Grupo A: Lancia Delta HF Integrale
Lancia Delta HF Integrale
El Lancia Delta HF Integrale, coche perteneciente al Grupo A de rallys, forma parte de la leyenda del exitoso Delta que causó una revolución técnica a finales de los años 80. Apenas tuvo rivales durante sus primeros años en el Campeonato del Mundo de Rally, y es que cada pieza de este potente italiano estaba pensada para el mundo de la competición.
La versión Delta HF Integrale Evoluzione llegó en el año 1991 y contaba con una serie de modificaciones respecto al Integrale 16v. El más importante se ve a simple vista, ya que ganó siete centímetros de anchura, lo que le proporcionaba una imagen más imponente si cabe y una mejora de su estabilidad en las zonas rápidas.
Estas modificaciones en la carrocería le permitieron incorporar llantas de 17 pulgadas, con las que mejora sustancialmente la refrigeración del sistema de frenos. Este era uno de los puntos negativos de la versión anterior, ya que sufría de sobrecalentamiento en los discos cuando atravesaba tramos con fuertes frenadas.
Mejorar la potencia del motor es algo relativamente sencillo. De hecho, con este Lancia Delta HF Integrale la fuerza a bajas revoluciones fue revisada y mejoró notablemente las recuperaciones.
El sistema de tracción total destacaba por proporcionar al coche de una gran motricidad. Parecía ir sobre raíles y daba al piloto la posibilidad de ser totalmente despiadado pisando el acelerador, si tenía el valor para hacerlo.
El Delta es un coche exigente con el conductor, es capaz de mantenerte con los ojos como platos durante todo el recorrido. El enorme turbo te pegaba al asiento y ponía al límite el agarre de los cuatro neumáticos.
El chasis es capaz de ofrecer sensaciones al volante como muy pocos deportivos consiguen hacerlo y pide guerra en cada curva. Toda la guerra que seas capaz de controlar con tu pericia, ya que puede sacarte los colores rápidamente.
Éxitos del Lancia Delta HF Integrale
El Integrale es sinónimo de triunfos, y es que fue durante muchos años el coche a batir y al que todos sus rivales temían. A pesar de la gran variedad de pilotos que pasaron por sus mandos, los resultados solían ser parecidos, y es que pocos coches del momento daban tanta información al piloto a través de la dirección como nuestro protagonista.
El ‘Evo’ fue desarrollado en otoño de 1991 e hizo su primera aparición en el rally de Montecarlo de 1992, año que ganó su sexto título de marcas y ocho pruebas, pero perdió nuevamente el de pilotos frente al recién llegado Toyota conducido por el gran Carlos Sainz. La marca japonesa fue la primera en poner en aprietos al Integrale.
El conjunto de las versiones HF Integrale (el primero en realidad era HF 4WD) ganó el Campeonato de Constructores del Mundial de Rally durante seis años consecutivos (1987-1992). Récord de victorias que se mantiene a día de hoy, lo que le convierte en uno de los coches más representativos de la competición y uno de los más codiciados.
Caro de mantener
El precio de venta de un Lancia Delta HF Integrale es prohibitivo y supera con creces las cinco cifras. Las versiones más buscadas son las que cuentan con la carrocería ensanchada, ya que potencia mucho la imagen imponente del coche.
Es un coche tan brutal como delicado, y necesita pasar revisión cada pocos kilómetros. El turbo hay que cuidarlo como a un niño pequeño, y debes esperar dos minutos después de cada sesión de forma rigurosa para enfriar la turbina y no provocar daños. Esta espera la conocen muy bien los propietarios de este coche y lo cumplen a rajatabla.
A mayores debes saber que si te pesa el pie derecho, cosa que te pasará, las cifras de consumo se catapultan por encima de los 20 litros a los 100 kilómetros. Nada de esto creo que preocupe al dueño de una joya como esta, un juguete para adultos que sacará el piloto que llevas dentro.