Cómo homologar un coche americano en España
Muchos conductores son apasionados de los coches típicos del mercado automovilístico de los Estados Unidos. Por ello, os mostramos cómo homologar un coche americano en España.
Muchos clientes potenciales de vehículos han quedado asombrados con la oferta norteamericana. Ante esto, consideran viable importar un coche americano en España. Veamos si esto puede resultar tan complicado como parece.
Comprar el coche en los Estados Unidos
En primer lugar, es obvio que hay que comprar el coche. Lo más recomendable es no hacerlo por teléfono o correo electrónico. Lo preferible es viajar a los Estados Unidos y negociar directamente con el concesionario.
De esta forma, además de conocer a detalle el producto, podremos conducirlo y saber si de verdad merece la pena el esfuerzo de llevarlo a España.
Una vez conocido y conducido, es importante revisar la ficha técnica y contactar con algún ingeniero que nos pueda orientar acerca de las normativas sobre emisones.
Este paso es importante ya que va a ser mucho más costoso, e incluso imposible, matricular en España un coche americano que no cumpla o que no se pueda adaptar a la norma de emisiones Euro 6.
Enviar el coche desde Estados Unidos hasta España
Tras el primer paso, habiendo ya comprado el coche y verificado la posibilidad de adaptarlo a las normas europeas de emisiones, es el momento de contactar con alguna empresa que nos pueda asesorar con el tema de los trámites y del transporte. Actualmente, hay muchas empresas especializadas en este tipo de operaciones, y no será difícil encontrarlas en la web.
Aquí hay que considerar que el coste de transporte por barco puede variar de una empresa a otra, y que también entra en juego el peso y el tamaño del coche.
Esto se debe a que no es lo mismo importar un sedán pequeño que un todoterreno de gran tamaño. Para conocer un precio promedio, podemos hacernos a la idea de que no encontraremos nada por debajo de unos 1 500 euros.
También hay que tener en cuenta que estas empresas cobran por subir el coche al barco -cosa que, por norma, no puedes realizar tú mismo-. Este coste serán unos 45 euros, aproximadamente.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, si queremos pagar un seguro, tendremos que abonar cerca del 2 % del valor del coche. Eso sí, esto irá en función de la empresa aseguradora.
Precauciones antes del embarque
Como últimas precauciones, es importante hacer fotografías del vehículo antes de que entre en el barco. Estas deben ser de frente, en 3/4, de los costados y de la parte trasera. Así podremos tenerlas como referencia en caso de que, al desembarcar, presente algún daño.
También es conveniente hacerle fotos al número del chasis y quitarle las matrículas, ya que puede ocurrir que las roben en los puertos. Esto supondría grandes complicaciones por trámites y pleitos legales.
Por último, antes de que el barco zarpe, hay que dirigirse al departamento de gestión de coches del estado americano en el que se haya realizado la compra para notificar la exportación de la unidad.
Recibir el coche en España
Una vez acabados los trámites anteriores, habrá que esperar a que el barco llegue a puerto en España. Este tiempo puede ser de hasta 30 o 40 días, ya que el barco no siempre llega directamente a un puerto español.
Podmeos aprovechar esta espera para dar de alta el coche en el padrón de nuestro municipio. Cuando se nos notifique que el coche ha llegado a España, debemos dirigirnos al puerto al que haya llegado y contactar con la aduana.
Aquí también se nos cobrará por descargar el coche del barco, que serán unos 180 euros sin IVA, y por realizar el trámite con la aduana, alrededor de unos 120 euros, tambien sin IVA.
En este momento, ya tendremos el coche con nosotros, y solo quedará obtener la tarjeta de inspección técnica de la ITV. Para ello, lo mejor será contactar con alguna emprsa especializada en homologar vehículos americanos según las normas europeas.
Por último, será importante tener en cuenta que algunas piezas, como el velocímetro, irán en unidades americanas. Entonces, tendremos que sustituirlas por otras adecuadas al Sistema Internacional.