Diferencias entre conducir un coche eléctrico y uno tradicional
Lo nuevo nos abruma, y los coches eléctricos que están presentes en el mercado aún son una novedad que nos hace plantearnos muchas preguntas. Dado que somos conscientes de que estos coches son el futuro, muchos no pueden evitar plantearse si habrá diferencias entre conducir un coche eléctrico y uno tradicional.
Muchos pueden pensar que conducir es conducir, y qué más da si es un coche eléctrico o no, pero lo cierto es que sí las hay, y te las vamos a comentar.
Diferencias entre conducir un coche eléctrico y uno tradicional
Mayor aceleración
Los coches eléctricos se conducen como un automático, pues no tienen embrague ni caja de cambios y desde las cero revoluciones el propulsor ofrece el máximo par motor.
Aunque no todo son ventajas, porque esa potencia que tiene al arrancar y salir es la misma que le falta a la hora de caminar en carretera. Así, la suavidad debe ser la protagonista de tu conducción, especialmente en los primeros metros.
El freno
Los coches eléctricos vienen con un sistema de recuperación de energía que se activa cuando se suelta el acelerador. De este modo, el desacelerar es una nueva forma de frenado que reduce considerablemente la velocidad. En un coche convencional, este gesto sería como pisar el freno de manera suave, pero en un eléctrico es un sistema de frenado gradual pero rápido.
El silencio
Si algo caracteriza a los coches eléctricos es que son menos ruidosos que los convencionales, algo que se nota tanto fuera como dentro del coche. Esto puede suponer una ventaja al mantener una conversación en el interior del habitáculo, pero una desventaja a la hora de conducir en ciudad que puede hacer que peatones crucen sin haberse percatado de que vienes por lo silencioso que es tu nuevo coche.
La calefacción
Los coches eléctricos aún no tienen autonomía para hacer viajes muy largos, por lo que controlar todos los aspectos de la conducción es importante para conservar la autonomía el máximo posible.
Para que la calefacción o el climatizador no ‘chupe’ demasiada energía, lo más recomendable es que no supere los 22 grados centígrados. Otra buena recomendación es usar los sistemas automáticos de conexión para que el coche esté con la temperatura adecuada y solo necesite usar energía para mantenerla.
Necesitas mayor planificación
Debido a que los coches eléctricos funcionan con electricidad y la infraestructura nacional para repostar aún no es muy amplia, la planificación antes de viajar es esencial para no tener percances en el viaje.
Los coches con más autonomía rondan los 600 kilómetros. Lo más recomendable es que calcules cuántos kilómetros harás en tu viaje, cuántos puntos de recarga hay durante el trayecto y el tiempo que necesitarás parar para recargar.
Aunque los coches eléctricos son el futuro y presentan algunas ventajas, desgraciadamente aún hay mucho por mejorar para que, cada vez más, los elijamos como nuestro primer coche.
Las diferencias entre conducir un coche eléctrico y uno tradicional son varias, algunas de las cuales son muy importantes. Parece que los modelos de hoy día nos robarán mucha energía en pensar cómo aprovechar al máximo su autonomía para no quedarnos tirados en carretera más que permitirnos disfrutar de una conducción limpia y silenciosa.
Aun con todo, si escoges uno de estos coches estarás apostando sobre seguro, pues tendrás un coche práctico y eficiente con el que circular por ciudad o en carretera. Lo malo será que, después, los nuevos modelos sean mucho mejores, lo cual parece una realidad que dejará obsoletos a los anteriores.