Mercedes-AMG GT-R
Si prácticamente cada modelo de la gama Mercedes cuenta con su versión firmada por AMG, ¿qué hacer para mejorar un producto que por defecto ha sido desarrollado íntegramente por este departamento deportivo? La receta es simple, y los alemanes la han aplicado a la perfección.
Se llama AMG GT-R, y es una vuelta de tuerca al más que correcto deportivo de Mercedes, que en esta versión se ha radicalizado sustancialmente. Se han enfocado sus mejoras a un mejor rendimiento en circuito, lo que le convierte en un rival digno del Porsche 911 GT3 RS.
Su presentación tuvo lugar a mediados de 2016, pero las primeras unidades no llegaron al mercado hasta 2017, y lo hicieron con cuentagotas.
El AMG GT ha ido al gimnasio
La versión más bruta de la gama del deportivo alemán no puede describirse mejor con otra palabra: bruto. Todo el coche se ha vuelto más ancho y bajo, con nuevos pasos de rueda, un paragolpes con aerodinámica activa y mayor refrigeración con nuevas tomas de aire (también en los laterales), un nuevo difusor y un alerón trasero fijo. En cuanto al techo, ahora es de fibra de carbono.
Por si fuera poco, la marca tuvo la gran idea de presentarlo al público con un llamativo verde mate que le ha valido el apodo de ‘Hulk’. Sin embargo, este cuesta la friolera de 10 900 euros y no es la única opción estética con ese precio.
Sería interesante una comparativa cara a cara contra un Nissan GT-R Nismo de 600 CV, apodado como ‘Godzilla‘, otra de las ‘bestias’ del asfalto.
A consecuencia de todas las mejoras introducidas en este modelo, solo estará disponible como versión Coupé, ya que un GT-R Roadster rompería con la filosofía para la que ha sido creado el coche.
Además, por si el GT-R se te queda corto, la marca está desarrollando una versión Black Series aún más potente y radical; prácticamente un coche de carreras para la calle.
Habitáculo mejorado sutilmente
En el interior, las principales diferencias con un GT normal se encuentran en un volante más deportivo, un nuevo pedalier y asientos más deportivos. Además, se incluyen diversos elementos decorativos que confieren un aspecto más racing al conjunto, como cinturones y costuras en contraste o la línea central en lo alto del volante.
Porque más siempre es mejor
En el caso del GT-R todo ha sido aumentado al máximo posible, y es que en esta versión el propulsor V8 4.0 biturbo ha sido exprimido hasta unos sorprendentes 585 CV. Por otra parte, el cambio automático de 7 velocidades ha sido recalibrado y la tracción revisada para una mejor entrega de potencia.
Pero en la mecánica no están las únicas mejoras. Las suspensiones, más bajas y rígidas, están preparadas para su uso en circuito, al igual que los frenos, que pueden ser carboceránicos.
Como no podía ser de otra forma en un coche casi de competición, el control de tracción ha sido modificado. Este es manejable a través de un nuevo mando giratorio situado en el centro del salpicadero.
Al volante
A diferencia del AMG GT convencional, el GT-R se siente mucho más duro y puro una vez en marcha. Todos los componentes del tren de rodaje, que han sido modificados, tienen ahora una puesta a punto más rígida pensada para soportar mejor el uso en circuito, terreno donde el coche se siente como en casa.
La carga aerodinámica generada por los alerones móviles del paragolpes delantero, el difusor y el alerón pegan el coche al suelo, por lo que la velocidad punta se ve limitada de forma natural a un máximo de 318 km/h. Nada de controles electrónicos en este aspecto.
Un sobresaliente para Mercedes. Puede ser algo radical para su uso en el día a día, pero ese no es el propósito para el que ha sido creado este coche.
La cuenta por favor
Como bien explicamos recientemente, la única versión disponible del AMG GT-R lo hace en formato cupé, por lo que la gama es lo más sencilla posible. Su precio es desde 199 224 euros, sin equipamiento opcional alguno, por lo que nada más sumar los impuestos correspondientes y cualquier elemento extra se nos iría a los 210 000 euros sin problema.
Es un coche que vale cada euro que cuesta y, que debido a la situación actual del mercado, lo más previsible es que no pierda valor alguno. Como virtud, nada más salir del concesionario probablemente valdrá más que nuevo, lo que lo convierte en una herramienta perfecta para la especulación, algo que lamentamos.
Datos del Mercedes-AMG GT-R
- 3 puertas
- 2 plazas
- Maletero: 175 litros
- Tracción trasera
- Motor V8 4.0 biturbo con una potencia de 585 CV
- Consumo y emisiones: desde 11,4 l/100 km y 259 g/km de CO2
- Cambio automático de 7 velocidades
- Precio: desde 199 224 euros