Kia Cee'd, la virtud está en el equilibrio
Nacido en 2012, pero convenientemente rediseñado en 2016, el Kia Cee’d representa a Corea del Sur en uno de los segmentos más competitivos de nuestro mercado. Con rivales de la envergadura del Volkswagen Golf, el Ford Focus o el Renault Megane, no puedes andar con medias tintas si quieres llevarte parte del pastel.
El cambio sufrido por este modelo a lo largo de los años ha sido memorable, hasta el punto de ocupar los primeros puestos en los rankings de fiabilidad, lo que es indicativo, de las ganas que tienen los de Kia de ofrecer un producto con una altísima calidad a un precio muy interesante. Veámoslo por partes:
Diseño del Kia Cee’d
Sus líneas generales son modernas y cuidadas, la marca no ha querido correr demasiados riesgos en su diseño con el fin de gustar al mayor abanico de público posible. Las formas arriesgadas se las han guardado para su versión deportiva, el Kia Pro_cee’d.
La parte delantera es la más llamativa del vehículo, con un morro muy inclinado que sigue la línea descendiente del parabrisas. El diseño de los focos estilizados encaja muy bien con una parrilla de formas un tanto peculiares. A su vez, la parte baja es atravesada por una franja en color negro que une los dos antinieblas y da más sensación de anchura al frontal.
La vista lateral es la habitual en el segmento, con una línea de cintura bastante alta que penaliza el tamaño de las ventanillas traseras y unos pilotos traseros que se adentran en el lateral del coche. El paso de rueda delantero está mucho más marcado que el trasero.
La parte trasera presenta formas sencillas pero modernas, con unos pilotos colocados en posición horizontal y unos abultados paragolpes que dan un toque de personalidad al Kia Cee’d, ya que cuentan con unos adornos en color negro que dan cierto aire deportivo a la zaga.
Interior
Este apartado es uno de los puntos fuertes de nuestro protagonista. Si de algo puede presumir es de tener uno de los interiores mejor resueltos de la categoría, con unas cotas más propias de un coche de segmento superior, algo encomiable para tratarse de un compacto de solo 4,31 metros de longitud.
Las plazas delanteras son muy cómodas y amplias, con un salpicadero atractivo, que mezcla una pantalla táctil (situada un poco baja) con un número de botones poco usual en los tiempos que corren, a lo que no encontramos inconveniente. La calidad de acabados es muy buena, si bien no está a nivel del Golf en cuanto a calidad de materiales, aunque sí en sus ajustes. Todo da sensación de robustez y durabilidad.
En las plazas traseras el Kia Cee’d puede levantar la cabeza frente a sus rivales. Pocos se acercan al nivel de confort del que van a disfrutar los pasajeros del coreano. El Hyundai i30 también es otro de los destacados, recordemos que son prácticamente el mismo coche con diferente vestido. El espacio para las piernas es muy bueno, pero lo que más destaca es la anchura a la altura de los hombros, donde tres adultos podrán afrontar viajes de media distancia sin problema.
El maletero, con 380 litros de capacidad, está en la media de la categoría. Hay rivales que mejoran esta cifra, pero no todos pueden gozar de las formas regulares de este Kia. Además, cuenta con ganchos sujetabolsas, muy prácticos para hacer la compra.
Un diez para este Kia Cee’d en cuanto a habitabilidad interior. Esperemos que sirva de lección para competidores que no consiguen esas cifras ni con unos cuantos centímetros más de longitud.
Motores y dinámica
La búsqueda del confort de los ocupantes es su mayor aliciente. Siguiendo el estilo asiático, las suspensiones son ligeramente blandas, lo que otorga al coreano un aislamiento muy bueno de las irregularidades del asfalto. El aislamiento acústico también está muy bien trabajado y consigue un silencio en marcha muy cómodo.
Las carreteras amplias, como autovías y autopistas, son su lugar de trabajo favorito. Con unas cualidades ruteras al nivel de los mejores del segmento, sus ocupantes disfrutarán de un confort más propio de una berlina. Mantiene la trayectoria con facilidad y el tacto de la dirección y la palanca de cambios es muy agradable.
En carreteras reviradas, esa blanda suspensión le pasa factura, con un balanceo de la carrocería más acusado que en rivales como el Ford Focus o el Opel Astra. A ritmos legales no vas a encontrar problemas, ya que sus reacciones son muy neutras y seguras, pero si buscas un compacto para pasártelo bien en una carretera de montaña, hay alternativas mejores.
Cuenta con una variedad mecánica solo correcta, con buen escalonamiento de potencias, pero echamos en falta versiones de más potencia que sí equipan sus rivales.
- Gasolina: como motor de acceso, Kia confía en el 1.4 CVVT de 100 CV de potencia, un motor atmosférico que da unas prestaciones pobres. Por encima, con el bloque de 1.0 litros con turbocompresor, ofrece dos niveles de potencia, 100 y 120 CV; este último es una opción ideal para el coreano.
- Diésel: con el bloque de 1.6 litros, la marca ofrece dos niveles de potencia: 110 y 136 CV. Ambas son muy recomendables por prestaciones y consumo, pero la de mayor potencia encaja mejor con el espíritu viajero del coche.
Precio
Parte de los 18 050 € que pide la marca por el 1.4 CVVT con el acabado básico Concept hasta los 28 150 € que vale la versión con el motor de 136 CV diésel, cambio automático y acabado GT line con el Pack Luxury. Son precios francamente competitivos para lo que el Cee’d ofrece, más bajos que los de la mayoría de rivales.
El equilibrio general de este Kia Cee’d es elogiable. Es difícil sacarle un punto negativo a este compacto, salvo unas cualidades dinámicas algo escasas. En lo demás, cumple con creces, y es una de las mejores opciones si buscas exprimir al máximo la polivalencia de un buen compacto.