Audi RS7 Sportback, microhíbrido y disponible con 5 plazas
No es que contar con la plaza central de atrás sea algo decisivo para el cliente potencial de un Audi RS7 Sportback. Pero nunca está de más la utilidad de esta opción en caso de ’emergencia’. Lo que sí podría ser un argumento de venta es la microhibridación a 48V, y no por eficiencia, sino para eludir las restricciones al tráfico en grandes capitales azotadas por la contaminación, gracias a la etiqueta ECO de la DGT.
Presentada en el Salón del Automóvil de Frankfurt (IAA), esta berlina deportiva de 5,01 metros, que competirá con duros rivales como los también alemanes BMW M6 o el Mercedes-AMG E63, estará disponible en los concesionarios a finales de este mismo año.
Diseño del Audi RS7 Sportback
Algo que aporta músculo al exterior del Audi RS7 Sportback es el ensanchamiento de la carrocería en 40 milímetros, con aletas más prominentes que el Audi A7 Sportback del que deriva –este solo disponible en cuatro plazas– y con el que solo comparte, además de su línea cupé, cuatro paneles: capó, techo, puertas delanteras y portón trasero.
El frontal presenta una parrilla Singleframe, plana, ancha y sin contraste en los bordes, con una rejilla de ‘panal de abeja’. Cabe destacar las grandes entradas de aire laterales con forma triangular y un splitter aerodinámico en en el borde inferior del paragolpes.
Los faros y pilotos son LED, si bien están disponibles los Matrix LED adaptativos, los cuales van acompañados –al igual que los pilotos– de intermitencia dinámica.
En cuanto al lateral, las taloneras son específicas y cuentan con inserciones de aluminio, mientras que las llantas son de 21 pulgadas y van revestidas de enormes neumáticos en medida 275/35; opcionalmente, se pueden equipar llantas de 22 pulgadas con cubiertas en tamaño 285/30.
En la zaga no pasará desaparcibido el difusor, como tampoco lo hará un alerón que, a partir de 100 km/h, se extenderá desde el portón para rematar la apariencia de una parte trasera ya de por sí atractiva.
Interior del Audi RS7 Sportback
Dentro del Audi RS7 Sportback se respira un ambiente tecnológico y sofisticado. No hay más que empezar por un salpicadero tapizado por arriba en piel y con aluminio en la parte inferior, materiales que se combinan con toques de carbono –opcionales, como las inserciones de mandera natural gris-marrón o aluminio mate– en los paneles de las puertas y en la consola central. Los detalles en rojo –incluido costuras de la tapicería e iluminación ambiente– tampoco pasan desapercibidos.
Si bien el tejido Alcántara –un acierto por su buen agarre– está presente en el volante achatado y en los asientos, estos se pueden pedir en cuero perforado con diseño de panal (foto) y función de ventilación.
Si bien las pantallas digitales aumentan la sensación de modernidad, como crítica hay que señalar lo baja que está la del sistema de infoentretenimiento, algo que puede distraer por apartar demasiado la vista de la carretera, de ahí que sea recomendable equipar el Head-Up display. Eso sí, también cabe alabar que se pueden proyectar varios parámetros:
- Visión general de la temperatura de los componentes del sistema de propulsión.
- Presión y temperatura de los neumáticos.
- Fuerzas G máximas.
- Par y potencia.
- Temperatura del aceite.
- Presión de sobrealimentación.
- Tiempos por vuelta en circuito.
- Aceleración.
Hay un testigo luminoso que indica el momento de subir de marcha, cuando se ha alcanzado el máximo régimen de giro del motor.
En cuanto a las ayudas a la conducción, que incrementan la comodidad y un mayor nivel de seguridad activa, va bien equipado. Cabe destacar el control de crucero adaptativo, el asistente de cruces, la advertencia de cambio de carril, la alerta de bordillos y las cámaras de 360º.
De maletero, que se abre y cierra de manera eléctrica con manejo mediante el pie, va sobrado con 535 litros, y llega a los 1390 litros con los asientos traseros abatidos.
Dinámica y mecánica
Los subchasis y suspensiones del Audi RS7 Sportback están fabricados principalmente en aluminio y cuentan tanto en el eje delantero como en el trasero con un diseño de cinco brazos con el que controlar de manera separada fuerzas longitudinales y transversales. Ello asegura mayor agarre y reacciones más progresivas ante una pérdida de adherencia.
La suspensión de serie es de tipo neumática adaptativa con control de altura y dureza de la amortiguación. Esta cuenta con control de nivel automático y tres modos de ajuste específicos. En la posición normal va 20 milímetros más bajo que un A7 Sportback con suspensión estándar, y que baja 10 milímetros más a partir de 120 km/h. También hay un modo ‘lift’ que eleva en 20 milímetros la carrocería.
Mediante la suspensión opcional RS con Dynamic Ride Control (DRC) se mejora la estabilidad al reducir los movimiento de cabeceo y balanceo. Los amortiguadores cuentan con válvulas integradas que intensifican la diferencia entre los modos de conducción, que influyen también en la gestión del motor y caja de cambios, sistema de escape, dirección y diferencial trasero. Estos son: comfort, auto, dynamic, efficiency y los personalizables RS1 y RS2 (que pone el control de estabilidad en modo deportivo).
También se puede optar por un sistema de dirección a las cuatro ruedas. A bajas velocidades las ruedas traseras viran en dirección opuesta a las delanteras con un ángulo de giro de hasta 5º, lo que mejora la maniobrabilidad en la urbe y en curvas cerradas; a velocidad intermedia y alta cambian de dirección de igual manera que las delanteras, pero hasta 2º, lo que mantiene estable su trayectoria.
Por su parte, los frenos de serie son de discos perforados y ventilados, de 420 milímetros delante y 370 milímetros detrás. Los frenos cerámicos opcionales son de 440 milímetros y 370 milímetros detrás, y reducen en 34 kilos la masa no suspendida y rotacional, lo que siempre mejora la eficacia de la suspensión y la aceleración.
Todo lo anteriormente citado ayuda a tener bajo control la gran caballería que se esconde bajo el capó. Se trata de un V8 biturbo de 600 CV y 800 Nm que catapulta al RS7 de 0 a 100 km/h en solo 3,6 segundos. La velocidad punta está limitada electrónicamente a 250 km/h, pero puede llegar a los 280 km/h con el paquete dynamic y a 305 km/h con el dynamic plus.
También hay disponible un sistema de escape deportivo que, en los modos de conducción personalizables RS1 y RS2, puede emitir un sonido más ‘racing’ o más equilibrado.
La potencia es transmitida a través de una caja de cambios Tiptronic de 8 velocidades –con levas al volante– hacia las cuatro ruedas motrices en una proporción inicial 40:60, aunque puede pasar hasta un 70 % al eje delantero y un 85 % al trasero, que puede equipar como opción un diferencial deportivo que distribuye el par entre las ruedas de dicho eje. El resultado es un comportamiento más neutro y ‘divertido’.
Incluye Launch Control, para hacer salidas con la máxima tracción posible.
Por último, el control de par selectivo individual para cada rueda aplica ligeramente los frenos de las ruedas interiores antes de alcanzar un deslizamiento excesivo, lo que ayuda a ceñir al coche a la trayectoria marcada por el volante. Y es que con la masa que tiene este gran turismo conviene tener controlado el subviraje…
Nota: la marca aún no ha ofrecido el precio del Audi RS7 Sportback.