¿Son los coches los culpables de la contaminación en las ciudades?
En el 2017, debido al grado de contaminación en las ciudades, se produjeron continuas alertas en Madrid y el resto de ciudades españolas. Según mediciones de la Dirección General de Medio Ambiente, los niveles de NO2, PM10 y 03, registraron un aumento notorio.
Las medidas gubernamentales se centran en los conductores, pero… ¿son los coches responsables de la contaminación en las ciudades?, ¿hay otros factores que influyan?
El Gobierno habla de la toxicidad del polvo sahariano. Más allá de este discurso, las estadísticas ambientales y la composición de estos polvos dicen lo contrario. Barcelona y Madrid, las ciudades más contaminantes, solicitan a la administración central medidas de emergencia.
La realidad que esconden los coches de ciudad
Las cifras hablan por sí solas: 80% de la contaminación del aire madrileño proviene de las emisiones de los coches; estas cifras fueron dadas a conocer por el Colegio de Ingenieros Industriales de la capital.
La gravedad del asunto radica en que 45% de los ciudadanos se moviliza en coche personal. La mayoría de estos utilizan combustible Diésel, sistema de combustión que domina el mercado español de automóviles.
Para ser más exactos, el 80% de la profanación ambiental generada por los coches madrileños es originada por coches de diésel. A esto debemos sumar el hecho de que solo el 36% de los ciudadanos toma el transporte público.
El problema es estructural y sí tiene que ver con los automóviles; algunas medidas como el carsharing tratan de poner remedio a la situación.
El estilo de vida
En la práctica, el tipo de consumo, criterios, y estilo de vida arraigado de los ciudadanos, son el origen del problema. Solo en el cambio podría estar la solución, aunque generaciones de europeos pensaron que el diésel era menos nocivo. Y como ya se sabe, su combustión emite menos C02, pero produce otros gases tóxicos dañinos.
La realidad se muestra catastrófica al añadir la flota de autos turistas que entran al país. Un 60% de los turistas que vienen utilizan vehículos impulsados por diésel.
Entre tanto, los ayuntamientos de Barcelona y Madrid no logran mejorar sus indicadores y el resto de Europa podría demandar a España por incumplimiento de tratados en Luxemburgo.
Contaminación en las ciudades españolas: un problema estructural
Las autoridades desarrollan políticas públicas para incentivar a los conductores a pasarse a energías sustentables. Algunos ciudadanos han adaptado sus motores y otros comienzan a adquirir coches eléctricos.
En torno a 1088 automóviles impulsados por otros combustibles alternativos e híbridos fueron comprados en febrero del presente año. Eso representa un aumento del 101% en comparación al segundo mes del año 2017.
Ahora bien, los usuarios parecen no confiar en las nuevas tecnologías. Existe el temor de que estos coches eléctricos no puedan cubrir grandes distancias en vacaciones. Evidentemente, faltan plantas de recarga distribuidas en las carreteras del país.
Por su parte, los ayuntamientos de las grandes ciudades parecen apostar por el fortalecimiento del sistema de transporte público.
Los precios de los billetes, convenios de cooperación o mejoras en el servicio, son datos que así lo confirman. La creación de ciclovías y pasos áreas peatonales parecen ser parte del paquete de soluciones.
Alertas y multas no han gestado un cambio
En Madrid los Protocolos de Información y Alertas están en pleno funcionamiento. No obstante, regular el límite de velocidad y el aparcamiento no parece generar resultados sostenibles. A pesar de los controles, los últimos años han sido negativos en cuando a los niveles de contaminación en las ciudades.
Algunos expertos reclaman la ausencia de instrumentos de medición y predicción del tráfico en las ciudades españolas. Esta es la postura de Margaret Bell, directora del Instituto de Estudios del Transporte de la universidad de Leeds. Otros indican que se debería sacar de circulación la porción de coches con mayor potencial contaminador.
Desde estas perspectivas, el exceso de tráfico y los vehículos que utilizan diésel son el centro del asunto. Algunas comunidades están tomando medidas sin precedentes. Este es el caso de las Islas Baleares, en donde se prohibirá la entrada de automóviles diésel a partir del año 2025.
Contaminación en las ciudades: ¿existen otras fuentes de emisión considerables?
También existen otros emisores de gases tóxicos. Según cifras oficiales, las casas particulares son culpables del 6,6% de las emisiones de CO2 en las urbes.
Eliminar los sistemas de calefacción central evitaría la emisión de 2,4 millones de toneladas de CO2 anuales. Por otra parte, comparado con el 80% de contaminación de los coches, esto es poco representativo.