Ford GT Mk II, edición limitada de circuito con ADN de Le Mans
Solo unos cuantos afortunados tendrán acceso al Ford GT Mk II. Se trata de una edición limitada a 45 unidades que solo podrán circular por los circuitos, y que trata de acercar a los clientes que opten por este bólido americano a la más emblemática carrera de resistencia, las 24 horas de Le Mans donde la firma del óvalo salió victoriosa cuatro veces con su Ford GT40 entre 1966 y 1969.
Presentado recientemente en el Festival de la Velocidad de Goodwood (Inglaterra), este superdeportivo –basado en el modelo de calle, pero inspirado en el de carreras– presenta una seria de innovaciones enfocadas al rendimiento, tales como mejoras aerodinámicas, reducción de peso y mayor potencia del motor, dado que en su desarrollo no se ha visto restringido por ninguna normativa de competición.
Diseño aerodinámico e interior de competición
Si el Ford GT estándar no dejaba indiferente a nadie, la estética del Ford GT Mk II es cuanto menos espectacular por una apariencia radical cuyo sentido es totalmente funcional. Si bien el frontal y el capó resultan muy similares a la versión de carretera, el splitter, el difusor delantero, las lamas de ventilación y los deflectores equilibran la gran carga aerodinámica que genera la zaga.
La toma de aire del techo se encarga de alimentar el refrigerador del motor auxiliar, el embrague y la transmisión, lo que es más que conveniente dado el uso extremo al que va destinado.
Sin embargo, es la parte trasera la que de verdad llama poderosamente la atención. Al brutal difusor se le suma el enorme alerón posterior, que sobre sale a lo ancho de la carrocería. Así, con todos los aditamentos es capaz de generar un 400 % más de carga aerodinámica que el modelo de fabricación en serie.
El interior tampoco se queda atrás. Además de percibirse toques de fibra de carbono y un habitáculo con jaula de barras antivuelco, el pequeño volante de carreras remata un conjunto en el que se integra un baquet Sparco hecho a medida –con un arnés de seguridad de seis puntos– y que, opcionalmente, puede ser acompañado con un asiento para el copiloto.
El Ford GT Mk II incorpora un sistema de adquisición de datos MoTeC que ofrece información de útiles parámetros para el piloto en la pista.
Comportamiento dinámico y motor
Son varias las claves que hacen del Ford GT Mk II una máquina eficaz en la pista. A la radical aerodinámica se le une un ahorro de peso de casi 100 kilos gracias a la supresión del sistema de suspensión de altura regulable y los modos de conducción, por lo que los amortiguadores ajustables de cinco vías trabajan con la altura fija más eficiente en lo que a la aerodinámica se refiere.
Equipado con neumáticos de competición Michelin Pilot Sport GT, es capaz de generar un agarre por encima de los 2 G de fuerza lateral.
En lo relativo a los frenos, Ford asegura que el rendimiento a la hora de detener el vehículo es superior incluso que en el modelo de carreras. El sistema es de discos carbocerámicos, con frenos delanteros Brembo de 394 milímetros y de 358 milímetros detrás alojados en llantas de aluminio forjado de 19 pulgadas.
Como adelantábamos al principio del artículo, el desarrollo de este bólido no se ha visto condicionado por ninguna normativa de competición, por lo que su potencia resulta ser mayor que la del modelo de carreras. Así, el V6 3.5 turboalimentado desarrolla nada menos que 700 CV, lo que supone 200 CV más que el coche que corre en Le Mans.
Precio del Ford GT Mk II
El precio siempre es un problema para estas ediciones especiales. Y es que si te plantearas darte el capricho, tendrías que invertir a partir de un millón de euros para hacerte con una de las 45 unidades del Ford GT Mk II que, eso sí, seguro que se revalorizan por su escasez y espectacularidad.
Probablemente, por la mitad de precio aproximadamente se pueda adquirir una de las 250 unidades anuales –o menos– que se producen del Ford GT de fabricación en serie, que seguramente sea más interesante por aquello de que es legal sacarla del el garaje para dar una vuelta por la calle cuando apetezca.