, conserva todas las líneas maestras ya conocidas, con las tomas de ventilación inspiradas en la aviación y el uso de cuero de alta calidad para cubrir todas las superficies.
Motores V6 y V8 como única opción
La gama mecánica del SL es bastante reducida, contando únicamente con dos opciones de gasolina. El primero de ellos, el SL 400, equipa un propulsor V6 turboalimentado que entrega una potencia de 367 CV a las ruedas traseras. Por otro lado, el SL 500 monta un propulsor V8 turboaliementado que entrega una potencia de 455cv, también al eje trasero.
En cuanto a la transmisión, solo se encuentra disponible un cambio automático de nueve velocidades 9G-TRONIC, mismo que ya montan otros modelos de la casa. Se trata de un cambio por convertidor de par que desde su estreno en 2013 está dando muy buenos resultados por su correcto funcionamiento.
Una vez en carretera, lo que más destaca es la posición de conducción tan baja que presenta, desde la que el capó parece no tener fin. Con el cambio no hay problema ninguno, ya que siempre busca las marchas más altas, por lo que no busques un comportamiento muy deportivo a bordo de un SL.
Mejor se siente el motor y la suspensión. El primero de ellos entrega toda su fuerza desde muy bajas revoluciones, por lo que un adelantamiento o un acelerón por diversión no será problema, a nada que le pises te pondrás a velocidades ‘ilegales’. En cuanto a la suspensión, hereda del Clase S Coupé el conocido como Active Body Control, que inclina la carrocería en curvas (de 15 a 180 km/h) para reducir el balanceo y la fuerza lateral a los ocupantes.
Disponible a partir de 119.700 euros
El Mercedes SL es un coche caro, que poco a poco a ido perdiendo fuerza dentro de la gama de la firma alemana, y es que con la diversificación que ha sufrido, la competencia la tiene en casa. Se ha convertido en un coche de nicho, por lo que sus tarifas no son precisamente accesibles. Algo similar le ocurre a su principal rival, el BMW Serie 6.
La versión más básica, el SL 400, tiene un precio de partida de 119.700 euros sin opciones, mientras que si se opta por el SL 500 la etiqueta marca un mínimo de 145.000 euros.
La última decisión corre a cargo del comprador como es de esperar, pero viendo la amplia gama de cabrios de la que dispone Mercedes, sería bueno plantearse un modelo inferior como un Clase E Cabrio cargado hasta los topes de equipamiento o desembolsar un poco más y hacerse con un Clase S Cabrio, mejor en todos los sentidos. Cambiando de tercio, si lo que buscas es un descapotable puramente deportivo, mejor mirar el AMG GT.
Datos del Mercedes SL
- 2 puertas
- 2 plazas
- Maletero: 356 litros (235 litros con la capota bajada)
- Tracción trasera
- Motores V6 y V8 con potencias de 367 CV y 455 CV respectivamente
- Consumo y emisiones: desde 7,7 l/100 km y 175 g/km de CO2
- Cambio automático de 9 velocidades
- Precio: desde 119.700 €