Hyundai i30 Fastback N: potencia, deportividad y elegancia
Que los fabricantes coreanos se pusieron las pilas en lo relativo al diseño es un hecho. Desde hace tiempo, estas marcas asiáticas gozan de una gran aceptación por parte del mercado europeo gracias, también, a su gran relación calidad-precio. Pero en este caso se va un paso más allá. Porque, además, el Hyundai i30 Fastback N, cuenta con un potente motor y excelentes cualidades dinámicas.
Sin lugar a dudas, este compacto entra por los ojos, y es que su estética tipo cupé combina perfectamente la deportividad con la elegancia. Además, sus prestaciones y la puesta a punto del chasis hacen que esta variante derivada del Hyundai i30 N sea digna de elogios.
Estética del Hyundai i30 Fastback N
El diseño del Hyundai i30 Fastback N es todo un acierto. Si la versión estándar –el Hyundai i30 Fastback– ya tenía una línea atractiva y sugerente, el ‘N’ está un escalón por encima. Si nos fijamos en el frontal, en seguida percibimos la parrilla de panal de abeja y amplias entradas de aire tanto en el centro como en los laterales de los paragolpes, que ayudan a la refrigeración de los frenos.
En cuanto a la zaga, que ya de por sí se veía favorecida por la línea descendente del techo para acabar en una tapa de maletero tipo ducktail o cola de pato, queda rematada por un lip o labio aerodinámico en color negro brillante. Un difusor recoge la doble salida de escape.
También destaca el toque que le da la línea roja que recorre tanto el parachoques delantero y trasero, así como sus generosas llantas de 19 x 8 pulgadas, envueltas por neumáticos de perfil bajo con medida 235/35. Las taloneras laterales en negro redondean el contraste visto en el frontal y en la parte posterior.
El coeficiente de resistencia aerodinámica de la carrocería del Hyundai i30 Fastback N es un 7 % menor que el del modelo hatchback de 5 puertas.
Interior orientado a la conducción
Lo primero que se percibe en el habitáculo del Hyundai i30 Fastback N, como no podía ser de otra manera, es su apuesta dinámica gracias a unos asientos deportivos con ‘pétalos’ que recogen el cuerpo tanto por la parte superior como inferior. Los pedales son de aluminio, lo que suscita que estamos ante una versión con un carácter netamente deportivo.
Destacan los detalles en naranja tanto en los asientos, como en el ‘pellejo’ que recubre la palanca de cambios, el volante y las salidas laterales de la climatización.
Pero lo mejor está en la instrumentación de este compacto. A los amantes de la conducción no hay nada que nos pueda gustar más que tener la posibilidad de visualizar diferentes parámetros mientras conducimos:
- Temperatura del aceite.
- Temperatura del refrigerante.
- Presión del turbo.
- Fuerzas G.
- Par motor.
Dinamismo puro y duro
Además de los ajustes propios en cuanto a suspensión de una versión deportiva, el Hyundai i30 Fastback N cuenta con una carrocería más rígida con puntos de soldadura adicionales en su estructura, así como con la posibilidad de montar una barra trasera colocada por detrás de los asientos. Además, dispone de las siguientes posibilidades:
- Suspensión controlada electrónicamente (ECS) tanto en fases de giro, aceleración y frenada.
- Diferencial mecánico con control electrónico.
- 4 modos de conducción: Eco, Normal, Sport, N y N Custom. Varían los parámetros de motor, amortiguadores, diferencial, dirección y control de estabilidad.
- Función Rev Matching, que hace automáticamente la técnica de punta-tacón para sincronizar las revoluciones del motor al reducir marchas.
- Función Launch Control ajustable entre 3 600 y 4 900 revoluciones para maximizar la aceleración controlando el par motor –y así evitar pérdidas de motricidad– en las salidas desde 0 km/h.
Las reacciones del Hyundai i30 Fastback N son nobles y predecibles al límite de adherencia, y las ayudas electrónicas son poco intrusivas.
Si todo esto no fuera suficiente, el propulsor de este bólido te dejará pegado al asiento en cuanto apoyes el pie derecho en la moqueta. Este compacto cuenta con propulsor de 2,0 litros de inyección directa y sobrealimentado mediante turbocompresor, asociado a una clásica caja de cambios manual de 6 velocidades, algo que siempre otorga feedback e involucra al conductor.
La potencia es bastante elevada, y es que desarrolla 275 CV a 6 000 rpm y un par máximo de 378 Nm desde solo 1 750 rpm. Con 1 400 kilos en vacío, completa el 0 a 100 km/h en 6,1 segundos. Con estas cifras puede dar más de un susto a coches de alta gama que cuestan bastante más que el Hyundai i30 Fastback.
Precio del Hyundai i30 Fastback N
El precio para hacerse con un Hyundai i30 Fastback es de 36 250 euros. Si vamos a darle un uso habitual, y encima con una conducción dinámica, valoraremos la garantía de la marca de 5 años sin límite de kilometraje para estar cubiertos ante alguna eventualidad, algo que se debe tener en cuenta con respecto a la competencia.
No es un chollo, pero quién te iba a decir que partiendo de un Hyundai i30 –el hermano del Kia Ceed– sería posible combinar, como adelantábamos en el titular de este artículo, la potencia, deportividad y elegancia que atesora este coreano. Sin duda, está muy conseguido y poco o nada tiene que envidiarle a sus rivales.