La innovación de los coches autónomos
La tecnología ha avanzado a pasos agigantados hasta llegar al punto de que ya no quieren ni permitirnos conducir. Han empezado a mostrarnos coches que aparcan solos y ya sabemos que la llegada de los coches autónomos –los que conducirán por nosotros– es inminente. Esta noticia ha sido bien recibida por muchos, pero para los que amamos ir al volante no ha sido tan agradable.
La realidad de los coches autónomos
Aunque solo hemos escuchado hablar de ellos, y esto nos puede llevar a pensar que es un objetivo que se logrará a largo plazo, nada más lejos de la realidad. Los coches autónomos son reales y ya están en prueba y funcionando para lograr los mejores resultados.
Por ejemplo, en la Feria CES de Las Vegas, en la cual se presentan los últimos avances tecnológicos, se cree que en 2018 los grandes protagonistas serán los coches autónomos. De hecho la compañía Lyft, muy similar a Uber, ya conectó esta feria con 20 destinos diferentes a través de estos coches sin conductor.
Waymo y General Motors apostaron fuerte por esta iniciativa y ya llevan más de un año de prueba con un servicio de taxis autónomo, que está obteniendo excelentes resultados.
Por no hablar del gigante de la tecnología mundial. Tesla promete que en este año 2018 hará el primer viaje de un coche sin conductor desde la costa este a la costa oeste de Estados Unidos, ¡un reto insuperable! Tesla siempre marca precedentes y tendencias, y en el ámbito de los coches autónomos no quiere ser menos.
En España, por ejemplo, Orange y SEAT han forjado un acuerdo para fusionar sus mejores herramientas y crear un coche autónomo gracias a la conectividad y la comunicación, aspectos que se consideran fundamentales para lograr el éxito en este tipo de vehículos.
Ya ves que esto es una realidad que pronto llegará a nuestras vidas y que, por tanto, no debemos dar por sentado.
Por qué la idea de los coches autónomos
Pero, ¿por qué surgió esta idea? La primera razón es porque se cree que estos vehículos pueden reducir en un 57 % los siniestros en la carretera y, por tanto, salvar vidas. Con el paso del tiempo, se ha ido olvidando la frase de que “las máquinas también fallan” y, cada vez, confiamos más en ellas. Los coches autónomos son una muestra de ello.
Los diseñadores y creadores de este coche se han agarrado a la idea de que una máquina no se fatiga, no necesita dormir y no cometerá errores por falta de reflejos o de visión, entre otros. Pero, ¿son realmente las máquinas más seguras que las personas?
Según los datos de tráfico, el 90 % de los accidentes que ocurren a diario son causados por fallos al volante, fallos que se cree que las máquinas no cometerán. En Estados Unidos se están haciendo pruebas que demuestren que estos coches son más fiables a la hora de evitar accidentes y, aunque aún no hay muchos resultados que conozcamos, todo parece indicar que son favorables hacia los coches autónomos.
Es cierto que los coches no pasan por situaciones como las personas, tales como cansarse, enfadarse o emborracharse, pero estos tampoco están preparados, al menos de momento, para reaccionar ante la incertidumbre u otras situaciones que requieran una capacidad de reacción rápida.
Por otro lado, los coches autónomos presentan una gran desventaja: la nueva tecnología. Con el paso de los años, y con la creación de nuevos modelos de coches, se ha ido entendiendo lo que va bien o mal o lo que se puede mejorar para que no haya un problema u otro.
Ahora, con la llegada de los coches autónomos, llega una nueva tecnología que presentará nuevos problemas que tendremos que aprender a solventar y que pueden llevarnos a perder mucho dinero; porque señores, las máquinas sí se equivocan, ¿o no?