Ajustes necesarios para tener un óptimo funcionamiento del coche
Os mostramos algunos ajustes necesarios para asegurar un correcto mantenimiento del vehículo. De esta forma, podremos alargar su vida útil y evitar averías de mayor gravedad en el futuro. Para poder mantener el coche en un nivel de funcionamiento óptimo, lo mejor es darle unos cuidados adecuados en casa.
¿Para qué sirven los ajustes necesarios en el coche?
El objetivo principal de los ajustes necesarios para el buen mantenimiento del vehículo es poder recuperar y mantener el servicio y la eficacia original del modelo. Esto se consigue mediante la sustitución de algunas piezas que se desgastan en su uso normal, o mediante la limpieza de algunos componentes del motor.
A modo de ejemplo, podemos llevar a cabo este mantenimiento mediante el cambio de las bujías, de los filtros de aceite y de gasolina, el cambio de aceite del motor o la limpieza de las válvulas. Todo esto nos permitirá alargar la vida útil del vehículo y conseguir una mayor eficiencia.
Por tanto, llevar a cabo un buen mantenimiento del coche nos ayudará, a largo plazo, a disfrutar de un menor consumo de gasolina, una menor emisión de gases contaminantes y un mejor encendido del motor. En definitiva, estos ajustes deben hacerse a tiempo, y con mayor o menor frecuencia dependiendo del modelo, de la edad del coche y de la cantidad de horas de uso que le demos.
Consejos para ajustar bien el automóvil
Para asegurarnos de realizar un mantenimiento en casa completo, debemos fijarnos en todos los puntos de esta lista:
- Revisión de las bujías: la revisión de estos componentes deben ser de preferencia para mejorar la vida útil del motor. Las bujías deben estar bien calibradas según las necesidades del coche.
- Cambiar los filtros de aceite, aire y gasolina: la correcta sustitución de estos elementos puede ayudar a reducir el consumo de gasolina y darle más potencia al motor.
- Revisar y ajustar el sistema de inyección.
- Controlar el nivel del aceite: el aceite empleado en el motor debe ser de calidad y con la viscosidad adecuada para el motor en cuestión. Los motores más nuevos suelen emplear un aceite de tipo delgado, mientras que los motores más viejos suelen funcionar con un aceite más grueso, lo que ayuda a reducir los ruidos emitidos.
- Revisión y correción del tiempo de encendido del motor.
- Revisión de las bandas: entre estos elementos están el alternador, el ventilador y el sistema de refrigeración del coche. Las bandas que se encuentran en estos componentes deben ser revisadas de manera regular e integral, y reemplazadas cuando sea necesario. En el caso del sistema de refrigeración, las mangueras también deben ser revisadas y reemplazadas cuando se requiera.
- Ajuste de las ruedas: debemos revisar el buen estado de las llantas y de los neumáticos, además de comprobar el nivel del aire en cada rueda.
- Comprobación de frenos y líneas de combustible: el sistemas de frenado y de combustible también debe ser correctamente inspeccionado.
- Análisis general del motor: finalmente, una revisión completa con la ayuda de un mecánico puede ayudarnos a detectar posibles problemas que se nos escapen por falta de experiencia.
Revisiones específicas más adecuadas para el mantenimiento del coche
Además de todos los consejos anteriores, hay algunas revisiones más que podemos realizar:
Comprobación de los lubricantes
Los lubricantes son fundamentales para el buen funcionamiento del motor. Estos permiten que cada pieza móvil del motor se mueva sin experimentar un desgaste excesivo por rozamiento. Además, contribuyen a la refrigeración del motor.
Ante esto, debemos estar muy atentos a los niveles de aceite y utilizar un refrigerante de calidad, como hemos comentado. A modo de ejemplo, y aunque estos puede variar según cada coche y su uso, el aceite debe cambiarse cada 20 000 km, aproximadamente.
Comprobación de los amortiguadores
Además de controlar los lubricantes, también debemos tener en cuenta el estado de los amortiguadores del coche. Estos nos permiten mantener el control del vehículo, para circular de una forma más estable y segura.
Por tanto, es esencial que estas piezas estén en buen estado, y debemos cambiarlos cada 50 000 o 60 000 km, aproximadamente. Algunos síntomas de mal funcionamiento de los amortiguadores es una falta de estabilidad al circular o un ruido extraño proveniente del motor.