Precio del transporte público por comunidades en España
Contaminación y calidad de servicio, ambas cuestiones están en el tapete para aquellos que han elegido tomar el metro o el autobús. España necesita incentivar el aumento de pasajeros a bordo, aunque cada comunidad tiene sus propias particularidades.
Entre las cosas que pueden variar en cada territorio esta el precio del transporte público. ¿Por qué no se fija un precio a nivel nacional, que sea referencia para los viajeros?
Hay quienes han decidido aparcar su coche personal sin siquiera conocer el coste de cada viaje, en cada región. A estos no se les puede achacar culpa alguna, pues las empresas y ayuntamientos no tiene costes ni servicios estandarizados.
Como es el precio del transporte público en Madrid
Según el listado de precios más actualizado, una tarjeta de 10 de viajes combinados en Madrid cuesta 18, 30 €. Con respecto a boletos simples, el asunto del coste depende del número de estaciones y zonas que se quieran recorrer.
Un mes entero de bonos costará alrededor de unos 55 € en promedio. Claro que esto se debe sumar los convenios entre comunidades y bonificaciones. Una de las características de la industria del transporte en las urbes es que varía constantemente; el objetivo: ampliar el servicio para atraer a la ciudadanía.
Un ejemplo, fue el convenio entre las comunidades de Madrid y Castilla y León celebrado hace dos años. El resultado fue la bonificación de tarifas para los viajeros que se dirigen a las provincias de Ávila y Segovia. El ahorro económico para quienes toman estas rutas en conexión con la capital es significativo.
En Barcelona es aún más barato
En enero se anunció una aumento en el costo del T-10, el cual llevó el coste de diez pasajes a 10,20 €. Aquí la oferta es mucho más atractiva para los ciudadanos, debido a que 50 viajes cuestan 43,50 €. El ahorro es de más de 10 € con relación a Madrid para la zona 1, es decir la metrópolis.
Claro que los precios se incrementan según el territorio. Los billetes de las zonas de la dos a la seis son más costosos, porque son rutas que quedan a las afueras de la ciudad.
El aumento ha venido después de dos años de congelación de tarifas, al menos en la zona 1. Lo mejor es que se mantienen bonificaciones para algunos abonos, como T-Jove y T- Mes para personas desempleadas.
A pesar de que el transporte público es asunto de empresarios, hay descuentos en función de cada realidad; este tipo de precios especiales motivan a los viajeros.
Precio del transporte público en Andalucía: los saltos sevillanos
El sistema sevillano está compuesto por saltos y planes. Los saltos comprenden el paso de un tramo a otro por parte de un usuario, lo cual genera un recargo. El precio del transporte público por un viaje sin salto es de 0,82 €. Al pasar al siguiente tramo hace que el coste del pasaje se eleve a 1,17 €.
Aunque parezca complejo y costoso a primera vista, todo se dilucida cuando revisamos el valor del Bono Plus 45. Nos referimos a cuarenta y cinco viajes por un coste total de 30€. Con un salto el precio se eleva a 42 € y con dos a 50€; igual que en la mayoría de las comunidades, todo se maneja mediante una tarjeta recargable.
Aquí también hay convenios entre distintas ciudades. Por ejemplo, entre las ciudades de Sevilla y Málaga hay actualmente hay un acuerdo para la igualación en la accesibilidad del transporte público. Cabe destacar que estos precios nos dan una idea de lo que ocurre en el resto de las comunidades.
El transporte público: solución al problema español
Madrid y Barcelona continúan exigiendo al Gobierno acciones para incentivar los sistemas de transporte público para mejorar los niveles de contaminación. La Unión Europea puede llevar al país a los tribunales de Luxemburgo por incumplimiento de tratados en materia ambiental.
El principal problema radica en que el 45% de los españoles utiliza el coche para movilizarse. En contraste, solo el 39% de los ciudadanos andan en metro o autobús. Esta es una cifra que sería alarmante en la mayoría de los países del mundo.
Las comunidades siguen dando pasos para convertir a los conductores en pasajeros. Por ejemplo, en Vigo las mujeres le indican al chofer del autobús donde las debe dejar después de las 10:30 pm.