Cómo ajustar correctamente los retrovisores
Cada vez que nos montamos al volante de un coche por primera vez, una de las tareas más importantes que hay que hacer antes de emprender la marca es ajustar los retrovisores del vehículo a nuestras necesidades y posición en el habitáculo. La posición de estos cambia para cada persona, por lo que es de suma importancia su correcto ajuste.
Es cierto que cada vehículo tiene un retrovisor cuyas formas varían por motivos de diseño, por lo que la visión por los retrovisores puede verse incrementada o perjudicada según en qué casos. A continuación vamos a enseñarte cómo ajustar los retrovisores de tu coche correctamente para mejorar tu visibilidad en carretera.
Una correcta visión por los retrovisores en beneficioso tanto para ti como para el resto de conductores.
La posición al volante: vital
Antes de ajustar los retrovisores tenemos que asegurar nuestra posición al volante del coche. Colocarnos en nuestro sitio será el primer paso, porque de nada servirá ajustar los retrovisores si luego cambiamos los ajustes del asiento. Además, una correcta posición hará más sencilla y segura la conducción, atrasando la aparición de fatiga.
Una vez nos sentamos en el asientos debemos ajustarlo hasta tener la espalda apoyada al completo en el respaldo. Al mismo tiempo, longitudinalmente debemos colocarnos en una posición que nos permita pisar el embrague pro completo.
La colocación del volante será lo último que modificaremos antes de pasar a los retrovisores. Aquí debemos tener en cuenta que nuestros brazos deberán quedar ligeramente flexionados cuando coloquemos las manos a las “9 y a las 3” según las agujas de un reloj.
Retrovisor interior
El retrovisor interior es el más fácil de colocar en la posición correctamente. Una vez encontremos nuestra posición en el asiento, lo único que deberemos hacer es colocarlo enfocado a la luneta trasera del coche. Con el podremos ver los peligros que se avecinan por detrás o si el de atrás ha comenzado la maniobra de adelantamiento.
La estructura interna del retrovisor interior, con su espejo interno y el vidrio exterior colocados en ángulos diferentes, crea el problema en la noche de los deslumbramientos. Las luces de otros coches reflejan en el retrovisor directamente a nuestro campo de visión. Para evitarlo debemos seguir los siguientes pasos.
Cuando la noche caiga y sea necesario el uso del alumbrado de nuestro vehículo, deberemos activar la pestaña situada en la zona inferior del retrovisor. Con esto pondremos el espejo en modo antideslumbramiento, modificando la posición del espejo pero manteniendo una correcta visión a través del mismo.
En los coches más modernos esta pestaña se ha sustituido por espejos fotosensibles, que se oscurecen de forma automática cuando reciben luz intensa de forma directa. Si nuestro coche equipa uno de estos no deberemos más que ajustar su posición inicial y olvidarnos de cualquier problema.
Retrovisores exteriores
Los retrovisores laterales son los más complicados de colocar correctamente, y muchos conductores los llevan mal ajustados pese a mantener suficiente visión, pero no la correcta. Al contrario de lo que muchos creen (sobre todo para aparcar), lo que menos debemos ver por los retrovisores es nuestro coche, sino el exterior.
La posición recomendada para estos es en paralelo con la horizontal del suelo, apuntando hacia el horizonte. Ligeramente inclinado hacia el exterior, solo deberemos ver una ligera porción de la carrocería de nuestro coche en el extremo inferior del espejo.
Con la correcta colocación de los espejos laterales reduciremos el ángulo muerto, zona de la que no tenemos visión a través de los retrovisores ni volteando la cabeza. Afortunadamente, los coches más modernos equipan sistemas que alertan de peligros en esta zona.