Conducción en mojado, trucos para evitar un accidente
Conducción en mojado
La lluvia es el fenómeno climatológico que más accidentes en carretera causa. La conducción en mojado es una asignatura pendiente para la mayoría de los conductores, y con unas nociones básicas disminuiría el dato de siniestralidad.
El momento más crítico en un día de lluvia para el agarre de los neumáticos es cuando caen las primeras gotas de agua. En ese momento la calzada aún está sucia, con partículas de polvo y arena, aceite u otras sustancias que forman una película resbaladiza.
Los componentes más importantes para afrontar una conducción en mojado con garantías son los neumáticos. El estado de las gomas de tu coche va a ser decisivo en sus reacciones; no importa el coche que tengas, pues si el dibujo de las cubiertas es inferior a 1,6 milímetros, el vehículo va a sufrir para mantener el agarre suficiente.
A continuación vamos a ver una serie de consejos para rebajar al mínimo el riesgo de accidente cuando nos adentramos en la carretera con lluvia.
1º Aumenta la distancia de seguridad
En condiciones normales, con el asfalto seco, los 50 metros que debemos dejar con el coche que nos precede son suficientes para realizar una frenada de emergencia sin colisionar con él. Sin embargo, con el asfalto mojado no pasa lo mismo, la distancia de frenado aumenta considerablemente y la visibilidad disminuye.
Debemos doblar la distancia de seguridad, no solo por la distancia de frenado, sino también por evitar el ‘efecto spray’ que levanta el coche de delante y que impide ver de forma nítida los movimientos o las luces de freno del coche de delante.
Cuando adelantamos a otro coche, ya sea en autovía o en carretera nacional, debemos ser conscientes de que si volvemos al carril al poco tiempo de adelantarlo reduciremos su visibilidad con el agua que levanta nuestro vehículo.
2º Reduce la velocidad
Si tu media de velocidad es ligeramente inferior a la que llevas con buenas condiciones, reduces notablemente las posibilidades de sufrir el temido aquaplaning: efecto producido cuando los neumáticos no son capaces de evacuar el agua que hay en la calzada, lo que provoca la flotabilidad de la goma.
Este peligroso fenómeno se ve acentuado por un dibujo de la rueda poco marcado, así que cuanto más profunda sea la banda de rodadura, más agua pueden evacuar. Si optamos por equipar nuestro coche con unos neumáticos de invierno o especiales de lluvia minimizamos las probabilidades de sufrirlo.
Si vemos una acumulación de agua en la calzada que puede provocar aquaplaning, lo más importante es no frenar; reduce la velocidad soltando el acelerador, pues si frenas puedes perder el control del vehículo. Agarra el volante firmemente y superarás el charco sin problemas.
3º Enciende las luces
Mantener las luces de cruce encendidas es imprescindible para garantizar la visibilidad en días lluviosos, sobre todo en vías rápidas, donde el coche levanta más cantidad de agua y el que nos sigue apenas ve nuestros movimientos.
Si la lluvia es intensa debes encender las luces antiniebla traseras cuando estés fuera de poblado. Esta ayudará a localizar tu vehículo antes que las luces de cruce.
4º Evita pisar la pintura blanca de la calzada
Pasos de cebra, señales de ceda el paso, flechas de dirección… Son muchas las señales horizontales que hay en nuestras vías. Son esenciales pero peligrosas si frenamos sobre ellas, y no digamos si circulas con una moto. Con el agua se vuelven mucho más resbaladizas que el asfalto y pueden hacer patinar el coche, sobre todo si frenas sobre ellas.
5º Conduce con mayor suavidad y evita los movimientos bruscos
Como con cualquier otra conducción con condiciones meteorológicas adversas, la conducción en mojado requiere especial suavidad a la hora de manejar la dirección, freno o acelerador.
Si realizamos un movimiento brusco con el volante con el asfalto resbaladizo es posible que el coche patine y pierdas el control. Para evitarlo, intenta coger las curvas con movimientos lo más graduales posibles y, si mantienes la distancia de seguridad, podrás anticiparte mejor a los movimientos.
Lo más importante es el sentido común, mantener la máxima atención en la conducción, revisar los neumáticos para garantizar que están en buen estado y seguir los consejos que os hemos dado. Si lo hacemos, la probabilidad de sufrir un accidente disminuirá considerablemente.