Ferrari 812 Superfast, el súmmum del motor V12 atmosférico
A los que nos gusta la conducción valoramos la inmediatez de respuesta ante cualquier input sobre el acelerador. Es decir, que el pedal del gas sea totalmente fiel a los movimientos del pie derecho. Y el súmmum de ello es el propulsor V12 –porque por cada vuelta de cigüeñal hay más cadencia de explosiones de los cilindros– aspirado, sin turbo. Eso sin contar con el embriagador sonido de este Ferrari 812 Superfast.
Por desgracia, cada vez quedan menos motores atmosféricos de gran cilindrada por culpa de las normativas para combatir emisiones, que gravan a los más contaminantes. En su lugar, se recurre al downsizing mediante turboalimentación con el objetivo de rebajar consumos y emisiones al mismo tiempo que se mantienen –e incluso mejoran– las prestaciones.
Pero la firma del Cavallino Rampante se resiste a dejarnos huérfanos de estos motores tan especiales. No solo es la respuesta o el sonido lo que nos cautiva, sino esa capacidad de estirar las revoluciones que poquísimos motores turboalimentados pueden lograr sin sufrir turbolag, o sin entregar la potencia de forma no tan lineal, porque habría que recurrir a turbinas de gran tamaño.
Parece que de momento no hayamos hablado en concreto de este coche tan especial, pero es que el Ferrari 812 Superfast tiene un propulsor que enamora en todos los sentidos. Y no solo eso, sino que también cuenta con un interior lujoso pero muy deportivo a la vez, por no hablar de una estética cautivadora.
Ya lo decía Enzo Ferrari: “No vendemos coches, vendemos sueños“.
Diseño escultural
Es difícil describir con palabras la estética de un bólido tan perfectamente diseñado. Si tuviéramos que decir lo que es en una frase sería lo siguiente: un deportivo con capó alargado –para albergar el V12– y zaga tipo fastback porque su techo presenta la caída hasta el maletero. El lateral es atlético, gracias a los prominentes pasos de rueda, a las llantas de 20 pulgadas y a la forma que adquiere la puerta por la salida de aire de los frenos delanteros.
Si nos centramos en el frontal de este Ferrari, lo primero que impresiona es la anchísima entrada de aire del paragolpes, seguida de unos faros Full LED cuyo diseño se integra perfectamente con las ‘rasgadas’ tomas de aire del capó.
En la parte trasera, más allá de su difusor con cuatro salidas de escape, destacan los tradicionales pilotos redondos resguardados por un spoiler muy bien proporcionado. Al final del guardabarros hay un bypass que la firma italiana asegura que sirve para incrementar la carga aerodinámica.
Un interior pensado para lo que importa…
Es cierto que de un deportivo de altos vuelos como este se puede esperar un habitáculo lujoso. Pero –y es todo un acierto– el Ferrari 812 Superfast no está recargado por dentro. Lógicamente, los tapizados y revestimientos son de materiales de máxima calidad. Se combinan perfectamente la piel lisa y perforada, el aluminio y los detalles y costuras en rojo por los asientos, consola central, salpicadero y volante, multifuncional y achatado por abajo.
Llama la atención el efecto flotante de componentes como las salidas de ventilación.
Potente y divertido al límite
La disposición mecánica del Ferrari 812 Superfast propicia un reparto de pesos bastante equilibrado –47 % delante y 53 % para el eje posterior– con un momento polar de inercia no excesivamente bajo, lo que lo hace divertido y noble al límite en cuanto a reacciones.
Es así gracias a que su largo V12 está colocado como motor central-delantero y a que está dispuesta como transaxle su transmisión automática –con grandes levas en el volante– de doble embrague y 7 velocidades (muy rápida en en los cambios, por cierto). Esto quiere decir que está localizada en el eje trasero (su eje motriz), en lugar de estar montada justo a continuación del propulsor.
Para hacer las cosas más fáciles si queremos deleitarnos con el sobreviraje, se ha implementado el Ferrari Slide Slip Control (SCC), una ayuda electrónica por la que se puede ir de lado sin peligro de perder el control y darse media vuelta. Aunque el sistema no sea el mismo, en el Ford Focus RS hay un Drift Mode con el que es muy sencillo ir deslizando la zaga con control.
Además, para favorecer la agilidad de un coche que no es precisamente ligero o pequeño –1 567 kilos en vacío y 2,72 metros de batalla– se ha incorporado un sistema de ruedas traseras directrices, proveniente del ya descatalogado Ferrari F12 TDF, con el que comparte plataforma y buena parte de componentes mecánicos.
Se trata del primer Ferrari con dirección eléctrica asistida.
No podíamos acabar este apartado sin mencionar lo mejor. Su motor atmosférico V12 6.5 rinde la friolera de 800 CV a 8 500 rpm –aunque corta a casi 9 000 rpm– y un par máximo de 718 Nm a 7 000 rpm, pero con un 80 % disponible desde las 3 500 rpm. Así, completa el 0-100 km/h en 2,9 segundos, y encima con una respuesta inmediata al pedal del gas.
Precio del Ferrari 812 Superfast
Pocos serán los afortunados en este mundo de poder disfrutar de este espectacular Ferrari 812 Superfast, porque desde luego que su precio está al alcance de bolsillos bien llenos. Si alguna vez te sobran 339 000 euros ya sabes dónde invertirlos…