Volkswagen Golf R, discreto por fuera y explosivo por dentro
El compacto de la marca de Wolfsfurgo siempre ha sido un modelo mítico. Y es uno de esos coches con los que, más allá de tus necesidades o tus gustos, nunca te vas a equivocar. Cumple en todo: estética equilibrada, motores de buen rendimiento, fiabilidad y amplio maletero para una longitud muy contenida a día de hoy. El Volkswagen Golf R es el máximo exponente, pero no ‘rompe’ del todo…
Estética continuista
Si bien es cierto que hay cambios en el exterior del Volkswagen Golf R, estos no son para nada estridentes. Parece que se tratara de un Golf mejor rematado, pero no es una variante llamativa, algo que suele ocurrir con buena parte de los compactos radicales del mercado, tales como los Honda Civic Type R, Mercedes AMG A45, Ford Focus RS o BMW M2.
Así, si nos ceñimos al frontal se hace complicado describir los sutiles retoques que recibe. Más allá de unas entradas de aire laterales algo más amplias, en este caso la rejilla presenta líneas verticales, además de las horizontales que vienen en el Golf estándar. Un toque más dinámico, pero que no revoluciona el diseño del morro.
En la zaga ocurre algo parecido. Los cambios están ahí, pero parece que se hubieran esculpido e integrado de una manera muy limpia. Así, el alerón y el paragolpes son poco prominentes, y lo que de verdad llama la atención es el difusor con sus cuatro salidas de escape.
Los faros y los pilotos pero –ambos de LED– presentan mínimas diferencias, pero, junto a las llantas de diseño exclusivo de 18 o 19 pulgadas, realzan la equilibrada estética del Volkswagen Golf R, deportiva y discreta al mismo tiempo.
Interior más tecnológico
En el habitáculo los cambios son mínimos. La presencia de materiales plásticos se mantiene, tanto en puertas, como consola central y salpicadero, aunque los ajustes son muy buenos. En cuanto al diseño, varía el volante, y es que el centro es totalmente redondo, lo que le da un aire más clásico y deportivo.
Tal como ocurre con la gama normal Golf, como equipamiento opcional está la instrumentación digital de 12,3 pulgadas. También encontramos un sistema de navegación o de infoentretenimiento con mayor resolución y con pantallas de hasta 9,2 pulgadas.
Es fácil sacarle partido al límite
A diferencia de algunas de sus alternativas más radicales, el Volkswagen Golf R es un coche sencillo de llevar en conducción deportiva. No hacen falta muchas manos, porque el reglaje de suspensión –firmes pero no secas– aun con el control de estabilidad desconectado por completo impide que la trasera derrapese tanto que hubiera que corregir mediante contravolante.
Es así al menos en fuertes cambios de dirección, o jugando con la transferencia de pesos al levantar de manera abrupta el acelerador en mitad de una curva a alta velocidad. Con las ayudas electrónicas desconectadas, en ningún coche es recomendable frenar fuerte con el volante girado. Varios factores hay que tener en cuenta para entender por qué es tan fácil ir fuerte con este compacto sin que se pierda el control:
- Tracción total 4 Motion, mediante un embrague multidisco tipo Haldex que envía hasta un 50 % del par al eje trasero ante una posible pérdida de motricidad de las ruedas delanteras, lo que propiciaría una variación de la trayectoria del volante por el subviraje.
- XDS+, que no es otra cosa que un sistema electrónico que acciona sutilmente los frenos de las ruedas interiores en las curvas para ayudar a que el coche se meta en la trayectoria marcada por el volante.
- La dirección tiene 2,1 vueltas entre topes, en lugar de los 2,75 de un Golf estándar.
- Un contenido peso de 1 392 kilos en vacío para un compacto moderno de altas prestaciones y con tracción a las cuatro ruedas.
De manera opcional, se puede optar por una suspensión de dureza variable (DCC) con tres ajustes diferentes según las circunstancias a las que nos enfrentemos: Comfort, Normal y Sport.
Además, hay diferentes modos de conducción que varían la respuesta de la transmisión y del propulsor, así como la dureza de la dirección y de la suspensión. El modo Race ajusta los parámetros de la manera más agresiva y aumenta las revoluciones del motor desde parado para tener mayor potencia disponible en las salidas.
El empuje, en cualquiera de los modos, es muy contundente a cualquier régimen gracias a la sobrealimentación de su bloque 2.0 TSI turbo de 310 CV y con 400 Nm desde las 2 000 rpm; así, hace el 0-100 km/h en 4,6 o 4,8 segundos si se opta por carrocería Variant, 88 kilos más pesada. Este motor está asociado a una caja de cambios automática DSG de doble embrague y 7 relaciones, de rápido funcionamiento.
Para frenar semejante caballería, los frenos del Volkswagen Golf R cuentan con generosos discos de 340 y 310 milímetros, delante y detrás respectivamente.
Precio del Volkswagen Golf R
El Volkswagen Golf R se puede adquirir por un precio de partida de 43 260 euros, pero si se elige la carrocería familiar Variant habría que pagar al menos 47 545 euros. Esta última variante mide 4,59 metros en lugar de los 4,26 metros del 3 puertas, pero a cambio tiene un enorme maletero de 605 litros frente a los 343 litros de la carrocería normal.