¿Es recuperable un coche hundido en el agua?
En una buena película de acción nunca faltaría un coche que acabe hundido en el agua. Lamentablemente, este tipo de accidentes también pueden ocurrir en la vida real. Esto nos lleva a una pregunta importante: ¿puede recuperarse un automóvil que se haya sumergido en aguas profundas?
En la práctica, todo depende de la cantidad de daños internos generados por la entrada de agua. Corrosión, hongos y averías eléctricas, son males que pueden estropear un automóvil parcial o totalmente. Las primeras horas deben dedicarse a sacar el líquido y revisar exhaustivamente cada componente.
Si el coche se ha inundado… ¡sácalo rápido del agua!
Cuanto más tiempo esté un coche sumergido, menor es la probabilidad de recuperarlo. El agua dulce tapa todos los conductos y fomenta la formación de moho. Otro problema son las partes eléctricas, las cuales pueden salvarse solo si el automóvil se encuentra apagado.
Esto nos lleva a otra realidad: es más probable recuperar un coche hundido en el agua si se encontraba apagado. Si la inundación ocurre cuando el motor está encendido, provocará un corto circuito. Por ello, lo último que debemos hacer después de este tipo de incidente es encender el motor.
Es importante quitar la tapicería y ponerla a secar. Utilizar un secador podría acelerar este proceso, aunque todo depende del tipo de material. A partir de aquí, el motor, las luces y demás componentes deberán ser revisados.
Revisando el motor y otros componentes internos
El barro puede erosionar algunas partes de la motorización. Por ello, lo primero que debemos hacer es quitar batería y aplicar un chorro a presión sobre el motor. También se acostumbra desmontar el filtro de agua y sustituirlo por uno nuevo.
Uno de los peores escenarios ocurre cuando el aceite del diferencial se mezcla con el barro. En este caso, el motor debe cambiarse en su totalidad incluyendo los filtros; si el líquido entra a los cilindros, cualquier biela puede doblarse.
Otros componentes a revisar son el radiador, los escapes y el turbocompresor. Por su parte, el barro puede generar daños en los frenos, los rodamientos y la transmisión. Por estas razones, un coche que se haya hundido deberá equilibrarse y alinearse después del incidente.
Coche hundido en el agua: faros, cristales y la capota
Después del desastre, todas las luces del automóvil deberán ser revisadas y secadas con una maquina especial. En el caso de que las juntas de los faros no sean impermeables, debemos sustituir totalmente estos componentes.
En el caso de la tapicería, se debe limpiar siguiendo el procedimiento adecuado. Hacer esto en un taller nos costará alrededor de 3 000 euros. De todas formas, en un primer momento lo correcto es sacar la tapicería de la carrocería. Esto ayudará a que el automóvil se seque.
Como podemos ver, el asunto no se trata sobre si el coche podrá ser recuperado. En todo caso, lo que se debe verificar es que componentes pueden recuperarse y cuáles no. Para ello, prácticamente se desmonta todo el automóvil. En un taller, el mecánico tratará de salvar sobre todo el propulsor.
Ejemplos emblemáticos en la historia automotriz
En el año 2011, el fabricante Honda destruyó 1055 automóviles dañados por una inundación en Tailandia. La compañía simplemente prefirió descomponer estos productos, para verificar si servían; esto suele suceder en las compañías en muchos casos.
Ford también se vio obligado a tomar una medida similar en el año 2015. En este caso, los automóviles fueron afectados por una tormenta de granizo ocurrida en Bélgica. Sin embargo los daños fueron menores, por lo que el fabricante realizó reparaciones. Nos referimos a más de 3000 coches que ya habían sido apartados por compradores.
Un ejemplo más reciente fue lo ocurrido con el huracán Harvey en Texas durante el año 2017. Al final, todos los vehículos averiados se depositaron en la pista Texas World Speedway. Luego de esto, se realizaron múltiples denuncias sobre la venta de coches inundados.
En resumen, parece que recuperar un coche hundido en el agua es difícil e improbable. Todo depende de la cantidad de líquido que le entre, su impacto en los componentes y el tiempo que pase inundado. Esto nos recuerda la importancia de los seguros, en especial de la cobertura contra daños por desastres naturales.