Las ‘trampas’ de los seguros de coches más frecuentes
Las compañías aseguradoras suelen contar siempre con algunos ‘secretos’ en las contrataciones, para su beneficio empresarial. Por ello, a la hora de elegir una póliza, la recomendación más extendida es leer bien la letra pequeña ¿Cuáles son las ‘trampas’ de los seguros más frecuentes?
¿Todas las compañías de seguro son iguales?
Este es un estigma que suele perseguir a quienes participan de este tipo de actividades, una idea bien anclada dentro del imaginario colectivo. La mayoría de las aseguradoras tienen algún ‘truco’ que las beneficia. Las excepciones solo sirven para confirmar la regla.
En un sentido totalmente pragmático, el negocio de quienes venden una póliza está en ahorrar lo más posible, a la hora de responder por las coberturas. Lo que no necesariamente implica un mal servicio, ni tampoco un engaño.
Hay empresas mejores que otras. Así como también están las que son, de forma casi inverosímil, muy tramposas. Para evitar caer víctimas de ilusiones, se debe prestar mucha atención a lo que se ofrece.
En esta precaución necesaria, no solo hay que leer todas las letras, incluyendo las pequeñas. También reparar tanto en lo que se incluye dentro del contrato, como en lo que no aparece por escrito.
Opciones ‘Low Cost’: ¿las mejores ‘trampas’ de los seguros de coches?
Es un hecho: la mayoría de los consumidores también tienen entre sus prioridades economizar la mayor cantidad de dinero posible.
Por estas razones, las pólizas que van más allá de la Responsabilidad Civil son tan buscadas. Un automóvil es un bien tan necesario como costoso; contratar un seguro es una manera de proteger y resguardar una inversión.
Las opciones de bajo costo han acaparado la mayoría de las opiniones negativas referentes a las ‘trampas’ de los seguros de coches. Las pólizas que funcionan bajo este régimen suelen incluir cláusulas fantasiosas o deliberadamente engañosas. Entre las más comunes figuran:
Cobertura mecánica en todo momento
Este es una de los aspectos más perseguidos por los propietarios de vehículos al tomar un seguro. La seguridad de contar con asistencia técnica en todo momento, sobre todo en casos de emergencia. Sin embargo, la limitación importante es que en muchos casos hay que renunciar al mecánico de confianza.
Para disfrutar de la oferta, el coche solo puede ser revisado por un centro de servicio autorizado. En caso contrario, el asegurado deberá pasar del seguro y cancelar de contado la revisión o la reparación.
Franquicias irresistibles
Las pólizas Todo Riesgo pueden resultar excesivas en coches con más de cinco años de antigüedad. Por ello, las Franquicias suelen ser las opciones más populares para los vehículos ‘veteranos’.
Una de las ‘trampas’ de los seguros de coches más frecuentes, está en vender estos servicios a precios irrisorios. Pero en caso de siniestros, a los asegurados les toca asumir el pago de cuotas extra que suelen ubicarse muy por encima del valor original del contrato.
Promociones 2×1
También se ofrecen descuentos que a primera vista parecen realmente irresistibles. Como es el caso de ahorros de hasta el 50% en la adquisición de una póliza que goce de amplia cobertura.
Sin embargo, las condiciones para optar a estas “promociones de oportunidad”, suelen ser muy excluyentes. En la mayoría de los casos, solo aplica para hombres, de entre 50 y 65 años de edad. Son conductores cuyo carnet debe tener una antigüedad de quince años y un expediente limpio de cualquier siniestro.
Renovación automática
Este es uno de los puntos más delicados con las pólizas de bajo coste. Contratos que durante el primer año de vigencia ofrecieron un precio muy económico, pero que, al renovarse para un segundo ejercicio fiscal, pueden hasta quintuplicar su valor.
En estos casos, todo lo que los propietarios de coches consiguieron ahorrar durante los primeros 365 días, terminan pagándolo con creces durante los siguientes 12 meses.
Servicios adicionales
Los seguros de coches Low Cost también suelen incluir la cobertura de servicios adicionales, como la gestión de multas. También permiten sumar, sin demasiadas trabas, un conductor adicional a una póliza o emitir copia de los documentos de forma expedita.
Lo que no es frecuente que las compañías aseguradoras se molesten en aclarar, mientras no sea necesario, es que estos servicios implican pagos adicionales. Y en ocasiones se trata de cantidades de dinero extras con importes muy abultados.