Nuevo SEAT Tarraco, esencia concentrada
En los inicios de 2016, el fabricante español de coches propiedad del grupo Volkswagen era una de las pocas casas automotrices sin participación dentro del mundo de los Crossovers. Pero en menos de 24 meses, la situación ha dado un vuelco total, que se completa con la llegada del SEAT Tarraco.
En primer lugar, en el último trimestre de 2016 apareció el SEAT Ateca, un SUV de cinco plazas y medianas proporciones. Un año más tarde sería el turno del SEAT Arona, un pequeño modelo inscrito dentro del segmento B automotriz.
El Tarraco es el más grande de la trilogía de todoterrenos ligeros SEAT. De acuerdo a su configuración, puede acomodar hasta siete pasajeros; es un vehículo pensado para familias numerosas o para los que gustan de contar con un maletero espacioso.
Diseño exterior: igual, pero diferente
Los responsables de definir la imagen que verá el mundo del SEAT Tarraco se esforzaron por combinar elementos, en apariencia irreconciliables. Por un lado, mantienen la presencia característica de los coches de la marca, principalmente de los SUV pequeños.
Además, también se nota el esfuerzo por destacar dentro de un nicho de coches iguales; al mismo tiempo optan por un diseño rompedor, para propiciar la idea de que se trata de algo totalmente nuevo.
De hecho, este modelo tiene elementos muy parecidos a dos de sus principales rivales: el Skoda Kodiaq y el Volkswagen Tiguan Allspace. Todos ellos van montados sobre la plataforma modular MQB, desarrollada por el grupo Volkswagen para unificar los procesos de muchos de sus modelos.
SEAT Tarraco por dentro
El habitáculo de este SUV de gran tamaño, busca aprovechar al máximo los 4,7 metros de longitud de su carrocería; es un espacio suficiente para todos los pasajeros. Al mismo tiempo, la capacidad del Tarraco ofrece más de 600 litros para equipajes en la versión de serie (cinco plazas).
El nuevo modelo del Tarraco se ha pensado para mejorar el funcionamiento de sus servicios de tecnología e infoentretenimiento que ya viajan a bordo de sus ‘hermanos pequeños’.
Toda esta tecnología se completa con algunas novedades como un panel de instrumentos que, según el acabado, puede ser 100% digital y desplegado dentro de una pantalla con gran capacidad.
Motores
La nueva estrella automotriz de bandera española emplea motores a gasolina de 1,4 cilindros y 150 CV. También cuenta con una versión más potente de dos litros y 180 Caballos de Fuerza.
La opción en cuanto a mecánica diesel es una máquina 2.0 TDI de 150 CV; el equipamiento se completa con una caja de cambios manual de seis velocidades o automática de siete relaciones.
El precio
A la espera de que se haga oficial, se estima que el precio de salida del SEAT Tarraco esté a medio camino entre el valor comercial de sus rivales. Es decir, en una cifra intermedia entre los 23.600 € del Skoda Kodiaq y los 33.000 € del Tiguan Allspace.
De igual informa, se da como un hecho que, según el nivel de acabados, se comercialice en las tres versiones clásicas de SEAT. Estas opciones entre las que podemos elegir son: Reference (básico), Style (gama media) y Xcellence (versión más alta).
Un gran todocamino, ‘de Tarragona para el mundo’
Como es habitual de la marca española, para bautizar a su nuevo modelo se toma como referencia una zona geográfica. Con la novedad, en este caso, que la elección no se llevó a cabo en los despachos de la compañía. Sino con la participación del público a través de una campaña online.
Tarraco, la opción ganadora, es la denominación con la que se conocía en tiempos del imperio romano lo que hoy día es Tarragona. Este nombre se impuso en la votación final a Ávila, Alborán y Aranda.
Se trata de un coche de espíritu español, pero que se ensambla en la fábrica que el grupo Volkswagen tiene en Wolfsburgo. El mismo lugar de producción de Tiguan de cinco plazas.
El nuevo SUV de SEAT tiene la compleja misión de hacerse un lugar importante, no solo entre sus principales competidores. La competencia contra otros referentes del segmento, como el Hyundai Santa Fe o el Kia Sorrento, es igual de dura.
