Kia Soul, en la diferencia está la virtud
Después de la discreta actuación de su antecesor, el cual estuvo a la venta de 2008 a 2013, el Kia Soul se tomó un descanso para volver con más fuerza que nunca en 2014. Este cuenta con unas líneas originales de corte muy urbano que no pasarán desapercibidas.
Aún no sabemos cómo catalogarlo. ¿Es un utilitario?, ¿un SUV urbano?, ¿o un pequeño monovolumen? Después de un buen rato mirándolo, no tenemos la respuesta, pero quizás sea ese su atractivo: simplemente es un coche pequeño, original y con mucha clase.
Diseño del Kia Soul
Te podrá gustar más o menos, pero este pequeño coreano no deja indiferente a nadie, y es de agradecer que las marcas ofrezcan ingredientes diferentes en un mercado bastante conservador y homogéneo. Desde el frontal a la trasera, las trazos son únicamente suyos y no recuerdan a ningún otro modelo del mercado, alejado incluso de sus hermanos de gama.
El frontal destaca por un morro tipo SUV, con un capó bastante horizontal y una parrilla casi vertical que da al Kia Soul un aspecto robusto. Tiene una diminuta parrilla en la parte superior que se queda en nada en comparación con el gran refuerzo que sale desde la zona inferior del paragolpes y que monopoliza el frontal. Los antinieblas redondos son un detalle desenfadado más.
La línea lateral es peculiar, y goza de un techo que forma 90 grados con la trasera, muy poco utilizada en la actualidad, algo similar a lo que hace Skoda con su Yeti. El diseño de la cintura es casi horizontal, minimalista y sencillo; presenta una originalidad atractiva entre tanta curva extravagante con respecto a sus competidores.
La parte trasera no se queda atrás, y dispone de unos pilotos situados en posición vertical, de manera que abrazan el portón del maletero, el cual cuenta con una pequeña puerta, muy cuadrada pero práctica. Visto por detrás, destacan sus formas cuadradas, con cierto aire de furgoneta junto a unos detalles la mar de atractivos. A nosotros nos ha encantado, porque es diferente.
Interior
La gran ventaja de sus formas es que se aprovecha mucho el espacio, a pesar de sus reducidas dimensiones, de las que este Kia Soul saca partido. En las plazas delanteras, lo primero que llama la atención es su posición de conducción, ligeramente más elevada, parecida a la de un SUV urbano.
Una vez dentro, te das cuenta de que la originalidad no está solo en el exterior, con un salpicadero muy redondeado y y alegre, parecido al espíritu que introduce Fiat en sus modelos actuales. La calidad de materiales es notable y te sentirás muy cómodo en él desde el primer momento.
La pantalla multifunción es intuitiva y de rápido manejo. Además, cuenta con numerosos botones que desahogan un poco la funcionalidad del panel táctil. La posición alta disminuye la fatiga, pero los asientos no destacan por ofrecer una sujeción lateral como deberían.
En las plazas traseras, la cota más destacada es, sin duda, la altura libre al techo. El espacio para las piernas es correcto para tratarse de un vehículo de solo 4,14 metros y la anchura para los hombros lo limitan a dos ocupantes, algo habitual en coches de su tamaño.
El maletero, con 354 litros de capacidad, es muy aprovechable, con formas muy cúbicas y rectas. Aunque hay rivales con mayor capacidad como el Renault Captur, con 377 litros. Aun así, gracias a las formas de su carrocería, utilizar el maletero hasta casi el techo es sencillo.
Motores y dinámica
La ciudad es el lugar favorito de este Kia Soul, donde compite cara a cara con los mejores utilitarios. Es sencillo callejear con él y más aún aparcar gracias a sus formas. Pero sus capacidades no acaban ahí, el chasis y la configuración de la suspensión animan a afrontar viajes largos con garantías.
En carreteras abiertas se muestra muy estable y seguro, con una calidad de rodadura muy lograda para su segmento. La estabilidad lineal no es su punto fuerte, y tendremos que hacer continuas correcciones con el volante para mantener la trayectoria, algo habitual entre sus competidores. Solo está disponible con tracción delantera.
En carreteras con curvas pronunciadas, su batalla corta –2 570 mm– facilita cambiar de dirección con mucha facilidad. La dirección está bastante desmultiplicada y no es muy informativa, pero en todo momento transmite una sensación de control muy trabajada por los coreanos.
En el apartado mecánico, este atrevido Kia trae una sorpresa más, ya que cuenta con una versión 100% eléctrica, una ventaja insalvable para la mayoría de sus rivales. Veamos por partes qué nos ofrece:
- Gasolina: poco entusiasmo ha puesto Kia en este tipo de motor, ya que cuenta solo con una motorización de 1,6 litros atmosférica que rinde 132 CV y que da unas prestaciones pobres comparadas a la de sus competidores turboalimentados.
- Diésel: una única pero interesante opción, el 1,6 CRDI de 136 CV le sienta como anillo al dedo al Kia Soul, con una relación prestaciones-consumo muy conseguida. Está asociado a un cambio manual de seis marchas o automático de siete.
- Eléctrico: Kia ha querido dotar a su pequeño Soul de un motor eléctrico para ser el rey de la ciudad. Entrega 111 CV de potencia y es una opción muy recomendable para quien use el coche para trayectos diarios de media distancia, ya que su autonomía de homologación es de 212 kilómetros. La capacidad de aceleración es similar a la del diésel de 136 CV, debido a la entrega de potencia disponible desde que acaricias el acelerador.
Precio
Parte de los 17 625 € que vale el Kia Soul con motor gasolina y el acabado básico Concept, hasta los 35 955 € del modelo eléctrico. El precio de este último, es muy parejo a modelos con características similares.
En definitiva, el modelo coreano irradia exclusividad y clase allá por donde pasa. Es diferente y original, unas virtudes muy poco vistas hoy día que hacen que el que lo desee no quiera separarse de él. Argumentos tiene de sobra para convencer a quien busque un coche cómodo, pequeño, espacioso y, sobre todo, distinto y especial.