Diésel o gasolina, ¿qué tipo de combustible usar?
Al momento de adquirir un coche, surge una de las más importantes dudas ¿Qué tipo de motor que debo escoger para mí? Esta pregunta determina un aspecto muy importante, por no decir el más importante, cuando compramos un vehículo.
La respuesta a dicha pregunta definirá cuáles serán los costes del mantenimiento y el tipo de combustible que debemos utilizar; las opciones convencionales son diésel o gasolina, y elegir entre uno u otro va más allá de que uno se consume en menor cantidad que otro.
1. Uso que le darás del vehículo
Se debe puntualizar cual va a ser el uso real del coche, si solo lo emplearas para movilizarte en la ciudad, tus rutas y trayectos son cortas con múltiples paradas y atascos en el tráfico; en este caso un motor a gasolina sería la mejor opción.
Cuando las rutas son más cortas, un motor a diésel sufre al no poder llegar a su temperatura óptima para circular. Si esto ocurre con frecuencia se acorta la vida de los sistemas de control de emisiones y filtros de partículas.
Por el lado contrario, si tu trabajo o vivienda demandan que realices rutas extraurbanas tomando autovías, autopistas y carreteras secundarias, estas buscando un propulsor a diésel. Será más conveniente un motor gasoil bajo dichas circunstancias ya que el gasoil tiene un consumo muy reducido.
2. Kilometraje anual aproximado
Para hacernos una idea, las personas en España recorremos unos 10,000 km al año aproximadamente. Es recomendable evaluar cuál es nuestro kilometraje anual. Se dice que si este es mayor a 20,000 km es ideal tener un motor a diésel y si tu cifra está muy por debajo de esta, lo recomendable es gasolina.
Estas cifras solo son un consejo para estar orientados y así, de manera simple puedes diferenciar que, si deseas recorrer muchos kilómetros la mejor opción es diésel y si solo utilizaras el coche para cosas puntuales sin viajes muy largos lo tuyo es gasolina.
3. Permanencia del vehículo
Este punto se relaciona enteramente con el anterior, que mejor manera de medir el kilometraje que tendrá un coche que, sabiendo o descifrando cuanto tiempo pretendemos hacer uso de este.
Es decir debemos pensar cuanto será el tiempo aproximado que paseamos el mismo modelo de automóvil. Si estamos en busca de uno que nos de la talla por más de 10,000 km anuales y tenemos en mantente conservarlo más de nueve años; buscamos uno a gasoil.
A pesar de que la inversión no será baja, luego de 160,000 km aproximadamente estarías saldando esa inversión, lo cual ocurrirá luego de 10 años con el mismo coche. Si, de lo contrario, buscas un automóvil que cambiaras en menos de seis años no valdría la pena gastar en un propulsor a diésel.
4. Residencia
Los problemas de contaminación en las ciudades y las nuevas políticas medioambientales demandan pensar muy bien qué tipo de combustibles es el más idóneo para ti.
Las motorizaciones a diésel tienen un nivel muy alto de emisiones contaminantes y dejan en un mejor lugar a las de gasolina. Se espera que un futuro las grandes ciudades prohíban el acceso de los vehículos a diésel que poseen cierta antigüedad.
Por ello, este punto se relaciona con el anterior, si deseas conservar tu vehículo por mucho tiempo, pero vives en una ciudad y escoges un propulsor a diésel, quizá eso no sea lo más recomendado.
Las motorizaciones en diésel se recomiendan mayormente a zonas con climas cálidos y las de gasolina a climas fríos o de inviernos fuertes. Con la gasolina el sistema de calefacción es más eficiente, el motor se calienta más rápido.
5. Modo de conducción
La forma de conducir también afectara si vas por diésel o gasolina. Si eres de los que miden el consumo de combustible y les gusta disfrutar al máximo con un tacto de conducción más agresivo, de seguro te ira mejor con un propulsor a diésel.
En cambio, si el consumo no es tu prioridad y gozas de las presentaciones de tu automóvil para ir explorando las posibilidades que te brinda la motorización, disfrutarás de un bloque a gasolina.
6. Precio
Al comprar un automóvil siempre será más costoso uno a diésel que a gasolina; el costo de financiamiento, seguros y mantenimiento del vehículo son más elevados.
Los coches a gasolina, como ya se ha citado, tienen mayor consumo que los impulsados por diésel, pero son bajo mantenimiento y al momento de comprarlos siempre ofrecerán mejores precios.
El coste del combustible es una ventaja para el diésel sobre la gasolina y el consumo del mismo es menor. Asimismo, se debe hacer mención que, los coches a gasoil poseen precio de reventa un tanto superior a los de gasolina.
El tipo de motor que elijas siempre debe ser pensado basándote en tus necesidades, en la inversión y el mantenimiento que desees dedicarle al coche. Seguramente, luego de prestar atención a estos detalles ya tendrás más claro que es lo más conveniente y cuál escogerás entre diésel y gasolina.