Ferrari Dino
La historia del Ferrari Dino es uno de los puntos más trágicos dentro de la historia del mundo de los coches. No porque se trate de un modelo que no merezca mención. Muy por el contrario, los vehículos producidos bajo esta nomenclatura figuran en lo más alto dentro de los albores del automovilismo.
Oficialmente, son dos los coches comerciales de la casa del Caballito Rampante identificados como Dinos: 206 GT y 246 GT. El segundo de estos fue el primer auto de la compañía en ser producido a gran escala.
La historia de Dino
Enzo Ferrari, fundador tanto de la escudería, como de la automotriz que lleva su apellido, tuvo un único hijo legítimo junto a su esposa Laura Dominica Garello. Su nombre era Alfredo Ferrari, aunque mayormente conocido por su apodo: Dino.
Nacido en 1932, el pequeño muy pronto mostró interés por los autos. Por lo que el Commendatore empezó a prepararlo para que, llegado el momento, lo sustituyese al frente de la compañía. Pero esto nunca pasaría.
Después de estudiar ingeniería, además de economía y comercio, a Dino le diagnosticaron distrofia muscular. Una enfermedad incurable a mediados del siglo XX, por lo que murió el 30 de junio de 1956 a la edad de 24 años.
El legado
Antes de su muerte, Dino trabajó durante algún tiempo junto con el reputado ingeniero automotriz Vittorio Jano. Estaban desarrollando una línea de motores V6 y V8 para ser utilizados en los coches de la Fórmula 2.
En honor a Dino, Enzo Ferrari decidió bautizar a toda la línea de coches de carreras y comerciales que portaran motores de 12 cilindros o menos, con el apodo de su hijo.
También se convirtió en la marca con la cual Ferrari competiría en el segmento de los súper deportivos ‘económicos’. Su principal misión era hacer frente al buque insignia de uno de los rivales más acérrimos de la compañía: el Porsche 911. Pero sin que el nombre de la automotriz de Maranello se viese comprometido.
Ferrari Dino 206 GT
El primer Ferrari Dino saldría al mercado en 1967. Para este momento, la necesidad de un vehículo cuya producción resultase menos onerosa, era impostergable. A pesar de los éxitos, tanto de ventas como en las carreras, los balances de la compañía estaban en rojo.
Unido a esto, la escudería quiso entrar a correr en 1966 en la Fórmula 2 con el Dino V6. Pero no tenían manera de producir las 500 unidades equipadas con este motor que exigía la competición para dar entrada al modelo.
Para cumplir con este requisito de motorización, los diseñadores de Ferrari acudieron a Fiat. Ellos se encargaron de montar sobre su línea de producción una máquina que terminó acoplada en disposición trasera trasversal.
Sergio Pininfarina, el afamado diseñador e ingeniero automotriz, fue contratado para dibujar las líneas de un coche que al principio no las tuvo todas consigo.
Los amantes de los coches deportivos miraban con suspicacia un auto que se vendía como ‘casi un Ferrari’. Pero a medida que el coche iba siendo probado por nuevos compradores, la resistencia inicial fue quedando de lado.
Detalles
En total fueron 150 las unidades comercializadas como Dino 206 GTS:
- Una ‘berlinetta’ de dos puestos, con carrocería de 4,1 metros de largo, por 1,7 de ancho y 1,1 de alto.
- Batalla de 2,2 metros, con un peso total de 900 Kg.
- Motor de dos cilindros con 180 CV, capaz de alcanzar velocidades en torno a los 235 Km/h.
Ferrrari Dino 246 GT
Cuando el interés por el 206 GT ya era mayúsculo, la compañía decidió elevar la apuesta. Es así como en 1969 apareció el 246 GT, estéticamente idéntico a su predecesor, pero más potente.
La salida al mercado de este modelo coincidió con el definitivo paso al costado que Enzo Ferrari dio dentro de la automotriz que había construido. De esta forma, Fiat asumía la producción de los deportivos comerciales. Mientras, el viejo patriarca se dedicaría de manera exclusiva a la Scuderia.
Detalles
El Ferrari Dino 246 GT aumentó ligeramente la longitud de su carrocería y la distancia entre los ejes. También se incrementó su peso, superando la tonelada sobre la báscula. Gracias principalmente a que su motor evolucionó hasta los 2,4 litros, ofreciendo una potencia mejorada de 195 CV.
Este modelo estuvo en producción hasta 1976, cuando la demanda todavía era alta. Quedará para la historia, junto con su ‘hermano pequeño’; en el sexto lugar dentro del ranking de los 10 mejores Ferraris de todos los tiempos, según Motor Trend Classic.