Conoce el nuevo ciclo de homologación WLTP
A partir del mes de septiembre de 2018 entrará en vigor un nuevo ciclo de homologación para todos los coches producidos, el WLTP. Con este nuevo sistema se pone fin a 26 años del ciclo NEDC, del cual se aprovechaban los fabricantes para anunciar consumos inferiores a los reales.
Aunque la idea de sustituir el ciclo NEDC se venía gestando desde hace tiempo, no cabe duda de que casos como el conocido ‘Dieselgate’ de Volkswagen han forzado su introducción para este mismo año. Ya sea en emisiones o consumos, los fabricantes tendrán más difícil engañar a los consumidores.
Y es que el principal problema que había con el ciclo NEDC era lo artificial que era el proceso de homologación. Cada coche era sometido a unas condiciones de uso perfectas e irreales, al igual que la climatología simulada. El resultado de esta práctica eran consumos casi imposibles de igualar en el día a día.
El ciclo WLTP tendrá validez mundial, pero será aplicado solo en Europa, Japón e India en un primer momento.
Todo tiene su fin, y en el caso de las homologaciones el culpable tiene nombre: ciclo WLTP. Este nuevo método se divide en cuatro fases que simulan circulación urbana, carretera, circunvalaciones y autopistas. Además, se han modificado todas las pruebas del proceso de homologación, para quedar de la siguiente manera.
El kilometraje total de la prueba se duplica y pasa a ser de 23,25 kilómetros, mientras que la duración aumenta en 10 minutos hasta alcanzar la media hora. La velocidad media se ha aumentado hasta los 46 km/h y la máxima hasta los 131 km/h, 12 y 11 km/h más que antes respectivamente.
También se reducirá el tiempo en el que el vehículo puede detener la marcha hasta un 13%, al igual que se reduce la temperatura inicial de la prueba hasta los 14º C. La temperatura sera variable, a diferencia de los 25º C constantes del ciclo NEDC.
Beneficios para el consumidor
Con el nuevo ciclo WLTP el consumidor se beneficiará principalmente de conocer cuáles serán los consumos y emisiones reales del vehículo que está interesado en comprar. Personalmente, no me gustaría nada comprar un coche que me gusta menos que otro porque gaste 2,0 l/100 km menos y que luego ese ahorro no sea cierto.
Los cambios que se producirán pueden determinar qué coche nos sale más rentable comprar, si un diésel, gasolina o híbrido, sin dejar de lado a los eléctricos.
Otro beneficio surge de una consecuencia. El aumento del consumo oficial de muchos coches de combustión hará que gran cantidad de compradores se decanten finalmente por un coche ecológico, ya sea híbrido, eléctrico, o adaptado a GLP, lo que repercutirá en un aire más limpio para todos.
Si bien el ciclo WLTP comenzó a utilizarse desde febrero de 2017, todavía se permite la venta de coches homologados con el ciclo NEDC hasta septiembre de este año, cuando el WLTP termina de implementarse por completo. Estos nos deja con un stock de 100 000 vehículos en nuestro país en busca de dueño este mes de agosto.
Este generoso stock debe liquidarse, o de lo contrario no podrán venderse, por lo que el consumidor gozará de suculentos descuentos por parte de las marcas.
Consecuencias
La llegada del ciclo WLTP no es del todo bienvenida porque, pese a sus mejoras, sus consecuencias afectan de lleno a los consumidores, quienes tendrán que pagar los platos rotos de unos fabricantes que aprovechaban un vacio legal para engañar.
La cifra de consumo oficial subirá, y aunque se asemeje a la real, será la primera la que afectará a los impuestos a pagar una vez se compra el coche. Hablamos del impuesto de matriculación, además de otros impuestos que varían según la comunidad. A más consumo/emisiones, más impuestos.
Si en los coches de combustión aumentarán sus consumos homologados, en el caso de los vehículos eléctricos, la autonomía anunciada se reducirá considerablemente, con variaciones de hasta el 20% en algunos casos.