DS 4, compacto premium al estilo francés
Basado en el Citroën C4, el DS 4 comparte plataforma, motores y gran variedad de componentes con el veterano francés. El Grupo PSA, con su nueva marca independiente por fin desvinculada de Citroën, da un paso más en cuanto a lujo, diseño y deportividad.
Rediseñado en el 2015, da opción a optar por dos variantes del modelo: el DS 4 conocido hasta ahora y una variante nueva, Crossback, con una imagen más SUV, pasos de rueda en negro sin pintar para mejorar su protección, una mayor altura libre al suelo, etc.
No solo existen cambios estéticos en el disfrazado C4, también mejora el equipo de suspensiones, la dirección y los acabados interiores.
Diseño
Con 4,27 metros de longitud, la marca francesa ha sabido dar un toque premium a su compacto.
En la parte frontal, la parrilla estrena nuevo formato, más grande y con el emblema de la marca posicionado en el centro. Los grupos ópticos también son de nuevo formato y todos disponen de tecnología LED.
En la vista de perfil, destacan unas ventanas traseras muy pequeñas, consecuencia de una estética caprichosa que no solo queda ahí, sino que además no son nada practicas, dado que no las podremos abrir. Para rematar la gran cantidad de inconvenientes que genera su atrevido diseño, DS ha decidido situar los tiradores de las puertas traseras en el pilar C, con las dificultades que supone su apertura para un niño.
La parte trasera no ha sufrido grandes cambios en su última actualización, con un diseño que rebosa exceso de veteranía. Los pilotos ahora cuentan con tecnología LED y poseen un adorno cromado en la parte inferior. Con 1,52 metros de altura, el DS 4 parece más alto de lo que es en realidad. Aunque está por encima de la media, esta sensación no la tenemos con un Nissan Pulsar, con el que comparte cota de altura.
Estéticamente, la nueva versión campera del DS 4, el Crossback, nos parece más atractiva. Con las barras cromadas en el techo, una mayor altura al suelo, y unos paragolpes rediseñados, tiene un aspecto más premium y actual.
Interior
Tanto el DS 4 como el DS 4 Crossback, mantienen el mismo interior con las mismas versiones, por lo que la información es válida para ambos.
En las plazas delanteras, nos encontramos con el salpicadero del Citroën C4. Solo al pasar la mano por la parte alta del salpicadero y cuando tocamos las piezas podemos ver que la calidad general es mejor, sobre todo en las versiones que llevan piel en el salpicadero.
Tiene una pantalla multifunción situada en posición bastante elevada, lo que facilita su uso, donde se manejan la mayoría de parámetros. Los mandos de la climatización tienen su botonera particular, y esperemos que siga siendo así en las próximas generaciones porque es un acierto.
En las plazas traseras comienzan los problemas para el compacto francés. Lo mires por donde lo mires está por debajo de la media. El espacio para las piernas es más propio de un utilitario, y la anchura a la altura de los hombros hace que tres adultos viajen muy apretados. Un Opel Astra o un Kia Ceed están mucho mejor resueltos en estas aspecto.
El maletero, con 359 litros, también está por debajo de la media de sus competidores.
Dinámica
En carreteras amplias y rápidas, el DS4 se presenta como una alternativa para alguien que busca un coche cómodo y silencioso. Al igual que el vehículo del que procede, es muy bueno para recorrer gran cantidad de kilómetros sin que los ocupantes noten demasiada fatiga. Es estable y muy agradable de conducir.
En carreteras de montaña la cosa cambia, y aunque es ligeramente mejor que el citroën C4, porque cuenta con una suspensión sensiblemente más dura, no llega al nivel dinámico de un Ford Focus o un Volkswagen Golf. Sus reacciones, aunque neutras y predecibles, son de coche pesado y no es difícil hacer cabecear el frontal del coche si aumentamos el ritmo.
La versión Crossback, con un centro de gravedad un poco más elevado, presenta un balanceo un poco más acusado, pero inapreciable a ritmo normal.
Motores
La marca francesa ofrece una amplia gama de motores:
- Gasolina: el motor de acceso es un 1.2 PureTech con turbo que entrega 130 CV de potencia. Un motor que le va como anillo al dedo a este DS, acelerando de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos. Por encima, tenemos el 1.6 THP también con turbo pero con dos rangos de potencias: 165 y 210 CV. Este último destaca por su bajo consumo, con solo 5,9 litros a los 100 kilómetros recorridos, pero no por sus prestaciones para la potencia que declara: pasa de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos.
- Diésel: parte de un 1.6 BlueHDI de 100 CV de potencia, una potencia escasa para un vehículo de estas características. Por encima tenemos el ganador en ventas del modelo, también con el 1.6 BlueHDI pero con 120 CV, que logra unas prestaciones correctas y un consumo de récord, con 3,8 litros/100km. Los que busquen un plus de potencia tienen el 2.0 BlueHDI con 150 o 180 CV, esta última solo disponible con cambio automático.
Precio
Parte de los 21.030 € que cuesta el 1.2 PureTech con el acabado Design, hasta los 39.080 € que nos pide la marca por el 2.0 BlueHDI de 180 CV en la versión Crossback y el acabado Terre Rouge.
Son precios elevados si los comparamos con los compactos generalistas, pero más económicos que los de el Volvo V40, un rival en potencia.
El DS 4 se queda algo escaso en su segmento
El DS 4 y la versión Crossback son modelos que atraen a aquellos a los que no les guste tener el mismo coche que su vecino, a quienes les guste un cierto carácter premium que sea cómodo y llamativo.
Son muchas las virtudes de este francés producido por DS Automobiles, pero también son muchas las carencias, como son el espacio interior o el diseño algo anticuado del salpicadero. Pero ese no es su principal problema, sus pesadillas se llaman BMW Serie 1, Audi A3, o Volvo V40. Ya hay mucha carne en la parrilla.