¿Sale rentable importar un coche?
Importar un coche es una opción que muchos compradores se plantean, entre otras razones para conseguir una buena máquina a un precio moderado. Para acometer con éxito esta aventura, se deben tomar en cuenta ciertos aspectos.
Cubriendo todos los detalles y tras una evaluación minuciosa, comprar un auto en el exterior y traerlo a España, puede resultar más que rentable.
Buena planificación
Adquirir un coche, bien sea un vehículo kilómetro cero o de segunda mano, debería ser siempre un proyecto que debe llevarse a cabo calculando bien cada acción a realizar. Aún cuando la compra se efectúe en el mercado interno, son muchas las variantes que se deben tomar en consideración.
Si se trata de importar un coche, todas las precauciones deben intensificarse. El análisis investigativo sobre el bien a comprar debe ser más detallado. Además, entran en escena elementos distintos, que nada tienen que ver con la acción de invertir dentro de las fronteras nacionales.
¿Por qué importar un coche?
Esta pregunta casi siempre tiene una única respuesta: por economía. Todavía considerando los gastos agregados que implica el proceso de nacionalización, así como el traslado del auto al suelo patrio, importar un coche puede salir considerablemente más barato que comprarlo en el mercado local.
Puede suceder que la importación no siempre sea la opción más económica. En líneas generales, se consiguen más y mejores beneficios cuando se trata de vehículos dentro del mercado de oportunidades, nacional o internacional.
Un coche kilómetro cero, ¿importado?
Cuando se trata de vehículos que se consiguen nuevos en los concesionarios nacionales, traerlo de fuera no tiene mucho sentido. Principalmente porque el precio de venta al público es prácticamente el mismo; incluso en ocasiones, en España se consiguen hasta más económicos.
El panorama es distinto con los coches de segunda mano. Dentro de algunos de los países miembros de la Unión Europea, se pueden conseguir excelentes ofertas.
Otro aspecto a considerar, es que las leyes y las normativas que regulan la compraventa de estos bienes, suelen ser mucho más exigentes que las locales; lo que también implica un valor diferencial positivo de mucha valía.
¿Dónde comprar?
Es casi una tradición buscar coches de segunda mano en el mercado alemán. Los precios de unidades con menos de cinco años de servicio son realmente atractivos; adicionalmente, se trata de un parque de vehículos bien cuidado.
Por otra parte, la legislación germana es especialmente vigilante dentro de este sector. Hacer trampa a los contadores del kilometraje es poco menos que una misión imposible.
Pero Alemania no es la única opción. Un poco más cerca, Bélgica es otro buen lugar para salir en busca de un turismo para uso familiar. Muchos de los vehículos que ruedan en las calles de Bruselas y demás pueblos y ciudades de este país del noreste del continente, provienen precisamente de tierras germanas.
Se trata de un flujo comercial constante, por lo que la oferta supera por mucho la demanda; ello da como resultado precios realmente bajos.
Francia e Italia, otras opciones
Menos tradicionales que Bélgica, pero sobre todo que Alemania, Francia e Italia también son buenos mercados desde donde importar un coche de segunda mano.
Una de las ventajas que ofrece el país galo es la cercanía, además de contar con precios bastante competitivos y con un sistema regulatorio todavía más estricto que el alemán.
Quienes buscan un auto deportivo de oportunidad, no hay mejor lugar para encontrarlo que en Italia. Marcas como Porsche, que para la mayoría resultarían utópicos en España, en Italia pueden conseguirse hasta por menos de la mitad del precio.
¿Desde Estados Unidos?
Importar un coche desde el país norteamericano tiene sus ventajas; traer modelos como un Ford Mustang puede resultar muy rentable. Sin embargo, este es un proceso que requiere de mucha paciencia; sobre todo, al esperar la llegada del auto después de sortear con éxito el proceso de compra.
Acudir a un concesionario
En España hay varias empresas que se encargan de traer vehículos desde el exterior, según los requerimientos de cada comprador. Además de cobrar por sus servicios, hay que abonar el traslado en camión, cuyo coste oscila entre los 600 y los 900 €. Todo el proceso puede demorar alrededor de seis semanas.
Procesos internos
Con el coche en ya en casa, toca cumplir con los requisitos estipulados en la legislación española para circular sin inconvenientes. Estos incluyen el pago de algunos impuestos y la homologación de la ITV; luego habrá que afrontar la contratación de la póliza de seguro obligatoria.