Nuestros consejos para alargar la vida útil de tu coche
Un vehículo es una inversión que se debe cuidar. Para sacarle el máximo provecho y alargar la vida útil de tu coche y también para mantener su valor, más allá de la degradación natural por el paso del tiempo, debemos tener en cuenta algunos consejos. Para que funcione siempre como es debido, sin generar dolores de cabezas, hay ciertos cuidados que necesitamos cumplir.
Estas, no son más que normas sencillas, muchas de ellas del más elemental sentido común, que alargarán la vida útil de tu coche.
Cuida los neumáticos, y toda la suspensión
- Del buen estado de los neumáticos depende el correcto funcionamiento de todo el sistema de rodamientos. Los amortiguadores y la suspensión también hacen equipo con las ruedas que sirven de apoyo al vehículo sobre el terreno.
- Adicionalmente, los neumáticos por sí solos son elementos costosos que requieren cuidados.
- Mantener la presión de aire adecuada y evitar estacionar sobre aceras, son algunas de las recomendaciones específicas. De igual manera, hay que evitar circular a exceso de velocidad por vías irregulares o llenas de baches.
- Amortiguadores, suspensión y neumáticos deben pasar por una revisión cada 20 000 kilómetros.
Para alargar la vida útil de tu coche, no hay que olvidarse del motor
- Aunque algunos fabricantes y mecánicos digan lo contrario, encender el coche y de inmediato emprender la marcha no es buena idea. Lo ideal es siempre esperar algunos minutos para que el motor esté perfectamente lubricado.
- Los recorridos cortos realizados casi en exclusividad con el vehículo, tampoco son recomendables.
- Por otra parte, periódicamente debe revisarse el nivel de todos los fluidos (no solo del motor).
- Nunca pasar por alto un“ruidito raro”, un comportamiento extraño del volante o un “no sé qué pasa”.
- Los vehículos, igual que el cuerpo humano, suelen mostrar síntomas cuando algo no marcha bien. También es cierto que algunas veces los problemas pueden aparecer de improvisto, sin previo aviso.
- Un movimiento extraño en el volante, vibración excesiva a cierta velocidad, ruidos atípicos y otras anomalías deben ser atendidos en cuanto son percibidas.
Acudir al mecánico ante cualquier duda y descubrir que no era nada siempre es preferible a pasar por alto cualquier factor discordante y después lamentarlo. Además, muchos de los síntomas y señales que pueden indicar el mal funcionamiento de algún equipo, revisten riesgos importantes de seguridad.
La carrocería no brilla sola
Para alargar la vida útil de tu coche hay que cuidarlo por dentro y por fuera. Además de lavar y pulir periódicamente, otra buena idea es aplicar una capa de cera dos veces al año. Se trata una medida eficiente para contrarrestar la acción de la humedad a la que se enfrenta la pintura y evitar que se deteriore antes de tiempo.
Conducir con suavidad
El estado de varios de los componentes de un automóvil dice mucho del estilo de conducción de su propietario. Es cierto que hay muchas variables que escapan del control de quien va sentado tras un volante, pero hay factores que sí son de absoluta responsabilidad individual.
Más allá de los riesgos de sufrir percances, los giros bruscos y las frenadas repentinas, solo acelerarán el desgaste de neumáticos, frenos y rodamientos.
Evitar usar la reserva del tanque de combustible
Los depósitos de gasolina o diesel acumulan un alto número de impurezas, que se quedan concentradas en el fondo. Al recurrir a los últimos litros de combustible, estos elementos nocivos alcanzan el sistema de alimentación del vehículo.
Las dificultades que esta acción aparentemente inofensiva puede generar, son por mucho más onerosas que recargar el depósito cuando el indicador muestre menos de la mitad.
Cuidar los pequeños detalles
Acciones aparentemente intrascendentes pueden provocar daños importantes al auto. No levantar el pie completamente del pedal del embrague es una de ellas. Posar la mano sobre la palanca de cambios es otra
Revisar el manual del fabricante
Son pocas las personas que se toman la molestia de revisar el manual del vehículo. Demasiadas veces termina como un libro de curiosidades, condenado a vagar dentro de la guantera. En ocasiones, es utilizado como una guía para casos de emergencias, cuando ya hay un desperfecto en el coche.
Lo paradójico de todo está en que muchos de los imprevistos que provocan la revisión de este cuaderno, pueden ser evitados si se utiliza como mecanismo de prevención y no de corrección.
Los consejos básicos para alargar la vida útil de tu coche y también para que funcione de la mejor manera. Están escritos allí, en ese manual.