Volkswagen T-Roc R, un potente SUV deportivo de tracción integral
El gigante alemán no deja de ofrecer multitud de alternativas para todos los gustos. Y si bien los SUVs tienen una orientación más bien familiar, en este caso el gigante alemán dota a la versión todocamino del Volkswagen Golf –parten de la misma plataforma– de importantes dosis de deportividad. El Volkswagen T-Roc R recibe cambios a nivel de frenos, suspensión, motor, habitáculo y carrocería.
Exterior del Volkswagen T-Roc R
El Volkswagen T-Roc más ‘extremo’ presenta un diseño deportivo y al mismo tiempo discreto, sin grandes estridencias como para que sea descartado por el tipo de clientes de vehículos familiares, quizás más reticentes a estéticas agresivas o llamativas. Algo parecido ocurre con un modelo que tiene mucho en común, el Volkswagen Golf R.
El frontal presenta un paragolpes con una entrada de aire inferior más ancha, sin la protección de bajos plateada del modelo estándar, y queda rematado por una calandra cuyos bordes tanto por arriba como por abajo están cromados. Las luces diurnas ya no son redondas, sino que están dispuestas de manera vertical.
La zaga apenas cambia, y es que más allá de las cuatro salidas de escape integradas en un amago de difusor, las diferencias son sutiles. Hay menos material plástico y ausencia de cromados en un paragolpes en el que hay una mayor presencia del color de la carrocería.
El techo en negro crea un interesante contraste.
Por su parte, las llantas de serie del Volkswagen T-Roc R son de 18 pulgadas. Pero se pueden escoger opcionalmente unas llantas de 19 pulgadas más oscuras denominadas Pretoria Dark Graphite, recubiertas por neumáticos de medida 235/40.
Un interior con apenas cambios
El habitáculo del Volkswagen T-Roc R es muy parecido al del modelo estándar. Destacan solo unos pocos elementos para que no sea idéntico al de la versión estándar, lo que es un punto criticable teniendo en cuenta que estamos ante la variante tope de gama. En este apartado el Grupo VAG no se ha esmerado en exceso.
La principal diferencia tiene que ver con los asientos, con un toque más deportivo y más envolventes para una sujeción más eficaz en las zonas de curvas. El volante presenta un diseño más clásico, y es que la zona central donde se integra el airbag es totalmente redonda. Más desapercibidos pasan los pedales de aluminio.
Una mecánica muy eficaz
Varios son los elementos que convierten al Volkswagen T-Roc R en un coche muy eficaz tanto en línea recta como en zonas más sinuosas, incluso con firmes deslizantes:
- Discos de freno de 432 milímetros para frenar en menos metros y con menos fatiga.
- Suspensión rebajada para mejorar estabilidad en curva y agilidad en cambios de dirección.
- Tracción integral 4 Motion, que garantiza motricidad en todas las situaciones.
- Función Launch Control para salir con máxima tracción y potencia desde parado.
- El modo Race varía parámetros de motor y reduce la intervención de ayudas electrónicas.
El control de estabilidad (ESC) es 100 % desconectable, lo que permite jugar más con la transferencia de pesos y el balance del coche en las curvas.
Pero es el propulsor el que se lleva la palma. Asociado a una rapidísima transmisión automática DSG de doble embrague y 7 velocidades, el motor TSI 2.0 turboalimentado de 300 CV y 400 Nm permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,9 segundos, una cifra mucho más que respetable para un SUV familiar.
La marca todavía no ha facilitado el precio del Volkswagen T-Roc R