Lamborghini Centenario, el homenaje perfecto al fundador de la marca
Con motivo del 100 aniversario del nacimiento de Ferruccio Lamborghini, fundador de la marca italiana, estos lanzaron una edición limitada conocida por el nombre de Lamborghini Centenario.
De sobra es conocida la división de preparaciones especiales One-Off de Lamborghini, encargados de crear deportivos únicos y diferenciados del resto de la gama aunque tomen a estos como base. No solo es estética, dado que todo el conjunto es modificado, incluido el tren motriz.
En el caso del Lamborguini Centenario el modelo que sirvió de base fue el excelente Lamborguini Aventador, deportivo que ya se utilizó anteriormente como base para el Lamborguini Veneno como intento para rivalizar con el McLaren P1 entre otros.
Diseño exterior e interior
Al tratarse de una versión especial, los diseñadores no han tenido que ceñirse a unos parámetros concretos sobre los que desarrollar el estilo del coche. Con el Lamborghini Centenario hubo carta blanca para estos, logrando un conjunto que intimida, ancho, bajo, largo y sobre todo, agresivo. Sin embargo, todo es funcional.
Las enormes entradas de aire, todos los pliegues de los paneles están ahí para mejorar el flujo de aire, aunque ciertos elementos tienen. Tanto el chasis monocasco sobre el que se sustenta la carrocería como esta misma están realizadas en fibra de carbono.
El punto más destacado y característico del Centenario es su zaga. Esta zona se compone por unos enormes grupos ópticos y uno de los mayores difusores jamás vistos. Una vez en su interior nos damos cuenta de que sí, bajo toda esa fibra de carbono se esconde un Aventador, aunque no sin cambios.
Se ha utilizado la fibra de carbono para decorar casi todo el habitáculo en combinación con el cuero y la alcántara. El volante prescinde de todos sus botones, y la consola central abandona la difusa botonera a favor de una pantalla de 10 pulgadas en posición vertical, al más puro estilo Tesla.
Especificaciones
La principal consecuencia de tomar como base al Aventador es que equipa el mismo propulsor y tren motriz, eso si, convenientemente modificado. El motor situado en posición central trasera es un V12 atmosférico montado a 60º cuya estirpe se remonta al Lamborghini Miura.
Este propulsor alcanza los 770 CV a 8500 rpm y un par máximo de 690 Nm a un régimen de 5500 rpm. Con tanta potencia no es de extrañar que alcance los 350 km/h y los 100 km/h desde parado en menos de tres segundos. Es un misil de tierra. Por su parte, la caja de cambios es automática de siete relaciones ISR.
También mantenía la tracción total con diferencial autoblocante trasero tipo Haldex. Las suspensiones son ‘push-rod’ como las de la Fórmula 1, así como los discos de frenos carbocerámicos.
A todo este compendio mecánico se le suma una trabajada aerodinámica activa y pasiva. La parrilla frontal es activa, para mejorar la refrigeración o la aerodinámica, los bajos están carenados y el alerón posterior es ajustable en varias posiciones, como también ocurre con el Bugatti Chiron.
Lamborghini Centenario, exclusivo y caro
Como miembro de la gama One-Off de Lamborghini, el Centenario ha sido producido en una limitada tirada por la que hubo que pagar una importante suma de dinero. En total se fabricaron 40 unidades de este especial deportivo, 20 coupés y 20 Roadsters.
Mientas que la producción fue la misma para las dos carrocerías, los precios si diferían uno del otro. La versión de techo cerrado se ofreció a partir de 1,75 millones de euros sin impuestos, cifra que se elevaba hasta los 2 millones –también sin impuestos– para la versión Roadster.
Pequeña y gran pantalla
Pese a la exclusividad del modelo en cuestión, el Lamborghini Centenario se ha dejado ver tanto en la pequeña como en la gran pantalla. El deportivo italiano tuvo el honor de ser el coche de portada del videojuego Forza Horizon 3, lo que le otorgó mayor fama entre los más jóvenes y aumentó el ritmo de ventas.
También se pudo ver al Centenario en los cines de medio mundo, y es que fue uno de los coches protagonistas del filme Transformers 5: El último caballero, compartiendo pantalla con todo un clásico como es el Citroën DS.