Mercedes-AMG E 43 / 63 / 63 S
Una vez más, el preparador oficial de la firma de la estrella –AMG– se ha puesto manos a la obra con su berlina más reciente, el Mercedes Clase E. Al igual que sucediese con la generación precedente, las carrocerías Coupé y Cabrio no han recibido el tratamiento de AMG, por lo que solo esta disponible como berlina y el Estate familiar.
Rival directo de coches como el BMW M5, juega en la liga de las berlinas de altas prestaciones del segmento E Premium, aunque en mercados como el americano existen opciones de similares prestaciones –incluso superiores– y precio más contenido. Veamos qué novedades trae la nueva generación de este Mercedes tan especial.
Enfatiza su carácter deportivo
Una de las primeras diferencias que saltan a la vista es el cambio estético que ha sufrido el Clase E. Si bien los AMG 43 se diferencian por las cuatro salidas de escape, el resto de sus cambios se traducen en un kit estético AMG que bien podría montar el diésel más asequible. Mal por Mercedes.
Sin embargo, para los dos ‘pata negra’, los AMG 63 y 63 S las cosas son diferentes. Todo el frontal ha sido rediseñado y cuenta ahora con un agresivo paragolpes, que presenta unas prominentes tomas de ventilación para ese enorme motor, mientras que la parrilla muestra un diseño exclusivo. Como curiosidad, las dos jorobas del capó –de aluminio– son un guiño al deportivo AMG GT.
En el perfil destacan los pasos de rueda ensanchados para dar cobijo a unas ruedas enormes: 19 pulgadas en la versión 63 y 20 pulgadas para el 63 S.
Sin embargo, lo más llamativo se encuentra en su zaga. Se trata del prominente difusor con cuatro colas de escape y el spoiler en el portón, el cual suele verse muy reducido, pero que en este caso salta a la vista.
Diseño interior
Cara al interior, como era de esperar, los cambios son mínimos, sutiles; pero al mismo tiempo efectivos, ya que el habitáculo luce ahora mucho más llamativo y deportivo.
Destaca el nuevo volante, con formas más envolventes, unos asientos que simulan ser backets –con buenas orejas para la sujeción lateral– y los nuevos materiales para la consola central y salpicadero, como la fibra de carbono.
V6 y V8 turboalimentados
En las tres versiones disponibles hay dos componentes que se mantienen sin cambios, al menos en parte. Es el caso de la transmisión y el tren motriz, y es que el cambio automático de 9 velocidades 9G-TRONIC es la única opción disponible.
De igual modo, la tracción total 4MATIC es de serie en todos los modelos AMG, aunque en los más potentes pasa a ser 4MATIC+; una nueva variable de este sistema que permite un comportamiento similar al de un tracción trasera, configuración de la que hacía gala el E AMG hasta la llegada de la presente generación.
Como si de un hermano menor se tratase, la versión AMG 43 se conforma con un ‘modesto’ propulsor V6 turboalimentado de 3,0 litros y una potencia de 401 CV y 520 Nm de par. Con este motor es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 4,6 segundos, mientras que la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h.
Al mismo tiempo, las versiones AME E 63 y 63 S hacen uso de un propulsor V8 biturbo de 4,0 litros y una potencia de 571 y 612 CV, respectivamente.
Con estos números no sorprenden sus escalofriantes cifras de aceleración: 3,5 y 3,4 segundos para cada uno en el 0-100 km/h. La velocidad máxima, por su parte, se mantiene limitada electrónicamente a 250 km/h en ambos casos.
Precios
La gama de precios para un AMG E es considerablemente amplia, y es que la diferencia entre los E 43 y E 63 S es la suficiente como para comprar otro vehículo de la casa Mercedes. Eso sí, es un coche que vale cada euro que cuesta, algo bastante común cuando se habla del trabajo realizado por la empresa alemana.
Podremos acceder a un AMG E 43 desde 89 350 euros, cifra que aumenta hasta casi los 100 000 euros si lo equipamos con lo mejor que hay en la lista de opciones. 132 700 euros es el montante a desembolsar por el pequeño de los hermanos V8, cifra que aumenta hasta los 146 125 euros para la versión más potente.
Al contrario de lo que sucede en modelos como el AMG SL, la diferencia entre las dos versiones ‘pata negra’ sí es asumible y justificable gracias a las mejoras del 63 S, lo que le convierte en la opción más recomendable.
Alguna de estas mejoras son un modo de conducción extra (Race), un diferencial electrónico en vez de mecánico, soportes del motor activos y unos discos de freno mayor diámetro en el eje delantero (carbocerámicos en opción).
A todos estos precios habría que sumar unos 5 000 euros de querer la versión familiar, independientemente de la variante elegida, ya que está disponible en todas ellas. Desde luego que es una opción a considerar si lo que se quiere es llevar a la familia con espacio de sobra a alta velocidad y el Audi RS6 Avant no terminó de gustarte.
Datos del Mercedes-AMG E
- 4 y 5 puertas (Sedan y Estate)
- 5 plazas
- Maletero: 540 y 640 litros (Sedan y Estate)
- Tracción total 4MATIC y 4MATIC+
- Motores V6 y V8 biturbo con potencias de 401, 571 y 612 CV.
- Consumo y emisiones: desde 8,2 l/100 km y 187 g/km de CO2
- Caja de cambios automática de 9 velocidades 9G-TRONIC
- Precio: desde 89 350 euros