Los renovados Volkswagen Polo y Polo GTI, ya a la venta
El Volkswagen Polo de la presente generación es uno de los mayores ejemplos de lo que han crecido los coches con los años. Lo que ahora es un segmento B hace no mucho era un compacto del segmento C, siendo por tanto coches más polivalentes que nunca. Con la nueva actualización, el Volkswagen Polo se acerca aún más a su hermano mayor, el Volkswagen Golf.
Parte de las ventas del Polo se han desviado a un SUV equivalente, el T-Cross, con el que comparte plataforma, interior, mecánicas y claves estéticas. Pese al éxito de éste, la marca no ha querido descuidar a su querido utilitario introduciendo una imagen renovada, un interior más tecnológico al tiempo que abandona por completo al diésel.
El precio de partida sin descuentos es de 19.000 euros.
Novedades estéticas
Desde que en 2017 llegase la sexta generación del Polo dejamos de estar ante un coche medio. Con 4,05 metros de largo, 1,75 de ancho y 1,44 de alto tenía unas cotas de las más generosas del segmento, pudiendo incluso llevar al error de pensar que es un Golf. Para colmo, esta nueva versión reduce las diferencias estéticas con el Golf utilizando elementos estéticos vistos en el compacto con anterioridad.
Indistintamente del acabado los faros tienen tecnología LED de serie, lo que ha permitido reducir el tamaño de las ópticas y estilizar la forma de las mismas. Estas se extienden a una parrilla principal más delgada que recupera la refrigeración perdida con las tomas inferiores que por lo contrario, son mayor que antes.
Forman parte del nuevo paragolpes, de trazos muy horizontales y que acentúa la sensación de anchura del coche. Visto desde atrás el nuevo paragolpes pasa desapercibido por el gran cambio realizado a las ópticas. Ahora la formas de esta es similar a la del Golf, extendiéndose hasta el portón del maletero que ahora monta el nombre del modelo en el centro.
Existirán numerosos diseños para las llantas que varían entre las 15 y las 17 pulgadas según el acabado. La gama se completa con tres acabados: Polo Base, Polo Life y Polo Style además del R-Line que añade suspensión rebajada, paragolpes más agresivos y llantas más grandes. Además, la oferta cromática se enriquece con cuatro nuevos colores para un total de ocho.
Habitáculo actualizado
A nivel de habitáculo los cambios introducidos pasan más al apartado tecnológico que al práctico, llegando incluso a perder facilidad de uso y empeorando en ergonomía. De serie todos los acabados montan el cuadro de instrumentos de 8 pulgadas, que de forma opcional puede aumentar a 10,25 pulgadas.
La pantalla central será de 6,5 pulgadas de serie u ocho pulgadas opcional, esta última con botonera táctil aunque mantiene ruletas físicas. Lamentablemente el climatizador bizona físico es sustituido por un panel táctil con controles deslizantes como el visto en el nuevo Tiguan. Otra novedad reseñable es el nuevo volante. Volkswagen estrenó este diseño en el nuevo Golf 8 y poco a poco se extiende al resto de la gama.
Oferta mecánica
De partida el nuevo Volkswagen Polo se comercializará con dos mecánicas de gasolina sin electrificación. Más adelante se le sumará otra más sencilla aún que será la versión de acceso así como una movida por gas que se beneficiará del distintivo medioambiental ECO de la DGT.
Como puedes comprobar no hay rastro alguno de los propulsores TDI, y es que la marca se está deshaciendo de ellas en los modelos donde la demanda es inferior. Esta estrategia también forma parte del cambio de ciclo hacia lo eléctrico desde que explotase el caso del engaño en las emisiones conocido como “Dieselgate“.
Por tanto, la gama queda configurada de la siguiente manera. Como acceso se establece un motor 1.0 TSI de 95 CV disponible con cambio manual de 5 velocidades o un automático DSG de siete relaciones. Por encima de este se sitúa una versión potenciada del mismo, con 110 CV y solo disponible con el citado cambio automático.
Las motorizaciones futuras pasan por un sencillo 1.0 MPI atmosférico de tan solo 80 CV y una variante modificada del 1.0 TSI, que pasa a ser el 1.0 TGI bifuel, capaz de funcionar con gas natural comprimido (GNC) y que desarrolla 90 CV.
Volkswagen Polo GTI
El Volkswagen GTI es la versión deportiva que completa la gama. Visualmente se distingue por los detalles rojos del exterior, los nuevos paragolpes, estriberas y difusor y por poder montar llantas de hasta 18 pulgadas. El habitáculo presenta un tapizado específico y apps enfocadas a la conducción deportiva.
Mecánicamente utiliza un motor de gasolina 2.0 TSI de cuatro cilindros que entrega 207 CV de potencia y 320 Nm de par máximo transmitidos a las ruedas delanteras a través de un cambio DSG de siete relaciones. A nivel de chasis hace uso de un diferencial activo XDS y de un tren de rodaje deportivo con tres modos de conducción.