Cómo señalizar un accidente de tráfico
Saber señalizar un accidente de tráfico es vital para salir ileso del mismo; es el comienzo del protocolo PAS y su utilidad es indiscutible. Esta es la mejor forma de garantizar la seguridad de los accidentados y del resto de los conductores.
¿En qué consiste el protocolo PAS?
Básicamente, PAS son los diferentes pasos que hay que seguir en cualquier situación de emergencia. Sus siglas corresponden al orden necesario de actuación: Proteger – Avisar – Socorrer.
Siendo las carreteras zonas para el libre tráfico de coches y motos, el peligro de colisión y atropello aumenta cuando permanecemos estacionados. La señalización nos protege de agravar el siniestro y de involucrar a otros ciudadanos. Ahora bien… ¿sabemos cómo hacerla correctamente?
Señalizar un accidente de tráfico: ¿qué hacemos primero?
La primera señalización se hace desde el interior; sin importar la hora que sea, lo correcto es encender las luces de emergencia del automóvil, esta maniobra será sencilla, incluso si estamos heridos. Es importante esta acción, porque ofrece indicios a otros conductores y podría ser de utilidad para pedir su ayuda.
Lo siguiente será coger el chaleco reflectante, que deberá estar en el interior del coche. Así está previsto en el protocolo y la intención de esto es facilitar el acceso a la persona en caso de accidentes. Al colocárnoslo, los demás usuarios de la vía reconocerán automáticamente que estamos en problemas.
Posteriormente hay que colocar el freno de mano; de esta forma, evitamos desplazamientos involuntarios del coche. Esto es mucho más prioritario e importante si estamos en una pendiente o un camino irregular.
Colocando los triángulos reflectores
Lo primero que debemos recordar antes de abrir la puerta es que hay que salir con cuidado. Nunca debemos quitar la vista a los coches y la carretera, tratando de desplazarnos siempre pegados a nuestro coche.
El primer objetivo al salir debe ser buscar los triángulos reflectantes, y debemos dirigirnos al maletero del automóvil. La ley establece que debemos llevar con nosotros al menos dos triángulos, ambos son necesarios a la hora de señalizar un accidente de tráfico.
Pero no basta con solo ponerlos en donde queramos; ambos triángulos tendrán que colocarse a una distancia mínima de 50 metros con respecto al coche, por delante y por detrás.
La finalidad con los triángulos es que esta señalización puede distinguirse a unos 100 metros de distancia; en ocasiones, incluso resulta práctico colocar el triángulo posterior un poco más lejos.
Debemos comprar triángulos homologados
No se trata solo de tener el dispositivo del triángulo, sino que el mismo cumpla con los requisitos mínimos de calidad y legalidad. Sabemos que los triángulos están homologados en principio cuando tienen grabado el símbolo “E9” y el código 27R03.
El triángulo adecuado es equilátero (de lados iguales) y con bordes reflectantes de color rojo. El interior es hueco o vacío, lo cual determina su peso y cada unidad tendrá captafaros en sus vértices.
Las medidas también están legalmente preestablecidas; hacia el exterior, los lados comprenden de 65 a 75 milímetros. La altura del soporte cuenta con cinco centímetros y su distancia con relación al suelo no será mayor a los 30 centímetros. Todos estos requerimientos son importantes en la señalización.
¿Y si somos motociclistas?
El protocolo de acción también comprende a los conductores de motos, aunque sus disposiciones son un poco más flexibles. A menos que estemos en Francia, no es necesario llevar el chaleco reflectante.
En caso de que se lleve el chaleco, deberá tener la marca de la Comunidad Europea y cumplir con los requisitos establecidos en la ley UNE-EN 471. Aunque esta prenda no es un requisito obligatorio, se recomienza llevar uno debajo del asiento de la motocicleta, o en la mochila.
De igual manera, los motociclistas no están obligados a llevar un triángulo reflectante según el texto legal. El tipo de vehículo simplemente no hace viable el almacenamiento de esta herramienta. Por ello, los usuarios de motocicletas deben tener mucho cuidado con sus movimientos tras un siniestro.
Para finalizar, lo correspondiente es llamar a los números de emergencia para una atención médica adecuada; también es importante recordar nuestra obligación ciudadana de asistir a las personas accidentadas.
La legislación nos hace responsables y podemos ser sancionados en caso de no cooperar. Señalizar un accidente de tráfico supone que nos comprometemos con la seguridad propia y ajena.