Medidas para evitar la fatiga al volante
La Dirección General de Tráfico ha indicado que casi el 30% de los siniestros viales son producidos por fatiga del conductor. Esto significa que emprender largos viajes sin descansar es uno de los factores de peligro en las carreteras españolas. Aunque muchos no lo crean, evitar la fatiga al volante es asunto de vida o muerte.
Esta estadística cobra mayor importancia durante las temporadas vacacionales. Los accidentes producidos por cansancio ocurren con frecuencia en carreteras que conectan las zonas más urbanas con pueblos o con la costa.
En este sentido, los profesionales que conducen durante la madrugada y hacia destinos lejanos en distancia también deben tener la cautela necesaria.
Afortunadamente, combatir el cansancio en las carreteras es relativamente sencillo si planificamos y tomamos algunas medidas prudenciales. Descansos, hidratación y la gestión de otros aspectos será de gran ayuda. Revisemos algunas medidas para evitar la fatiga al volante.
Mantener una buena hidratación
Al recorrer largas distancias, es imprescindible mantener una buena hidratación corporal. De esta forma se oxigena el cerebro, lo que nos permite mantener activo el sistema nervioso. Por eso, siempre se recomienda llevar una botella de agua.
Una bebida en particular que puede contribuir a combatir el sueño es el refresco. Aún cuando no es la mejor opción para hidratarnos, este producto cuenta con ciertas cantidades de cafeína que resultan adecuadamente estimulantes.
En caso de decantarnos por esta alternativa, los refrescos de cola son los más eficientes para mantenernos alerta. Comer un desayuno balanceado que incorpore vegetales verdes antes de salir, también podría ser de mucha ayuda.
Unas buenas gafas de sol serán de utilidad
Uno de los factores que genera mayor cansancio es la incidencia directa del sol en los conductores. Si vamos por la carretera y nos exponemos a la luz solar, nuestros ojos se cansarán con mayor rapidez; es evidente que este es un factor que implica una mayor exigencia a los órganos oculares.
Para contrarrestar el agotamiento visual, se pueden utilizar gafas de sol cuya oscuridad sea moderada. Algunas tienen filtro UV, mientras que otras permiten una visión similar a la resolución HD; estas últimas son ideales para conducir sin perder nada de vista.
La necesidad de hacer paradas de descanso
Muchos conductores detestan hacer paradas y, por el contrario, prefieren cubrir amplias distancias en tiempos cortos. Probablemente el mejor método para evitar la fatiga por la conducción al volante es realizar descansos periódicos.
De hecho, algunos expertos nos recomiendan hacer paradas cada 200 kilómetros recorridos, para que podamos estirar el cuerpo y las piernas, y desenfocarnos de la vía.
De igual manera, muchos especialistas aconsejan tomar descansos de 45 minutos por cada cuatro horas de viaje.
Dormir bien antes del viaje
Dormir bien antes de realizar un recorrido largo debe formar parte de la planificación de cualquier viaje en carretera. Si planificamos estar en carretera durante más de cuatro horas, lo correcto es dormir previamente unas siete u ocho.
Viajes más extensos requerirán largas horas de descanso y relajación para el conductor durante el día anterior, entre otras cosas para evitar multas por despiste. Esta medida adquiere mayor trascendencia cuando el momento de partida ocurre durante la madrugada.
Incorporación de tecnologías para evitar la fatiga al volante
Los coches acutales tienen funciones digitales que facilitan la gestión de la conducción y la hacen más segura. Es así como tenemos a disposición algunos elementos como los asistentes de mantenimiento en carril y sistemas de frenado automático, que son capaces de prevenir descuidos y errores humanos.
Añadido a esto, también existen los sistemas de detección de fatiga y sueño. Estos constan de sensores dispuestos en el volante, que distinguen patrones cuando conducimos en alerta o con sueño; pueden corregir levemente el trayecto y hacer sonar una alarma para despertarnos.
El sistema también nos indicará la necesidad que tenemos de aparcar para tomar un descanso. Por más que estos mecanismos eleven el precio de los coches, su adquisición podría ser una gran inversión en seguridad. Implementarlos será de gran utilidad, ya que podrían salvar nuestra vida.
Todo lo antes mencionado nos lleva a la necesidad de una planificación previa ante la posibilidad de recorridos largos y nocturnos. En este sentido, el mayor enemigo será la improvisación y una excesiva confianza en las capacidades propias.
Un último truco muy efectivo es mantener un clima refrescante dentro del automóvil mediante el aire acondicionado. Un poco de frío mantendrá a nuestro sistema nervioso activo y con un estrés moderado que nos quitará el sueño.